Vocabulario Filosófico Esencial
Este glosario define términos clave para comprender las diferentes corrientes filosóficas y teorías del conocimiento:
- Doxa: (Del griego, ‘opinión’). Conocimiento superficial captado a través de los sentidos, relacionado con el mundo aparente.
- Episteme: Conocimiento verdadero o científico. Se alcanza con la razón y permite conocer las esencias o «eidos» del mundo inteligible.
- Conocimiento: Opinión verdadera justificada. Proceso natural de adquisición de información.
- Verdad como aletheia: Desvelamiento de lo oculto, revelación del ser.
- Universalismo: Postura que defiende la existencia de valores morales absolutos e independientes del contexto. Representada por Sócrates.
- Escepticismo: Niega la posibilidad de alcanzar la verdad.
- Dogmatismo: Afirma la posibilidad de conocer la verdad con certeza absoluta.
- Dogma: Principio firme y cierto sobre el cual se construye el conocimiento.
- Relativismo: Sostiene que la verdad es variable y arbitraria, dependiente del contexto.
- Subjetivismo: Afirma que la verdad depende de los sentimientos y percepciones individuales.
- Mayéutica: Método socrático para «dar a luz» valores morales universales a través de preguntas y refutaciones.
- Perspectivismo: La verdad depende de la perspectiva del sujeto, influenciada por la cultura, costumbres y creencias.
- Hermenéutica: Corriente filosófica (Gadamer) que considera la filosofía como interpretación de textos, sin verdades absolutas.
- Hipótesis: Suposiciones o conjeturas científicas que se someten a experimentación.
- Ciencia: Actividad basada en la observación y la experimentación.
- Ciencias formales: Estudian objetos abstractos (lógica, matemáticas, filosofía).
- Ciencias empíricas: Estudian objetos físicos y hechos observables (física, química, ciencias naturales).
- Ciencias naturales: Se basan en la explicación de los fenómenos.
- Ciencias humanísticas: Buscan la comprensión del ser humano.
- Ley científica: Expresión de una regularidad en los acontecimientos naturales.
- Teoría científica: Articulación de leyes, hechos y observaciones en un ámbito específico.
- Axioma: Verdad incuestionable captada por intuición racional.
- Paradigma científico: Modelo global que explica la realidad, incluyendo teorías, leyes, hechos, etc.
- Método hipotético-deductivo: Método científico que implica determinar el problema, establecer hipótesis, experimentar y obtener conclusiones.
- Hecho: Acontecimiento observable y registrable.
- Postulado: Proposición indemostrable que sirve de base para demostrar otras verdades.
- Trascendentales: Formas del conocimiento, anteriores e independientes de la experiencia (Kant).
- Ontología: Estudio del ser (del griego ontos, ‘lo que es’, y logos, ‘palabra/razón’). Fundamentación de la razón con la realidad.
Gnoseología de Sócrates: El Camino hacia la Verdad Universal
Sócrates (siglo V a.C.), figura central de la filosofía clásica, se enfrentó a los sofistas, quienes, siendo escépticos y relativistas, cobraban por enseñar retórica y dialéctica, habilidades para persuadir independientemente de la verdad. Sócrates, considerado el fundador de la ética, criticaba esta práctica y defendía el universalismo moral: la existencia de valores morales comunes a todos.
Para definir estos valores, Sócrates empleó la mayéutica. Este método consistía en:
- Fingir ignorancia («Solo sé que no sé nada»).
- Plantear preguntas sobre justicia y moral.
- Refutar las respuestas hasta alcanzar una definición universal del valor moral.
Sócrates presuponía el innatismo de las ideas: nacemos con ideas preestablecidas. La mayéutica, por tanto, ayudaba a «dar a luz» estos valores a través de la reminiscencia. Su ética intelectualista sostenía que la ignorancia es la causa del mal; quien conoce el bien, lo practica. Acusado de impiedad, aceptó su condena a muerte, demostrando su fidelidad a sus principios.
Gnoseología de Platón: Dualismo y Conocimiento
Platón (siglo V a.C.), discípulo de Sócrates, desarrolló el idealismo, dividiendo la realidad en dos mundos:
- Mundo sensible: Aparente, compuesto por seres individuales captados por los sentidos (multiplicidades físicas, finitas y cambiantes).
- Mundo inteligible: Real, compuesto por eidos (esencias puras, estáticas, inmateriales y universales).
Los eidos son la causa del ser en ambos mundos. Los seres individuales son imitaciones imperfectas de las ideas. La idea suprema es el Bien. Platón adapta su filosofía a un dualismo metafísico (dos mundos) y antropológico (cuerpo y alma, siendo el cuerpo la cárcel del alma).
Platón distingue entre doxa (opinión, conocimiento sensible) y episteme (conocimiento verdadero, racional). Su gnoseología se representa en el símil de la línea:
- Eikasia (imaginación): Conocimiento de imágenes.
- Pistis (creencia): Conocimiento de entes naturales y artificiales a través de los sentidos.
- Dianoia (razón discursiva): Conocimiento de entes matemáticos.
- Noesis (intuición racional): Conocimiento de las ideas o eidos.
El mito de la caverna ilustra estos niveles. Los prisioneros (humanos no filosóficos) en la caverna solo ven sombras (eikasia). Liberados y guiados por un maestro, perciben los objetos reales (pistis), luego los entes matemáticos (dianoia) y, finalmente, las ideas y el Bien (noesis), representado por el Sol.
Habermas y la Escuela de Frankfurt: Conocimiento e Intereses
Jürgen Habermas (siglo XX), desarrolló la teoría consensual de la verdad. El conocimiento de cada ciencia está ligado a intereses rectores:
- Ciencias ambientales: Interés técnico (predecir y controlar la naturaleza).
- Ciencias sociales: Interés práctico (comprender al ser humano).
- Ciencias críticas: Interés emancipatorio (transformar la realidad hacia la libertad, justicia e igualdad).
Habermas critica el predominio del conocimiento científico-técnico sobre la reflexión moral y social. La verdad, para él, es arbitraria y se construye a través del consenso entre expertos.
Hegel: La Verdad como Coherencia
Hegel (siglo XVIII), exponente del idealismo absoluto, reduce la realidad al espíritu absoluto o razón pura. La verdad es aquello que encaja coherentemente con el resto de verdades de la realidad, es decir, lo que no es contradictorio con el espíritu absoluto.
Pragmatismo: La Utilidad como Criterio de Verdad
El pragmatismo (siglo XIX, EE. UU.), con figuras como William James, establece la utilidad como criterio de verdad. Una afirmación es verdadera si sus consecuencias son útiles.
Descartes y la Verdad como Evidencia Racional
Descartes (siglo XVII), fundador del racionalismo, considera que los sentidos engañan. La razón, con sus dos facetas (intuición y deducción), es la única fuente de conocimiento verdadero. La intuición racional capta verdades evidentes sin esfuerzo, mientras que la deducción racional requiere razonamiento.
Descartes, el «filósofo de la duda», inicia su filosofía dudando de todo conocimiento (duda metódica). Duda de los sentidos, de la distinción entre sueño y vigilia, e incluso plantea la hipótesis del genio maligno. Sin embargo, llega a una primera verdad: «Cogito, ergo sum» («Pienso, luego existo»). La existencia de una sustancia pensante (res cogitans) es indudable.
El criterio de verdad cartesiano es la evidencia racional: es verdad aquello que se capta con la intuición racional, de forma clara y distinta.
El Método Deductivo de los Racionalistas
El racionalismo (siglos XVII-XVIII), con Descartes, Leibniz y Spinoza, prioriza la razón sobre los sentidos. Los racionalistas creen en las ideas innatas (axiomas) captadas por la intuición racional. Su método es el deductivo: derivar ideas particulares a partir de los axiomas.
El Método Inductivo de los Empiristas
El empirismo (Hobbes, Locke, Berkeley, Hume) se opone al racionalismo. La experiencia es la única fuente de conocimiento. La mente es una «tabla rasa» al nacer. Su método es el inductivo: a partir de la observación de individuos, se llega a ideas generales, ignorando características secundarias y encontrando lo común. La ciencia utiliza este método, pero enfrenta el problema de la inducción incompleta: es imposible comprobar una hipótesis en todos los casos.
Kant: Idealismo Trascendental y la Revolución Copernicana del Conocimiento
Kant (siglo XVIII), con su idealismo trascendental, revoluciona la filosofía del conocimiento. Los humanos nacemos con estructuras trascendentales (innatas, universales y a priori) que dan forma a la materia captada por los sentidos. No conocemos las cosas en sí mismas (noúmenos), sino los fenómenos creados por nuestras formas innatas.
Kant distingue tres facultades de conocimiento:
- Sensibilidad: Trascendentales: espacio y tiempo. Ciencia: matemáticas.
- Entendimiento: Trascendentales: categorías y conceptos. Ciencia: física.
- Razón pura: Trascendentales: ideas puras e ilusiones trascendentales. Constituye la metafísica.
La razón pura produce ideas legítimas (basadas en la ciencia) e ilusiones trascendentales (yo, Dios, mundo), que no son fenómenos y, por tanto, no pertenecen a la ciencia. Kant concluye que la metafísica no es una ciencia, ya que se basa en síntesis que trascienden la experiencia.