Contexto Histórico-Cultural
La novedad de la Europa bajomedieval es el renacimiento de la vida urbana. A partir del siglo XI, numerosas ciudades crecen y otras nacen como consecuencia del desarrollo de la producción artesanal y del comercio, que fue posible gracias a la paz recuperada en los caminos, el aumento de la acuñación de la moneda y la creación de la banca.
Con el renacer de las ciudades aparecen los burgueses (mercaderes, maestros). Esto llevó al florecimiento de la arquitectura. El románico dio paso al gótico y a la construcción de las catedrales, pero también a los edificios que respondían a las necesidades de la nueva sociedad: ayuntamientos, lonjas, universidades…
La población seguía viviendo en el campo, allí dominaba la aristocracia señorial. En sus extensas propiedades se ejercían atribuciones jurisdiccionales sobre los campesinos. La tierra seguía siendo la base de la economía. La expansión de los siglos XI-XIII fue una expansión agraria que tuvo consecuencias demográficas: la población europea aumentó en un 125%.
La Europa bajomedieval era sinónimo de cristiandad, era una sociedad dominada por el pensamiento teocéntrico. Las transformaciones socioeconómicas tuvieron su repercusión en la iglesia: se fundaron las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos, esta última fue en la que ingresó T.A. -Tomás de Aquino-). Estas eran muy diferentes a las órdenes monacales: predicaban y combatían a judíos y musulmanes.
El desarrollo económico y urbanístico trajo el auge intelectual. La cultura se trasladó de los monasterios rurales a los núcleos urbanos (las universidades). La Suma de Teología es fruto de esa necesidad de formación. Esta suma es un “manual”.
Contexto Filosófico
El segundo elemento clave para entender la Suma de Teología es el redescubrimiento de la filosofía aristotélica. La nueva fuente de conocimiento generó una gran convulsión. Aristóteles negaba la creación y reducía la inmortalidad al entendimiento agente. El cristianismo defendía la creación y la inmortalidad del alma individual.
Los grandes pensadores del momento se enfrentaron al problema. San Buenaventura sobresalió en la defensa del platonismo agustiniano, sostuvo que la verdad está en la interpretación de la Biblia. Desde una posición opuesta se propuso la teoría de la doble verdad: una de fe y otra de razón. Por lo tanto, las contradicciones entre la Biblia y Aristóteles no son un problema.
T.A. también convirtió a Aristóteles en su referencia, se opuso a las posiciones platónico-agustinianas, pero también criticó la teoría de la doble verdad. Según él, la verdad es una y es conocida tanto por la fe como por la razón.
Los filósofos griegos habían deducido de la naturaleza humana, las normas morales. La Biblia defiende una ley eterna a la que debe ajustarse la moralidad. Para T.A., la moral se funda en la naturaleza y por Dios.
Crítica de Ockham a la Demostración Racional de Dios
En el primer artículo se desarrollan cinco argumentos para demostrar racionalmente la existencia de Dios. Para T.A., Dios es lo primero en el orden del ser, pero no en el orden del conocimiento, aunque es el fundamento de todo. La razón especulativa puede demostrar algunas verdades reveladas, como la existencia de Dios y sus atributos. Estas verdades construyen los preámbulos de la fe.
Ockham criticó la existencia de verdades divinas demostrables racionalmente. Para este franciscano, la existencia de Dios no puede ser probada, dice que el conocimiento natural del ser humano es la intuición. Se caracteriza porque siempre es conocimiento de lo singular, es cierto, inmediato y se concibe al modo de la visión.
Frente a las demostraciones racionales, el franciscano propone la intuición sensible directa como único modelo válido de conocimiento humano. Por eso, puesto que no tenemos una intuición directa y sensible de Dios, no podemos afirmar racionalmente su existencia.
Crítica de Ockham a la Ley Natural. El Voluntarismo Moral
El segundo artículo se pregunta si la ley moral está formada por muchos preceptos o solo por uno. T.A. organiza su moral en torno al concepto de ley natural: lo moral es lo que se ajusta a los preceptos de la ley natural.
Ockham dice que no hay una ley natural que la razón práctica pueda deducir del análisis de las tendencias naturales del ser humano y que la moral no puede consistir en el seguimiento de unos preceptos así descubiertos. Tiene dos argumentos:
- La ley natural iría contra el primer precepto de la fe, la omnipotencia de Dios, pues esta ley natural limitaría la libertad divina. Si lo moral fuera lo que se ajusta a unos preceptos deducidos de la naturaleza humana, los mandatos divinos siempre deberían acomodarse a esa naturaleza y Dios dejaría de ser omnipotente. Lo bueno no sería lo que Dios estableciera, sino lo que se dedujera de la naturaleza humana.
- El nominalismo moderado de Ockham le lleva a concluir que la naturaleza humana es un universal cuya existencia es contradictoria. No puede existir una sustancia que sea a la vez universal y singular. Solo hay sustancias singulares puramente contingentes, no existe una naturaleza humana de la que deducir la ley natural.
Esto no solo conduce a Ockham a criticar la ley moral tomista, sino también a buscar una nueva fundamentación de la moral alejada de la ley natural, esa será la libre voluntad divina. Esta posición sostiene que lo moral depende solo de la voluntad divina. Dios prescribe lo bueno y prohíbe lo malo. Solo en los mandamientos divinos podemos encontrar un criterio que justifique nuestra moral.
La Cuestión de Dios está Siempre de Actualidad
El ser humano siempre se preguntará si Dios existe. Lo que aquí nos interesa no es la creencia en Dios, nos preguntamos si el intento tomista de demostrar racionalmente la existencia de Dios sigue teniendo actualidad.
Millones de seres humanos razonan que “esto no puede estar aquí porque sí” y el mundo necesita una explicación en cuanto al origen. Una versión actual científica es la teoría del diseño inteligente, es un nuevo intento de demostrar la existencia de Dios.
El complejo origen del universo no puede tener su origen en el mero azar, se hace necesario un diseñador que introduzca orden, complejidad y finalidad. Se plantea la demostración de la existencia de Dios.
Esta doctrina ha intentado imponerse en las escuelas públicas americanas. Sus seguidores argumentan que el darwinismo y sus posteriores desarrollos no están totalmente demostrados. El diseño inteligente y el evolucionismo deben enseñarse en igualdad de condiciones o ambos deben desaparecer de las aulas.
En Europa está entrando con fuerza, sobre todo a través de Holanda e Inglaterra. En internet encontraremos muchas páginas que la enfocan desde el diseño inteligente.
Francisco J. Ayala sostiene que no hay contradicción necesaria entre la ciencia y las creencias religiosas. Se puede ser partidario de esta teoría científica del origen de las especies y creer en un Dios creador, personal y providente.
El Papel de la Moral
La moral tomista se trasluce en la posición de la iglesia actual cuando difunde su mensaje. El Vaticano y la Conferencia Episcopal Española critican la legislación que no se ajusta a sus principios. Las leyes del divorcio, de la interrupción del embarazo, el matrimonio entre personas del mismo sexo o de la investigación con células madre son objeto de continuos ataques desde las autoridades eclesiásticas.
El pensamiento católico rechaza que el parlamento tenga legitimidad para aprobar las leyes. La iglesia española entiende que este tipo de leyes van contra el ser humano, son leyes antihumanas y antinaturales. T.A. defendió que el cristiano no está obligado a cumplir las leyes del estado que no sean conformes a la ley natural.
La política quedaría ligada a determinadas posiciones morales, pues se hace depender la validez de la ley positiva de su coherencia con la moral católica.