Facultades del Conocimiento según Kant
Sensibilidad
La Sensibilidad es la facultad que interviene en la primera fase del proceso cognoscitivo. En esta primera fase, el sujeto recibe información empírica de la realidad (sensaciones). Esta información es estructurada mediante los elementos trascendentales (formas a priori) del espacio y el tiempo. Es decir, todo lo que experimentamos (vemos, oímos…) lo situamos en un lugar (espacio) y en un momento (tiempo) porque es la manera de percibir que tenemos los seres humanos.
Entendimiento
El Entendimiento es una facultad que permite al ser humano comprender los fenómenos (información empírica ordenada espaciotemporalmente). Esta comprensión la realiza el entendimiento a través de conceptos. Los conceptos dotan de sentido y significado a la multitud de sensaciones. Según Kant, hay dos tipos de conceptos:
- Conceptos empíricos: Provienen de la experiencia en el sentido de que están hechos de materia empírica. Después de observar y comparar diversos objetos, se extraen las características comunes y así es como se forman estos conceptos.
- Conceptos puros o categorías: No provienen de la experiencia (por eso Kant los llama puros, es decir, no contaminados de información empírica), sino que forman parte de la estructura mental del ser humano. Las categorías son conceptos vacíos de contenido y necesitan el material que aporta la sensibilidad (fenómenos) para llenarse. Estas categorías son doce y entre ellas se encuentran las de sustancia y causa.
Razón
En la filosofía kantiana, la palabra Razón tiene dos significados:
- Uso general: La capacidad de conocer y comprender la realidad (uso teórico de la razón) y la facultad de establecer normas e imperativos morales que indican al ser humano cómo debe actuar (uso práctico de la razón).
- Uso restringido: Una facultad cognoscitiva que permite al ser humano buscar principios más generales que permitan abarcar una mayor cantidad de fenómenos y buscar un fundamento último. Esta fundamentación la pretende realizar la razón mediante tres ideas trascendentales:
- La idea trascendental de Alma o Yo.
- La idea trascendental de Mundo.
- La idea trascendental de Dios.
Conceptos Epistemológicos Clave
A Priori
En la filosofía kantiana, la expresión a priori se utiliza para hacer referencia a los elementos, estructuras o conocimientos que no tienen un origen empírico, pues descansan en la naturaleza de nuestra razón. Por ejemplo, el espacio, el tiempo, las categorías o las ideas trascendentales de alma, mundo y Dios son estructuras a priori, ya que no proceden de la experiencia sino que forman parte del equipaje mental innato del sujeto. En un sentido más restringido, Kant utiliza la palabra para calificar a aquellos juicios que son necesariamente verdaderos porque el predicado está incluido en el sujeto (juicios analíticos). Por ejemplo, la frase «Los alumnos del IES Venancio Blanco están matriculados» es un juicio a priori (si entendemos que ‘estar matriculado’ forma parte de la definición de ‘alumno del IES’).
A Posteriori
En la filosofía kantiana, la expresión a posteriori se utiliza para hacer referencia a aquello que tiene su origen en la experiencia. En un sentido más restringido, Kant utiliza la palabra para calificar a aquellos juicios que elaboramos sobre la realidad a partir de la información que extraemos de la experiencia (juicios sintéticos a posteriori). Por ejemplo, la frase «Los alumnos del IES Venancio Blanco son estudiosos» es un juicio a posteriori.
Categoría
Las Categorías son conceptos innatos del entendimiento. Las categorías o conceptos puros no provienen de la experiencia (por eso Kant los llama puros, es decir, no contaminados de información empírica), sino que forman parte de la estructura mental del ser humano y hacen posibles los juicios en los que se materializa nuestra comprensión de la realidad. Las categorías son conceptos vacíos de contenido y necesitan el material que aporta la sensibilidad (fenómenos) para llenarse. Estas categorías son doce y entre ellas se encuentran las de sustancia y causa.
Fenómeno
El Fenómeno es el conjunto de sensaciones estructuradas por las formas a priori de la sensibilidad (el espacio y el tiempo). El fenómeno es la información recibida en la primera fase del conocimiento humano. Hay dos tipos de fenómenos:
- Fenómenos físicos u objetivos: Las sensaciones estructuradas espacialmente procedentes de la experiencia externa (colores, olores, formas…).
- Fenómenos psíquicos o subjetivos: Las sensaciones estructuradas temporalmente procedentes de la experiencia interna (sentimientos, recuerdos, pensamientos…).
Noúmeno
El Noúmeno, también llamado cosa en sí, es la realidad que está ahí pero que no podemos conocer, porque lo que conocemos está ya mediatizado por nuestras estructuras de conocimiento (espacio, tiempo, categorías).
Conceptos Éticos Fundamentales
Imperativo Categórico
Los imperativos categóricos (en plural) son aquellos mandatos morales que prescriben y ordenan realizar una acción de forma incondicionada; es decir, son mandatos que ordenan hacer algo porque la razón descubre la bondad de esa acción, independientemente de lo que con ella se pueda conseguir o de las circunstancias en las que se encuentra el sujeto. Por ejemplo, «no debes matar». El Imperativo Categórico (en singular) hace referencia a esa fórmula moral que el ser humano es capaz de extraer de su propia razón y que ha de ser aplicada en cada situación en la que el sujeto se plantee cómo debe actuar para hacer lo correcto. Esta fórmula general categórica tiene varias formulaciones, pero destacan dos:
- «Obra siempre de tal manera que puedas querer que la regla de tu acción sea ley universal válida para todos los hombres».
- «Obra siempre de tal manera que trates a los demás seres humanos como fines en sí mismos y nunca como medios para conseguir algún fin».
Autonomía
La Autonomía es uno de los rasgos distintivos de la ética de Kant, y consiste en la capacidad del sujeto de darse normas a sí mismo. Esas normas las formula el ser humano desde su razón. Dado que esas normas morales proceden de sí mismo, concretamente de su razón, el ser humano se convierte en un ser autónomo capaz de actuar respetando una ley que se ha dado a sí mismo. Frente a la heteronomía moral propia de las religiones y de otras teorías éticas (donde las leyes morales son impuestas desde fuera, ya sea por Dios, por la sociedad, por inclinaciones naturales humanas…), la ética kantiana defiende la autonomía moral del ser humano: la ley moral procede del sujeto mismo, concretamente de su razón; es el sujeto mismo quien se autogobierna moralmente.