Contexto y Crítica Filosófica de Nietzsche en ‘El Crepúsculo de los Ídolos’

Contexto Sociocultural y Filosófico del Siglo XIX

Contexto Sociocultural

En el ámbito social, se observa un intento de lucha contra el analfabetismo, evidenciado por la obligatoriedad de la enseñanza primaria, la proliferación de periódicos y revistas, y el fortalecimiento de la Universidad. Europa experimenta una transformación profunda: la sociedad estamental da paso a las «clases sociales». La burguesía capitalista e industrial se beneficia de esta nueva situación, mientras que, paralelamente, surge el proletariado ante la creciente demanda de mano de obra en las ciudades en expansión.

En el ámbito cultural, destaca el Modernismo, que trae consigo un componente vitalista y de esperanza, con la creencia de que la industrialización contribuye al avance tanto material como espiritual. También sobresale el término Impresionismo, aplicado en diversas artes como la música y la literatura, aunque su vertiente más conocida y precursora es la pintura impresionista, desarrollada principalmente en Francia. En el campo científico, la biología cobra gran importancia con la teoría de la evolución de Darwin. En física, se producen avances significativos como la teoría de la luz, la teoría cuántica y la teoría de la relatividad, que preparan el terreno para la gran revolución científica de principios del siglo XX. En este contexto, emerge la figura de Wagner, compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán.

Contexto Filosófico de Nietzsche

Nietzsche no era filósofo de profesión, sino filólogo, por lo que el contexto filosófico no es tan determinante en relación con su obra. El único filósofo que influye directamente en Nietzsche es Schopenhauer, de quien toma el concepto de voluntad. En la segunda mitad del siglo XIX, se produce una reacción contra el idealismo y se intenta recuperar la filosofía de Kant. Además, en muchos sectores predomina el positivismo. Son contemporáneos de Nietzsche algunos filósofos de la izquierda hegeliana, como Marx y, sobre todo, Hegel. En Inglaterra, dominan el utilitarismo y el positivismo, y comienza a surgir la filosofía del lenguaje, que será la base de la filosofía analítica.

‘El Crepúsculo de los Ídolos’: Crítica a la Cultura Occidental

Nietzsche parte de la premisa de que la cultura occidental está viciada desde su origen, debido a la influencia de la filosofía de Platón. Considera que es una cultura racional y dogmática y, por lo tanto, decadente, ya que se opone a la vida y a los instintos. Para él, es necesario criticar el dogmatismo para eliminar el error de base. Nietzsche realiza una crítica integral que abarca todos los aspectos de la cultura europea: el mundo racional, el mundo religioso y el mundo moral.

Crítica a la Moral

El principal error de la moral tradicional, según Nietzsche, es su antinaturalidad, su oposición a la naturaleza y a la vida. La base filosófica de esta moral es el platonismo, que sitúa el centro de gravedad en el mundo de las ideas, afirmando la existencia de un orden moral del mundo que dirige la historia de los hombres desde fuera. Sin embargo, para Nietzsche, la vida es lo único real; la moral es ficción, falsedad.

Nietzsche distingue dos tipos de moral:

  • Moral de los señores: Propia de los espíritus elevados, que ama la vida, el poder, la grandeza y el placer. Es la moral del superhombre, representada por el dios Dionisios (Baco).
  • Moral de los esclavos: Es la inversión de los valores: dolor, humildad, compasión. Estos valores son contrarios a la vida y nacen con el cristianismo. Está representada por el dios Apolo.

Nietzsche constata un creciente predominio de los valores de los débiles sobre los fuertes a lo largo de la historia: los débiles han logrado imponer su criterio a los fuertes.

Crítica a la Religión Cristiana

Según Nietzsche, toda religión nace del miedo, de las angustias y de las necesidades, de la impotencia que siente el hombre en sí mismo. Por lo tanto, ninguna religión ha contenido jamás ninguna verdad.

El cristianismo ha invertido los valores de la antigua Grecia y Roma, que eran valores de vida, y ha creado un mundo ideal, celestial, desvalorizando el mundo terrenal. Esta crítica tiene precedentes en la Ilustración (Feuerbach). Nietzsche interpreta el cristianismo como una moral vulgar que se opone a los valores de la verdadera virtud. Esta vulgaridad proviene de Dios, que ha sido el gran obstáculo contra la vida, y por eso hay que acabar con él.

Crítica a la Filosofía Tradicional

La filosofía tradicional es dogmática: considera el ser como algo estático, fijo, inmutable y abstracto. Pero, para Nietzsche, ese ser no existe. No hay conceptos estáticos, solo existe el devenir (de ahí su admiración por Heráclito y Hegel). Solo existe el mundo de las apariencias, los fenómenos. Tampoco existe el noúmeno.

La Muerte de Dios

La muerte de Dios representa la liberación de un gran peso que oprime al hombre. La idea de Dios es lo que impide al hombre alcanzar la condición de superhombre: para que el hombre viva, Dios debe morir. La muerte de Dios significa el derrumbe de los pilares que sostenían la tradición, la historia y la cultura de Occidente. No hay lugar para Dios en la cultura moderna. Con la muerte de Dios, el hombre se libera a sí mismo y comienza una nueva historia, la verdadera historia, en la que el hombre puede convertirse en el creador de su propio destino.

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