Una propuesta materialista
Para Marx, el enfoque idealista resultaba insostenible. Si verdaderamente queremos comprender los procesos históricos, primero tenemos que prestar atención a las condiciones materiales en las que viven los seres humanos. La historia no es ninguna manifestación del espíritu en el tiempo, sino que es el resultado de luchas y enfrentamientos que pueden explicarse si atendemos a factores como la necesidad que tienen todos los individuos de obtener recursos básicos para poder subsistir. Es imprescindible partir de las condiciones materiales de vida, es lo que se conoce como materialismo histórico.
Infraestructura y superestructura
Infraestructura: el sistema económico, que asegura la producción y la distribución de los recursos materiales.
Superestructura: formada por elementos como las creencias, las instituciones, las leyes, las formas de organización política…
El materialismo histórico insiste en la prioridad de la infraestructura, que tiene un papel decisivo para la configuración de la realidad social. Para Marx, la infraestructura condiciona de manera decisiva a la superestructura. Para lograr una correcta interpretación de los acontecimientos históricos hay que entender cómo funciona la economía, ya que de ello depende en último término la configuración de creencias, instituciones y forma de vida en la sociedad.
Fuerzas productivas y relaciones de producción
En la infraestructura económica de la sociedad, distingue fuerzas productivas y relaciones de producción. Para Marx, las fuerzas productivas son todos los elementos con los que cuenta una sociedad para producir riqueza. El trabajo implica relaciones sociales, ya que es una actividad colectiva que solo puede hacerse mediante la organización y la cooperación. Las relaciones de producción indican cuál es el papel que cada persona adopta dentro del sistema económico en relación con las fuerzas productivas. Esto incluye la división social del trabajo y la división entre propietarios y no propietarios de los medios de producción. Una infraestructura sólida permitirá el florecimiento de una rica y fructífera superestructura, como sucede en las sociedades prósperas y estables.
Peso de la ideología
Marx distingue la superestructura jurídico-política, que incluye el conjunto de leyes, instituciones y formas de gobierno características de un determinado modo de producción; y la superestructura ideológica, que abarca las creencias y las formas de vida, como las interpretaciones científicas, religiosas…
Ideología: conjunto de creencias y representaciones distorsionadas que justifican determinadas situaciones históricas presentándolas como naturales.
La esencia de lo humano
Para Marx es importante la capacidad para transformar la realidad de forma creativa. Los seres humanos son los únicos animales que trabajan, porque son capaces de actuar creativamente en la modificación de sus condiciones de vida. La característica esencial de los seres humanos no es su capacidad teórica, sino su dimensión práxica, su capacidad de relacionarse con el entorno y con los demás individuos de una forma creativa y transformadora.
Origen de la alienación
Define alienación para referirse a esta situación de extrañamiento que se produce en el hombre obrero dentro del sistema capitalista. El trabajador está alienado frente al producto que elabora, porque este se representa como algo ajeno y amenazante en lugar de representar la cristalización de su humanidad. Marx dice que, en el capitalismo, el obrero parece sentirse más cómodo en las tareas propias de un animal que en el trabajo.
Socialismo utópico y socialismo científico
Lo que Marx reprochaba al socialismo utópico era su débil fundamentación científica. Para él, estas propuestas de reforma eran intentos bien intencionados y voluntaristas que confiaban en poder reformar el capitalismo introduciendo cambios en la jornada laboral, los salarios o las condiciones de vida de los trabajadores. Él pensaba que un análisis riguroso del capitalismo mostraba que este sistema era imposible de reformar. Esto era lo que pretendía mostrar con su obra, a la que él denominaba socialismo científico para distinguirla del socialismo utópico. De acuerdo con el socialismo científico, el sistema capitalista es injusto y explotador en sí mismo, por lo que únicamente puede superarse derivándolo de forma definitiva para dar paso a un nuevo modelo de sociedad distinto por completo.
Inestabilidad del sistema capitalista
Según Marx, el capitalismo tiende hacia un proceso de concentración productiva y hacia una progresiva reducción de salarios, pero si este proceso se prolonga de forma indefinida, terminará por llevar al capitalismo a su propia destrucción. Si los sueldos de los obreros descienden continuamente, llegará un momento en el que el poder adquisitivo de la población será tan bajo que ya nadie podrá comprar los productos que se ofrecen en el mercado. Se creará una crisis de sobreproducción y las empresas se arruinarán por falta de consumo.
Inestable llegada del comunismo
El capitalismo es un sistema de producción inestable que sucumbirá aplastado por sus propias contradicciones internas. Será reemplazado por el comunismo, sistema en el que los medios de producción serán comunes y con el que finalmente cesará la explotación y la injusticia. En el nuevo modelo de organización social, el comunismo, las tierras, las fábricas y las máquinas serán propiedad de toda la sociedad, por lo que ya no existirá la distinción entre capitalistas y propietarios. En esta nueva sociedad tampoco habrá alienación, porque todos serán libres para desarrollar plenamente su creatividad sin trabas, en lugar de someterse a las inhumanas condiciones de trabajo impuestas por el empresario. Desaparecerán las clases sociales con el fin del enfrentamiento de clases, se parará el motor de la dialéctica histórica, y los seres humanos podrán vivir en un mundo donde reine la libertad y la justicia.