Conformados a su imagen

A) LA REALIDAD)

Aristóteles critica la teoría platónica de las ideas, debido a lo cual reformará la metafísica, por lo que comenzaremos por los argumentos en contra de la metafísica platónica, en concreto, en contra de la separación de las ideas, de las esencias, de las cosas sensibles.

1. La crítica de la teoría de las ideas: Podemos enunciar tres argumentos:

a)     Es irracional separar las esencias de las cosas particulares y sensibles, pues no habría modo de decir que la esencia de una cosa es de esa cosa, es decir, no habrá modo de expresar qué es una cosa cualquiera.

b)     El argumento del tercer hombre.
Si un ser humano particular es hombre porque participa de la idea de hombre, entonces sería necesaria una tercera idea que diera cuenta de la relación de participación o parecido del hombre particular y de la idea de hombre entre sí, y así hasta el infinito.

C)     La teoría de las ideas no puede dar cuenta del movimiento, que es lo propio de la realidad que percibimos

Por tanto es necesario reformar la metafísica, la concepción de la realidad. La realidad no será ya la esencia separada de la cosa particular, esto es, la idea, sino que será el individuo particular, la sustancia, concebida como compuesto de materia y forma.

2. La metafísica, ciencia de la sustancia:


Aristóteles va a buscar una ciencia general, de lo que es (de lo ente), en tanto que es, y de los atributos que le corresponden.

Se va a preguntar qué es la totalidad de lo real (la totalidad de lo “ente”, lo que es o existe), y no se va a limitar a una parte de la realidad.

La respuesta: todo lo que es, todo lo ente, es “sustancia” o accidente de la sustancia. Ser es ser substancia o accidente.

Sustancia: es lo determinado, y lo concreto, sustancia es lo que no se dice de otra cosa ni está en otra cosa. Hay dos sentidos de sustancia: 

  1.  el compuesto de materia y forma (esencia)

  2.  la esencia sin materia.

Aristóteles parte de la sustancia primera como la más evidente. La sustancia primera es el substrato de modificaciones, de accidentes. Así todo lo que existe es o sustancia o accidente de la sustancia. De modo que Aristóteles clasificará todo lo que es en “categorías”, en modos generales de ser. La sustancia primera es susceptible de cambio, es lo que cambia.

3. El teleologismo o teoría teleológica del movimiento:


El movimiento es algo propio de la realidad, en concreto, de la sustancia primera.

Parménides y después, Platón, consideraron que el movimiento era contradictorio, irracional, y por tanto las cosas sensibles que cambian y se mueven no eran reales o plenamente reales. Para Aristóteles, las cosas que percibimos, son la auténtica realidad. Pero entonces el movimiento que es lo propio de ellas no puede ser contradictorio, sino real.

Aristóteles va a dividir las sustancias primeras entre las que son naturales y las que son artificiales.

  1. Las sustancias naturales son las que tienen el principio de lo que son y de su movimiento en sí mismas. 

  2. Las sustancias artificiales son las que tienen el principio de lo que son y de su movimiento en otro. 

Las sustancias naturales tienen el principio de movimiento en sí mismas, aspiran a su propia perfección. Al pasar de la potencia al acto las sustancias naturales realizan las potencialidades que las definen y forman parte de su esencia, la cual es el fin al que ellas tienden. La esencia es lo que actualiza las potencialidades de la sustancia natural, la causa (final) de su movimiento.

4. La teoría de las cuatro causas:


Todo lo que es y todos sus procesos de cambio pueden explicarse según Aristóteles por la teoría de las cuatro causas:
  1. La causa formal, que da respuesta a la pregunta por lo que la cosa es: la esencia. 

  2. La causa eficiente: que da respuesta a la pregunta por lo que ha dado lugar o generado a la cosa. 

  3. La causa final: que da respuesta a la pregunta por el fin de la cosa, su función, aquello para lo cual sirve la cosa.

  4. La causa material: responde a la pregunta de que está hecha la cosa, a la pregunta por su materia.

En las sustancias naturales tanto la causa formal como la final y eficiente coinciden. 


5. Dios, primer principio:


Las sustancias naturales no son autárquicas (perecen). Precisan de otro ente que sí se baste a sí mismo para ser y que las mueva y actualice: Dios. Dios se basta a sí mismo para existir (es autárquico) porque es ACTO PURO. Es el ser MÁXIMAMENTE PERFECTO, pues no tiene carencias.

En su Física, Aristóteles prueba a Dios como causa primera de la siguiente manera:

  1. Todo lo que mueve es movido por otro.

  2. No puede haber una serie infinita de causas.

  3. Luego debe haber algo que mueva sin ser movido a su vez: un primer motor (Dios).

  4. Conclusión: Dios es PRIMER MOTOR.

Dios puede mover sin moverse, siendo inmóvil porque todo lo que es tiende a Dios como su fin último, como lo más perfecto, a lo que puede aspirarse. Dice Aristóteles en su Metafísica que Dios mueve como el objeto de amor mueve al amante.

Dios, en cuanto lo más perfecto, es FORMA PURA (sustancia sin materia) y es PENSAMIENTO (nous) DE SÍ MISMO, pues entre lo vivo aquella actividad en que no se precisa materia (la materia supone corrupción, poder no ser) es el pensamiento. Y el objeto de su pensamiento no puede ser sino el objeto más excelente, Dios mismo. 

6. La cosmología:


La cosmología es una imagen completa del universo. La imagen aristotélica del universo perduró por siglos hasta la revolución científica. El universo aristotélico es un universo geocéntrico en el que la Tierra está en el centro y los astros giran alrededor de la Tierra. Ese universo está dividido en dos grandes regiones:
  1. El mundo sublunar, el nuestro, el de los entes inferiores, imperfectos, por ser sustancias corruptibles. Los movimientos son rectilíneos como corresponde a las cosas imperfectas, los cuerpos tienden según su naturaleza a su lugar natural.

  2. El mundo supralunar, superior a la luna, el de los entes o sustancias incorruptibles: los astros. Los movimientos de los astros son circulares, pues se trata de sustancias incorruptibles y más perfectas. Su materia es una materia incorruptible que llama Aristóteles éter. El movimiento de los astros es circular. Y los astros son esferas perfectas.

Todas las cosas tienen un lugar natural y un movimiento propio según su esencia, su cualidad. En esta imagen del universo Dios sería el fin último y primer motor (inmóvil) que mueve el universo en su eterno movimiento circular, como aquello que lo atrae en cuanto que lo más perfecto y deseable.

B) EL CONOCIMIENTO:

1. La clasificación de las ciencias: El conocimiento produce ciencias. Aristóteles clasifica las ciencias en:

  1. Teóricas: No tienen como fin nada distinto al conocimiento mismo.

  2. Prácticas: tienen como fin regular la conducta.

  3. Técnicas: tienen como fin la producción.

  4. Por último hay una ciencia que no es de ningún objeto sino del propio instrumento de conocimiento, del razonamiento. El “órganon”, instrumento, y es la que hoy denominamos lógica.

2. El conocimiento por medio de la abstracción:


El conocimiento es conocimiento de universales (conceptos). Los universales son la esencia pensada. Los universales son obtenidos por medio de un proceso del intelecto denominado abstracción, consistente en extraer de las percepciones de los particulares sus carácterísticas comunes, el universal que define a esos particulares percibidos.

Por tanto, los sentidos son un elemento fundamental en el conocimiento, pues debemos de partir de los sentidos para conocer, para que el intelecto obtenga el universal de la cosa o lo que define a la cosa.

3. La lógica: el silogismo: Aristóteles diferencia dos tipos de razonamiento, el inductivo y el deductivo

  1. El razonamiento inductivo es el que va de lo particular a lo general. No es demostrativo.

  2. El razonamiento deductivo es aquel que va de lo general a lo menos general. Este es el razonamiento demostrativo (tiene mayor interés científico).

La lógica aristotélica estudia sobre todo este tipo de razonamiento deductivo, pues proporciona necesidad. La necesidad es lo propio de la ciencia, esto es, la ciencia aspira a que lo que ella enuncia sea aceptado como necesariamente verdadero, de tal modo que no quepa pensarlo de otro modo.

La lógica estudia la forma del razonamiento correcto, suponiendo que las premisas fueran verdaderas, lo sería necesariamente la conclusión. Pero la lógica no se ocupa de la verdad de los enunciados contenidos en el razonamiento, sino sólo de la corrección formal de éste, de tal modo si su forma es correcta, su verdad se transmitirá necesariamente a la conclusión.

El razonamiento en Aristóteles se denomina silogismo. El silogismo consta de dos premisas y una conclusión. Clasifica las figuras del silogismo según en qué posición del silogismo esté situado el término medio, si en el sujeto o en el predicado de las premisas. Y a su vez clasifica los distintos tipos de silogismo correcto de cada figura según las premisas sean universales o no, afirmativas o negativas. Todos los conocimientos están formados por silogismos.


C) EL SER HUMANO:

La concepción aristotélica del ser humano es dualista en cuanto que el ser humano es un compuesto de materia (cuerpo) y forma (alma).

El alma es forma del cuerpo, informa el cuerpo, y anima la materia, es principio de vida, pues actualiza las potencialidades del ser vivo.

Aristóteles establece que en el hombre hay tres principios de vida o almas:

  1. Alma nutritiva que comparte con plantas y animales, supone capacidad de nutrición y crecimiento.

  2. Alma apetitiva y motora, que comparte con los animales pero no con las plantas, y que supone capacidad de percibir.

  3. Alma intelectiva, que es específica del ser humano y que supone capacidad de pensamiento y de razonamiento. Esto es lo específico nuestro, y también dice Aristóteles, “lo divino en nosotros”, aquello a lo que debemos aspirar.  De ahí que la actividad suprema sea el pensamiento o contemplación y la virtud de la sabiduría, la realización excelente de esa actividad del pensamiento, la que debemos ejercitar.

E) LA POLÍTICA:

Dado que sólo se es virtuoso como buen ciudadano, un hombre solo en la ciudad puede desarrollarse como plenamente hombre, esto es, puede desarrollar las virtudes que le son propias. Por lo que la ética no está separada de la política, sino que la ética forma parte de la política. La política es así la continuación de la ética, la cual es una parte de la política.

Aristóteles considera que el hombre es un animal político, pues además de ser un animal social por naturaleza, lo es como ser dotado de discurso, de palabra.

A diferencia de otros animales, que también pueden ser sociales, el hombre está dotado de la palabra para comunicar lo vergonzoso y lo conveniente, lo justo y lo injusto.

La ciudad no es por tanto una sociedad para satisfacer las necesidades puramente físicas, sino que surge para vivir bien. 

Pero el hombre sólo puede desarrollarse plenamente como hombre, realizar sus fines y ejercitar sus virtudes, en sociedad. La ciudad surge no para meramente vivir, no para sobrevivir, sino para vivir bien.

Por último, la política debe tratar el problema de cuál es el mejor gobierno para obtener esa vida buena. 

En su respuesta, Aristóteles dará una respuesta más unitaria:  el mejor sistema político es el más estable, para lo cual debe predominar la clase media, en vez de dominar el demos (pueblo) o la aristocracia.

Aristóteles clasificará los regíMenes políticos así:

  1. La monarquía, gobierno de uno.

  2. La aristocracia, gobierno de los pocos y de los mejores (los nobles).

  3. La democracia, gobierno del pueblo, de la mayoría.

Los regíMenes en los que degeneran y se corrompen, por no estar orientados al bien común, sino al interés privado de los gobernantes, son los siguientes:

  1. La monarquía degenera en tiranía, en el cual uno solo gobierna y lo hace en su propio interés.

  2. La aristocracia degenera en oligarquía: en que los ricos y poderosos gobiernan, no para el bien común, sino para su propio beneficio.

  3. La democracia degenera en demagogia: en que el poder se ejerce con el apoyo del pueblo y contra los ricos.

Por tanto, Aristóteles defenderá que el Estado perfecto es aquel en el que predomine la clase media, pues en él hay un término medio entre dos extremos, que dota de estabilidad el gobierno; en él no se gobierna ni contra los pobres ni contra los ricos, y ese sistema será un régimen mixto entre la democracia y la aristocracia. A ese régimen mixto lo llama «república» (politeia).

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