La Metafísica y el Estudio del Ser
La metafísica es una rama de la filosofía que aborda preguntas profundas sobre la esencia de las cosas, el cambio, la conciencia, la causa y la existencia de entidades no físicas como los números, Dios o el amor. Examina cuestiones generales sobre la estructura del mundo, sin buscar respuestas definitivas, ya que estas cuestiones superan nuestras capacidades cognitivas. Aristóteles la define como la «ciencia que estudia el ser en tanto que ser», centrándose en la naturaleza y la existencia de todo lo que hay en el mundo de manera amplia y abstracta.
Origen del Término «Metafísica»
El término «metafísica» fue acuñado por Andrónico de Rodas en el siglo I a.C. al ordenar los libros de Aristóteles. Encontró una serie de obras que no encajaban en filosofía natural, lógica ni ética, por lo que decidió colocarlas después de los libros de física, denominándolas «los que están detrás de la física». Así, la metafísica se refiere al estudio de la realidad en un sentido más amplio y profundo que el abordado por la ciencia.
La Realidad: Definición y Concepciones
La realidad se refiere a todo lo que existe, pero su definición es compleja. Hay dos concepciones principales:
- Restrictiva: La realidad es aquello que podemos experimentar a través de nuestros sentidos o instrumentos (como los átomos o los árboles).
- Amplia: Incluye también realidades subjetivas como sentimientos, ideas, creencias, y entidades inmateriales como la mente, Dios o la justicia.
La metafísica se ha ocupado de clarificar estas cuestiones, y ejemplos como el amor muestran cómo conceptos abstractos también pueden considerarse parte de la realidad, aunque su explicación pueda ir más allá de las ciencias físicas.
El Estudio del Ser según Aristóteles
La metafísica es un saber más amplio que la ciencia, ya que aborda aspectos de la realidad que no son observables. Aristóteles define la metafísica como la ciencia que estudia lo que «es» en su esencia y los atributos inherentes a ello. Según Aristóteles, existen varias formas de «ser», pero todas se refieren a una forma primordial de ser: la «substancia» o entidad, que son los individuos concretos como personas o objetos específicos.
Además, distingue entre:
- Substancias primeras: Individuos concretos.
- Substancias segundas: Especies y géneros.
Explica que los accidentes (como cualidades, tiempo o lugar) dependen de la substancia para existir. Para él, lo verdaderamente real es la substancia, y los accidentes son modificaciones de esta.
Características Fundamentales de la Metafísica
Podemos señalar los siguientes caracteres fundamentales que acompañan a la actitud y reflexión metafísica:
- Aspiración de principialidad: Principio es aquello a partir de lo cual algo es o existe y puede ser conocido.
- Una consideración integradora y totalizadora de lo real: la naturaleza y la historia.
- Interrogación por el sentido de lo “que hay”, de todo lo que existe.
Orientaciones de la Metafísica: Monismo y Pluralismo
Las teorías metafísicas se dividen en:
- Monismo: Sostiene que, a pesar de las aparentes diferencias, todo lo que existe tiene una única naturaleza o esencia fundamental.
- Pluralismo: Defiende que existe una diversidad de naturalezas, esencias o sustancias, y por tanto, una radical heterogeneidad entre las cosas.
El monismo se puede dividir en:
- Materialismo: Coloca la materia como principio fundamental.
- Espiritualismo: Pone al espíritu o la razón como lo primordial.
Metafísica Espiritualista
Existen fenómenos, como la introspección y nuestras vivencias o sentimientos, que nos llevan a pensar que hay una realidad distinta a la que nos muestran nuestros sentidos. Las vivencias internas son experiencias personales a las que solo el individuo tiene acceso directo, aunque puedan influir factores externos como la manipulación de sentimientos o creencias. Este carácter subjetivo e inaccesible de las vivencias podría sugerir la existencia de una dimensión inmaterial o espiritual en nosotros, distinta de la realidad objetiva y material externa.
El espiritualismo sostiene que, más allá de la realidad material percibida por nuestros sentidos, existe una realidad auténtica e inmaterial que no puede ser captada directamente. Quienes adoptan esta postura creen que la mente o el alma, más allá del cuerpo y cerebro, constituyen lo que realmente somos y lo más valioso de nuestra identidad. Esta visión también puede incluir la creencia en una causa o principio superior, como Dios, que da sentido al mundo. El espiritualismo agrupa teorías que defienden que una realidad espiritual subyace a la realidad física, aunque las respuestas sobre qué consiste esa realidad espiritual varían según diferentes planteamientos.
El Idealismo Platónico: Un Ejemplo de Espiritualismo
El idealismo platónico sostiene que existe una realidad espiritual superior a la material, siendo el mundo que habitamos solo una sombra del mundo ideal. Este mundo de las Ideas está formado por entidades eternas, inmutables y perfectas, como las Ideas del Bien, la Justicia, la Belleza y las Matemáticas. Estas Ideas constituyen la verdadera realidad y solo pueden ser percibidas por el entendimiento, no por los sentidos. Las Ideas son las «esencias» de las cosas, como la Idea de belleza, que explica por qué las cosas bellas lo son.
Platón defiende una duplicidad del mundo:
- El mundo visible de las cosas particulares.
- El mundo inteligible de las Ideas.
Estos mundos se relacionan por participación o imitación. Este concepto se ilustra en el «mito de la caverna», donde el mundo de las sombras representa la realidad aparente y el mundo de la luz simboliza la realidad verdadera.
Metafísica Materialista
Definir la materia no es fácil, pero en términos generales, es aquello de lo que están hechas las cosas que percibimos con los sentidos, como los átomos y partículas subatómicas. En filosofía, la materia se ha entendido como el sustrato de los cambios, el elemento de las cosas y lo que percibimos sensorialmente. Un materialista cree que solo lo que podemos conocer a través de la ciencia es real, y considera que los seres humanos somos simplemente animales, sin un alma inmortal separada del cuerpo. No cree en un ser superior ni en realidades espirituales, y da primacía a la realidad material.