Conceptos Clave de Filosofía Política: De Kant al Contractualismo

El Criticismo de Kant

Para Immanuel Kant, la metafísica era un proyecto fracasado. Compartía la idea de que el conocimiento solo podía iniciarse con la experiencia, de modo que la metafísica tradicional, al tener problemas que no se pueden resolver mediante los sentidos, era una disciplina invariable. Por otra parte, Kant pensaba que no todo el conocimiento procede de la experiencia. El ser humano tiene unas estructuras mentales previas a la experiencia.

En su obra Crítica de la Razón Pura, Kant se propuso poner al descubierto dichas estructuras, que se encuentran en la sensibilidad, en el entendimiento y en la razón:

  • En la sensibilidad se identifican el espacio y el tiempo. Todo lo que captamos con los sentidos se inserta en un espacio y tiempo determinado, y ambos son formas mentales que el sujeto impone a las impresiones. Estas impresiones se denominan representaciones.
  • En el entendimiento se identifican las categorías, que consisten en unificar las representaciones procedentes de la sensibilidad mediante conceptos.

Las categorías son formas a priori del entendimiento que permiten pensar sobre las representaciones. Dichas categorías en el entendimiento significan que:

  • Las categorías son la condición para que las representaciones puedan ser pensadas. No es posible pensar más allá de las categorías en el entendimiento.
  • Las categorías solo pueden aplicarse a las representaciones. Cualquier otro uso es ilegítimo y conlleva incurrir en errores.

El resultado final del proceso de intuir una realidad y pensarla a partir de las categorías del entendimiento es el fenómeno. Si despojamos al fenómeno de todo aquello que aporta el sujeto, la realidad restante del exterior, Kant la llamó noúmeno.

Lo noúmeno o “cosa en sí” es la realidad previa a la forma humana de conocer.

  • En la razón se identifican ideas. Esta capacidad es la que permite al ser humano buscar las causas y los fundamentos de toda la realidad. Esto se basa en torno a tres ideas: el alma, el mundo y Dios.

A nivel de la razón, se busca reducir unos conocimientos a solo unos cuantos principios:

  • Alma: como principio último de todos los conocimientos referidos a la experiencia interna.
  • Mundo: como principio último de todos los conocimientos referidos a la experiencia externa.
  • Dios: como principio último de todos los conocimientos, sean externos o internos.

El hombre, dice Kant, tiende a pensar en algo que va más allá de la experiencia, es un impulso irresistible y crea esas ideas, pero no son fenómenos y, por tanto, no podemos tener un conocimiento de ellas.

La obra de Kant supuso un giro copernicano en la manera de entender la metafísica, centrada, a partir de ese momento, en estudiar las estructuras mentales que operan al pensar sobre la realidad.

La Utopía de Tomás Moro (siglo XVI)

Tomás Moro fue un político, escritor y humanista que alcanzó una gran popularidad tras la publicación de su obra Utopía, inspirada en el pensamiento de su amigo. Acataba la autoridad civil del rey, pero se negaba a ser infiel a su conciencia. Enrique VIII lo encarceló y, al año siguiente, fue juzgado y condenado a muerte. Posteriormente, fue canonizado.

Definición de Utopía

Es el nombre de la isla donde se localiza una forma de sociedad imaginada por Moro y que se caracteriza por ser radicalmente diferente al mundo de su época. Es un nombre que proviene del griego y que significa “el no lugar”. Es una ilusión irrealizable y se asemeja, en este sentido, a la República de Platón. La finalidad de Moro al escribir esta obra era criticar la sociedad de su tiempo y las injusticias sociales que existían. Para ello, inventó un modelo de sociedad basado en la razón y la justicia, que permitía apreciar las situaciones irracionales e injustas que tenía que soportar la población.

En esta obra se promueven la igualdad, que se logra subordinando el interés individual al colectivo, y la tolerancia. Existe la igualdad económica (no hay propiedad privada ni dinero, por lo que no hay explotación) y, en cuanto a la tolerancia, se logra aceptando la coexistencia de distintos credos.

La Política en la Época Moderna: El Contractualismo (siglos XVII y XVIII)

Los filósofos se plantearon las siguientes preguntas: ¿Cuál era la necesidad del Estado? ¿Es posible la vida humana sin Estado?

La respuesta consistió en afirmar que el cumplimiento de las leyes y la aparición del Estado fueron fruto de un acuerdo entre los ciudadanos, que se conoce como contrato social.

Las concepciones que fundan la legitimidad del Estado en un contrato social se denominan teorías contractualistas, donde los teóricos clásicos del contractualismo coinciden en afirmar que el poder del Estado es fruto de un pacto de los ciudadanos. Estos filósofos distinguen dos situaciones:

  • Estado de naturaleza: descripción de la vida humana tal como sería en una situación natural ideal en la que no existiera el Estado.
  • Estado social: cuando la situación natural se torna insostenible y las personas se ven obligadas a organizarse tomando como base un acuerdo o pacto.

Thomas Hobbes (siglos XVI y XVII)

Hobbes entendió el estado de naturaleza y la justificación del Estado de este modo:

  • Estado de naturaleza: en un mundo sin Estado ni ley, el afán humano por conseguir el poder conduce a una lucha de todos contra todos en la que rige la ley del más fuerte, de ahí la frase “el hombre es un lobo para el hombre” (homo homini lupus). El ser humano está poseído por sus pasiones, pero, al mismo tiempo, es racional, y ninguna persona racional quiere vivir en un mundo en el que no haya garantía de vida. Gracias a esto, el ser humano desea dejar el estado de naturaleza atrás.
  • Estado: el ser humano es capaz de comprender que hay leyes y normas que mejorarían nuestra calidad de vida, pero estas leyes solo tienen efecto si todo el mundo las acepta. Para Hobbes, el mejor Estado es aquel en que todo el poder se concentra en un monarca, que le permita garantizar el orden y la paz social. Es partidario, por tanto, de un Estado autoritario y absolutista.
  • Contrato social: es el pacto por el que todos los individuos renuncian al ejercicio de su poder en beneficio de que un soberano les garantice la paz, la seguridad y la supervivencia.

John Locke (siglos XVII y XVIII)

Su pensamiento político se recoge en sus Dos tratados sobre el gobierno civil y en su Carta sobre la tolerancia. Su definición de contrato social se resume en:

  • Estado de naturaleza: los seres humanos poseen unas libertades y unos derechos básicos (derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad), derechos que nadie puede quitarnos.
  • Estado: la posibilidad de que alguien se vea privado de sus derechos moviliza a los ciudadanos a alcanzar un pacto por el que se garantizan tales derechos. Este es el origen del Estado liberal.
  • Contrato social: es un contrato implícito por el que se justifica el poder si es capaz de garantizar los derechos básicos del ser humano. A su vez, el ser humano tiene una serie de deberes.

Montesquieu

Las ideas de Locke influyeron en este pensador, considerado el gran teórico de la división de poderes. Sin formar parte de los contractualistas, dividió el poder en sus funciones ejecutiva, legislativa y judicial.

Rousseau

Parte de una idea totalmente opuesta a la de Hobbes: para él, el ser humano es realmente bueno por naturaleza y es la sociedad quien lo convierte en malo.

  • Estado de naturaleza: el ser humano se identifica con el “buen salvaje”. Imagina este estado como previo a cualquier tipo de civilización e incluso al lenguaje. En esta situación, el ser humano provee todas sus necesidades básicas con lo que le proporciona la naturaleza. Es una forma de vida igualitaria.
  • Estado: se basa en la voluntad general, por la que las decisiones se toman atendiendo a todos los ciudadanos. Por lo tanto, no es solo una manera de garantizar la libertad, sino también de mantener la igualdad. El modelo de Estado ha influido en la aplicación de políticas sociales de los Estados actuales.
  • Contrato social: la situación descrita por el estado de naturaleza se termina corrompiendo de forma irreversible al aparecer la propiedad. La propiedad separa a los hombres, ya que, al suprimir la igualdad, los convierte a unos en esclavos de otros y pierden así su libertad. Para evitar estas desigualdades es necesario un pacto entre individuos para la formación de un Estado.

Immanuel Kant y la Paz entre Estados

Kant se sirvió del concepto de «insociable sociabilidad» para explicar si los seres humanos podían vivir en un mundo de paz.

Tomando como base su forma de entender al ser humano y la relación entre individuos, explica la relación entre Estados, el porqué de la guerra y la necesidad de la paz.

  • Relación entre individuos: la naturaleza humana es básicamente insociable. Inspirándose en las concepciones de Hobbes, afirma que cada individuo solo aspira a que su instinto egoísta quede satisfecho. La vida humana se encuentra en constante riesgo, por lo que las personas entendieron la necesidad de alcanzar un acuerdo entre ellas para no agredirse y vivir pacíficamente, formando un Estado. El reconocimiento de unas leyes y unos derechos acordados entre todos garantiza que el ser humano pueda vivir sin sufrir agresiones ni violencia. La insociabilidad humana es la raíz de la unión; si no fuéramos insociables, no tendríamos necesidad de formar sociedades.
  • Relación entre Estados: la relación actual entre Estados reproduce el mismo esquema que se establece en la relación entre individuos. La guerra es la situación natural e inevitable, pero es una situación que se torna insostenible porque la vida de los individuos se encuentra en un constante riesgo. Las guerras entre los países podrían llegar a una situación de destrucción mutua, por lo que la única manera de escapar consiste en crear organizaciones internacionales con cabida para todos los países. Ese pacto evitaría que los conflictos se resolvieran por la fuerza bruta y forzaría a todos a conducirse dentro de unos límites. Mientras que el problema de la relación entre individuos ha sido resuelta por el Estado, no se ha encontrado aún ninguna solución para el problema de la violencia entre Estados.

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