Conceptos clave de la filosofía: alienación, materialismo histórico y crítica de la razón en Kant, Descartes y Hume

Alienación

El concepto de alienación ha sido abordado por diversos filósofos a lo largo de la historia, adquiriendo diferentes matices y significados. A continuación, se presenta una revisión de las perspectivas de Hegel, Feuerbach, Stirner y Marx:

  • Hegel: Asociaba la alienación al concepto de «conciencia infeliz», la cual se encuentra separada de la realidad a la que pertenece.
  • Feuerbach: Consideraba que la alienación fundamental era la alienación religiosa.
  • Stirner: Criticó el humanismo como una nueva forma de religión, donde el hombre se convierte en un fetiche al que se aliena el individuo.
  • Marx: Desarrolló la teoría de la enajenación, dándole un contenido histórico-económico. Se enfrentó a la propiedad privada como generadora de alienación y llevó esta teoría al ámbito de la economía. Para Marx, la alienación básica del hombre es el trabajo alienado. Los problemas que rodean a la alienación del hombre se abordan desde el carácter de la mercancía. El proletariado inaugura un proceso de desalienación progresiva de la humanidad.

Aunque la alienación es abordada por humanistas, el concepto de hombre ha inaugurado una nueva problemática en la que hay lugar para la alienación.

Materialismo histórico

El materialismo histórico comprende el estudio de los modos de producción históricos. Es la respuesta de Marx a la teoría idealista de Hegel, para quien la historia es un momento de la Idea y los periodos históricos son fruto de la evolución de la Idea. Marx ofrece la necesidad de abordar las etapas históricas desde una perspectiva materialista. Para Marx, el Estado aparece subordinado a la producción de bienes materiales y la estructura social es la consecuencia de la forma de producción. El materialismo histórico comprende la lucha de clases, la cual se manifiesta en cada formación social. Para Marx, el socialismo es una sociedad basada en la propiedad social de los medios de producción y un control por parte de los productores asociados.

Crítica de la razón en Kant

Con la razón concluye el dinamismo del conocimiento humano. La razón es la facultad de la suprema unificación del conocimiento. Los principios de la razón no son proposiciones primeras, sino condiciones primeras que son incondicionales, a las que Kant llama ideas. Estas ideas son conceptos a priori. Hay tres ideas: alma, mundo y Dios, que se derivan a partir de los razonamientos, permitiendo unificar todos los fenómenos estructurados en categorías. El alma unifica los fenómenos de la experiencia interna, el mundo los fenómenos de la experiencia externa, y Dios ambas. La razón es una facultad de unificación mediante ideas.

Crítica de la sensibilidad

Hay dos modos de sensibilidad: el sentido externo, mediante el cual nos representamos los objetos en el espacio, y el sentido interno, mediante el cual nos representamos los estados psíquicos en el tiempo. Según Kant, espacio y tiempo son condiciones subjetivas a priori que hacen posible la experiencia. La experiencia se compone de materia (sensaciones) y forma (espacio y tiempo). El resultado es el fenómeno de nuestra experiencia. Aparece una distinción entre fenómeno y noúmeno. Lo que conocemos son los fenómenos. El espacio y el tiempo fuera del sujeto no son nada.

Crítica del entendimiento

El entendimiento es la capacidad de pensar el objeto de la intuición, la facultad de juzgar. Pensar y juzgar requieren el uso de conceptos, que pueden ser empíricos o a priori. A estos últimos, Kant los llama categorías. Gracias a ellas podemos construir juicios acerca de los fenómenos. Se hace posible la física como ciencia. La sensibilidad posee percepciones y es receptiva. El entendimiento es activo y no posee intuiciones. La sensibilidad aporta el contenido del pensamiento y el entendimiento la estructura, y se necesitan mutuamente. En el entendimiento hay materia y forma, y tiene capacidad unificadora.

Comparación entre Descartes, Hume y Kant

En cuanto a la teoría del conocimiento, tanto el racionalismo de Descartes como el empirismo de Hume y el idealismo trascendental de Kant son filosofías idealistas. Para Descartes, nuestro conocimiento dispone de ideas innatas, sin que la experiencia sensible intervenga. Para Hume, nuestro conocimiento tiene su origen a partir de la experiencia, de tal manera que de la realidad sólo captamos impresiones que luego convertimos en ideas. Kant sintetiza ambos planteamientos: el conocimiento se inicia con la experiencia, de la que captamos las impresiones, pero hay un componente a priori que aportan nuestras facultades cognoscitivas.

Para los tres autores, el sujeto no puede ir más allá de sí mismo: Descartes no llega al conocimiento de la realidad extramental; para Hume, el conocimiento de la realidad se reduce a nuestras percepciones sensibles; y para Kant, sólo es posible el conocimiento del fenómeno y no es posible el conocimiento de la realidad en sí misma (noúmeno). En cuanto al problema de la realidad y la metafísica como ciencia, se refieren a tres ámbitos de la realidad: el yo, el mundo y Dios. Ante la cuestión de si es posible la metafísica, para Descartes es posible a partir del «yo pienso», donde intuimos la idea de Dios y deducimos la idea de mundo. Para Hume, la metafísica no es posible como ciencia, ya que el yo, el mundo y Dios tienen su origen en la facultad humana de la imaginación. De la sustancia, por tanto, no podemos tener percepción sensible. Para Kant, el yo, el mundo y Dios son ideas puras de la facultad de la razón, que tratan de sintetizar y agrupar todos los juicios que elaboramos en la facultad del entendimiento. No es posible la metafísica como ciencia, pero los contenidos de la metafísica son necesarios para regular nuestro conocimiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *