Contexto Histórico, Cultural y Filosófico de Platón: Influencia en la República y el Mito de la Caverna

Contexto Histórico, Cultural y Filosófico que Influye en Platón

Contexto Histórico

El contexto histórico de la filosofía platónica se sitúa en la ciudad-estado griega durante el último tercio del siglo V a.C. y la primera mitad del siglo IV a.C., especialmente en la ciudad de Atenas, que había sido derrotada en las Guerras del Peloponeso y se vio sometida a la hegemonía de Esparta.

Este periodo fue muy agitado en lo político y en lo social: continuas crisis de gobierno, luchas internas por el poder y exilios forzosos o voluntarios jalonan la convivencia ateniense. Tras la victoria de Esparta sobre la Atenas democrática, la democracia entró en una auténtica crisis de fundamentos, junto a continuas guerras por el poder político.

Como en casi todas las ciudades, en Atenas se distinguían dos clases sociales: la alta y el resto de los ciudadanos libres (sin contar los esclavos). Los primeros no sentían gran simpatía por la democracia, sino que preferían la oligarquía espartana. Esta situación llevó a Platón a reflexionar por qué ningún gobernante, sea tirano o demócrata, había sabido mejorar a los ciudadanos y, más grave aún, por qué un jurado no supo ver que Sócrates era un hombre justo y lo condenó a muerte.

Platón responde en La República (de esa manera influye en la obra la situación histórica del momento) que los ciudadanos y sus gobernantes no saben lo que es la justicia. La misión de la política es fundamentalmente la educación de los gobernantes; ellos conocerán qué es lo mejor para el estado y sabrán hacerlo con justicia.

Contexto Cultural

El contexto cultural viene representado por tres fenómenos decisivos:

  • El apogeo de la literatura dramática ateniense, donde se reflejan los problemas políticos y sociales de la época.
  • El florecimiento espectacular de la plástica griega y de su arquitectura cívico-religiosa.
  • La culminación del resto de géneros literarios, en especial la retórica, que justifica al régimen de los Treinta Tiranos.

Contexto Filosófico

El contexto filosófico se divide en tres rasgos fundamentales:

a. La crítica del pensamiento de Heráclito y, con él, a los filósofos naturalistas, y la apuesta por la vía de la identidad del pensar propia de Parménides. Para Parménides, la realidad, el ser, es lo que no varía, además de ser inmóvil, finito en el espacio, infinito en el tiempo… y, lo más importante, el objeto de la ciencia, que solo puede ser captada con la razón. Son las características que Platón asignará a las ideas, influenciadas por este autor. Por el contrario, la diversidad de las cosas y sus transformaciones, tal como lo percibimos a través de los sentidos, no son realidad, sino solo apariencias engañosas que solo pueden ser captadas con los sentidos. Este conocimiento fue llamado por los dos autores “opinión”.

b. En segundo lugar, la crítica a los planteamientos del relativismo y el escepticismo de la sofística, que Platón ve como una afrenta a la dignidad y al poder del pensamiento filosófico. Para ellos, la educación tiene una finalidad práctica inmediata, basada en la enseñanza de la retórica, el uso del lenguaje como medio de persuasión. Platón no lo ve así, y toda su obra es una crítica a la explicación sofista del hombre y al modelo educativo instaurado por ellos. A pesar de estas duras críticas que Platón dirigió a los sofistas, consideró que, entre sus teorías, al menos una era válida: la teoría de la percepción de Protágoras. Para este autor, el hombre no percibe las cosas como son, sino tal como se le aparecen a través de los sentidos. Platón aplicará esta teoría para el conocimiento del mundo sensible, que ya sabemos que no es verdadero conocimiento.

c. Por último, la influencia de su maestro Sócrates. Esta influencia es tan importante que es difícil distinguir hasta dónde llega el pensamiento de uno y el del otro. El tema de la búsqueda socrática de la definición o el qué de las cosas conduce al planteamiento platónico de la idea como expresión prototípica de la realidad y su conocimiento. Por otro lado, la preocupación socrática por la virtud y el intelectualismo moral es la principal vía para plantear que el conocimiento de la idea del bien es el requisito indispensable para la vida feliz a nivel individual y para el justo y recto gobierno de la ciudad. El método para conseguir ese conocimiento será tomado de Sócrates, este afirma que para alcanzar los elementos comunes que se hallan de forma innata en el interior de cada uno de nosotros hay que utilizar el método dialéctico o el diálogo. Platón no solo aceptó la idea de los conceptos universales, sino que utilizará su método, el dialéctico, para alcanzar también el auténtico conocimiento.

Contextualización de la Obra y del Texto

La República, obra a la que pertenece el texto, está escrita como casi toda la obra platónica: en forma de diálogo. Esta muestra a Sócrates, personaje principal, exponiendo una filosofía, y sus interlocutores se limitan a asentir, a recabar información o a darse cuenta de su ignorancia. La República consta de diez libros. El libro VI distingue al falso filósofo del verdadero, en el sentido que esta última tiene por objeto de estudio el bien en sí. Se inicia entonces un acercamiento teórico a la idea del bien. El libro VII comienza exponiendo el “mito de la caverna” y está dedicado a la educación del filósofo-gobernante. Estos temas tienen su origen, como hemos visto, del contexto en el que surge la obra.

Las ideas más importantes del libro VII, que se centra en el mito de la caverna, son:

  • a. Alegoría de la caverna: descripción de cómo viven los prisioneros sometidos a las tinieblas interiores.
  • b. Narración de la liberación de estos hasta llegar a la luz exterior.
  • c. Interpretación de la alegoría: cómo el alma atada al cuerpo pasa del mundo sensible al mundo inteligible, de la luz al bien.

Aunque este texto pertenece a La República, el libro VII, centrado en el mito de la caverna, habla sobre la posible liberación de uno de los prisioneros, referido en el punto b del esquema anterior.

Comentario del Texto

Explicación de las Expresiones Subrayadas

  • Sombras: En el mito de la caverna, los prisioneros están obligados a ver unas imágenes proyectadas en la pared por medio de un fuego. Estas sombras son imágenes de los objetos fabricados y estos, a su vez, de las ideas.
  • Lo real: El mito de la caverna está separado; una parte ocurre dentro de una cueva donde están los prisioneros y el exterior de la cueva donde, para Platón, se encuentra la verdad, lo real, el mundo de las ideas.

Identificación y Explicación del Contenido del Texto

Todos los filósofos griegos son metafísicos; el texto es de tipo ontológico. En el texto se nos cuenta cómo, al ser liberado de sus cadenas uno de los prisioneros y ser forzado a levantarse, volver el cuello y marchar mirando a la luz, sufrirá a causa del encandilamiento, incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Todo ello le sumirá en un estado de confusión, de tal manera que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora.

Este texto está estructurado en dos partes:

  • Primera parte: desde que comienza el texto hasta»cosas cuyas sombras había visto ante». En ella, Platón nos habla sobre uno de los prisioneros, el cual es obligado a ver la verdad, y su reacción.
  • Segunda parte: empieza en»¿Qué piensas que respondería…» y acaba en»…más verdaderas que las que se muestran ahora». En esta segunda parte se le revela la verdad al prisionero y este, confundido, no identificará la verdad como lo que ahora ve, sino que pensará que es más real lo que veía antes.

En este texto de Platón, se nos habla sobre el mito de la caverna, pero en este caso solo del interior, donde los prisioneros atados en una caverna de la que no pueden salir, son obligados a ver en la pared de la caverna (la caverna representaría el mundo sensible) las sombras de objetos fabricados (que serán nuestros objetos del mundo sensible) proyectados por un fuego que representa nuestro sol sensible.

Justificación desde la Posición Filosófica del Autor

El prisionero, como dice el texto, es obligado a mirar hacia atrás, ver el fuego, las verdaderas imágenes de lo que veía en la pared, y este negaría lo que está viendo, creyendo más real lo que veía antes. Pues bien, Platón, mediante la dialéctica, pretende que su alumno tenga un movimiento ascendente hacia la verdad. Esto tiene también su explicación en el mito de la caverna, el cual se libera por su propia voluntad de las cadenas y sale al exterior de la caverna, que será el mundo de las ideas, viendo los reflejos en las aguas de los objetos reales (esto representa a los entes matemáticos), luego las cosas reales que son las ideas y, por último, el sol en su verdadero esplendor, que es la idea del bien. Según Platón, la dialéctica se componía del ascenso, anteriormente tratado, en el cual el prisionero llega a la verdad. Pero Platón no pretende quedarse solo, sino que quiere mostrárselo a sus amigos de la cueva. Esta parte sería el descenso, el cual se alcanza al nacer o cuando queremos instruir. El prisionero, tras ver todo el exterior, vuelve a la caverna y le cuenta a sus compañeros de la caverna lo que ha visto, mostrándoles el verdadero significado de las sombras que ven y de dónde proceden realmente. Sus compañeros, realmente confusos, no entienden lo que les está explicando y reaccionan saliendo en protección de lo que ellos creen que es la verdad, que son las sombras que ven, llegando incluso a matar a su compañero.

Relación del Tema o el Autor con Otra Posición Filosófica y Valoración Razonada de su Actualidad

Relación con la Filosofía de Aristóteles

En el texto se habla y se trata de un tema óntico-epistemológico en vez del tema principal de La República, que es ético-político y pedagógico. Sin embargo, Aristóteles entendía la realidad de otro modo. Negó la existencia del mundo de las ideas. Para él, las ideas no se encontraban en un mundo aparte, como afirmaba Platón, sino en las propias cosas singulares y concretas, de donde las obtenemos por medio de la abstracción, que era la forma en la que Aristóteles interpretaba el conocimiento.

Para Aristóteles, eran falsas las preexistencias de las almas y de los conocimientos innatos. El conocimiento se adquiere a través de los sentidos. Él distinguió en los humanos dos clases de facultades: las sensitivas y las intelectuales:

  • Las facultades sensitivas estaban compuestas por los sentidos externos e internos.
  • Las facultades intelectuales estaban formadas por el entendimiento agente, que realiza la abstracción de las esencias, mientras que el paciente las recibe.

Para Aristóteles, los sentidos conocen las cosas singulares y concretas mediante las sensaciones, mientras que el entendimiento conoce las esencias universales mediante las ideas. Para él, el conocimiento humano era el conocimiento intelectual. Así explicaba Aristóteles la abstracción:

  • A partir de los datos sensibles suministrados por los sentidos externos, aprehendemos los datos de los objetos sensibles y, una vez aprehendidos, se transmiten a los sentidos internos, donde se conservan y se combinan entre sí.
  • Una vez que los datos se encuentran en los sentidos internos, interviene el entendimiento agente, que prescinde de los contenidos materiales, singulares y concretos, y abstrae los datos formales comunes y universales, que son conocidos por el entendimiento paciente.

En términos ontológicos, podemos afirmar que Aristóteles está de acuerdo con Platón en que conocemos esencias. Sin embargo, para Aristóteles no se encuentran en un mundo separado y aparte, sino en los propios objetos singulares y concretos, de donde se obtienen por medio de la abstracción. Para ellos, el conocimiento elevado es el inteligible. Los reflejos en las cosas reales mismas (ideas) y, por último, al mismo sol en todo su esplendor (idea del bien). La salida de la caverna del hombre liberado de sus ataduras representa el camino del filósofo que sube desde la oscuridad a la verdad, del mundo de las sombras al descubrimiento del ser y del conocimiento de la verdad. En cuanto al movimiento, Platón lo negó en el mundo de las ideas, pero admitió que existía movimiento en el mundo de las cosas. Aristóteles, por su parte, rechazó esta postura porque, según él, separaban.

Actualidad de Platón

1. Los fragmentos comentados giran en torno a la educación, tema al que nuestra sociedad concede una gran importancia porque asume la idea platónica de que la educación es el principal medio para mejorar al hombre. Sin la radicalidad del intelectualismo moral socrático, nuestra sociedad asume que la educación hace a los hombres éticamente mejores y que es el mejor medio para acabar con las desigualdades sociales, criminalidad, drogadicción y otros problemas sociales. Pero, sobre todo, e igual que Platón, defendemos la idea de que lo más importante es la educación en valores. No se trata de transmitir contenidos, sino de que los alumnos y ciudadanos adquieran los valores democráticos de respeto, tolerancia y defensa de los derechos humanos.

2. La política de Platón también es un tema que puede conectar con nuestra época. Platón está preocupado por cómo debe ser el gobernante. Este debe colaborar para hacer mejores a sus ciudadanos y ayudarles a alcanzar la felicidad. Por lo tanto, Platón critica a quienes utilizan la política como medio para enriquecerse o ascender en la escala social, algo que parece estar de plena actualidad en el caso de nuestros dirigentes. Estos olvidan que el deber de un buen político es buscar el bien de los ciudadanos. La sociedad entera acepta la posición platónica de que la actividad política no se debe separar del compromiso ético. Los gobernantes deben ser quienes mejor hayan asumido los valores éticos.

3. La distinción platónica entre un mundo de sombras y un mundo real podemos verlo reflejado en la crítica que se lanza desde tantas posiciones a los medios de comunicación, especialmente a la televisión, por presentar un mundo deformado, personajes con una vida totalmente ideal que no se ajusta a la de los ciudadanos, productos que el hombre quiere conseguir a toda costa, aunque dedique toda su vida a trabajar para conseguirlos. Todos han aprendido que la felicidad consiste en comprar. No interesa para nada los informativos dedicados a las desigualdades y desequilibrios de nuestro mundo. Pero siempre que se adopta una postura crítica con respecto a nuestra»caverna mediátic», la televisión, estamos entrando en contacto con la filosofía platónica. Nuestra radical humanidad nos exige asistir a la función siendo algo más que meros espectadores; nuestra naturaleza social nos obliga a la tarea de construir un mundo más amable, respetuoso y solidario. Se hace imprescindible, por tanto, desarrollar una sensibilidad moral que nos haga responsables y portadores de un talante que, trascendiendo los propios intereses, pueda dar testimonio de solidaridad y búsqueda de la felicidad colectiva.

4. En general, el dualismo universal de Platón (dos mundos, dos vidas, dos sustancias en el hombre…) ha sido objeto de adhesiones constantes como las indicadas anteriormente. Pero tampoco puede olvidarse la fecundidad del pensamiento de Platón, también en el caso en que ha sido el centro de críticas severas. Recordemos, sobre todo, las de Nietzsche a los dos mundos y a las dos vidas, e incluso las de Marx en un sentido parecido. Tampoco podemos olvidar que, aunque todas estas ideas puedan tener algún aspecto positivo, parece que Platón descartó la democracia como el mejor sistema político.

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