El Contrato Social: Locke y Rousseau
El Contrato Social de John Locke
John Locke sostiene que, en el estado de naturaleza, los seres humanos se rigen por leyes morales naturales, descubiertas a través de la razón, que les otorgan derechos fundamentales como la vida, la libertad y la propiedad. Sin embargo, los conflictos surgen porque algunas personas defienden sus derechos con excesivo celo, generando disputas.
Para solucionar estos problemas, Locke propone un pacto social en el que los individuos crean una autoridad superior encargada de garantizar el respeto a los derechos y libertades de todos. A diferencia del modelo de Hobbes, en este pacto los ciudadanos no ceden sus derechos naturales, sino que los conservan, excepto el derecho de defenderlos por sí mismos, que entregan al Estado. A cambio de esta cesión, los ciudadanos adquieren un derecho fundamental: el de rebelarse si el Estado no cumple con su propósito de proteger sus derechos y libertades.
El Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau sostiene que, en su estado natural, el ser humano era un “buen salvaje” guiado por sus instintos y sentimientos, pero la propiedad privada introdujo la desigualdad y la corrupción de la sociedad. Para solucionar esto, propone un contrato social basado en dos pilares: la búsqueda del bien común, resultado del acuerdo entre los ciudadanos, y la formación de una voluntad general que represente los intereses colectivos.
A diferencia de Hobbes y Locke, Rousseau no plantea la cesión de derechos ni el sometimiento a una autoridad superior. En su visión, el contrato social transforma al individuo, que deja de actuar solo en su propio interés para convertirse en un miembro activo de la sociedad, alineando su voluntad con la del conjunto.
Racionalismo, Empirismo y Criticismo: Tres Perspectivas Filosóficas
Existen tres posturas filosóficas enfrentadas sobre el papel de los sentidos y la razón en el conocimiento: racionalismo, empirismo y criticismo.
Racionalismo
Sostiene que el único conocimiento válido proviene exclusivamente de la razón. Los racionalistas desconfían de los sentidos, ya que consideran que pueden inducir a error. Distinguen entre conceptos basados en la experiencia y aquellos generados por la razón, siendo estos últimos la base del conocimiento.
Empirismo
Se opone al racionalismo, afirmando que los sentidos son la única fuente de conocimiento fiable. La razón solo puede operar sobre los datos que provienen de la experiencia sensible, negando la existencia de conceptos innatos.
Criticismo
Propone una postura intermedia. Coincide con el empirismo en que el conocimiento debe basarse en la experiencia, pero también acepta con el racionalismo que existen conceptos e intuiciones independientes de la experiencia. No obstante, considera que estos conceptos solo generan conocimiento cuando se aplican a los datos sensibles, siendo la función de la razón organizar dicha información para que el sujeto pueda conocerla.
La Teoría del Caos
La teoría del caos, propuesta por Edward Lorenz, sostiene que una pequeña variación en las condiciones iniciales de un sistema físico puede generar enormes e impredecibles diferencias en su resultado. Esta idea se conoce como *efecto mariposa* y significa que nuestras predicciones sólo son fiables a corto plazo.
Por otro lado, el científico ruso Ilya Prigogine amplió esta teoría al afirmar que ciertos sistemas naturales pueden generar fenómenos completamente nuevos, algunos de los cuales incluso obedecen leyes distintas a las que regían los fenómenos anteriores.
Saber, Creencia y Opinión: Grados de Conocimiento
- Ignorancia: Es la total carencia de conocimiento sobre un tema o incluso sobre la existencia de algo. En este estado, no hay objeto de conocimiento, ya que se desconoce completamente el asunto.
- Duda: Se caracteriza por la incertidumbre sobre algo. A diferencia de la ignorancia, la duda tiene un objeto (se duda de algo), pero no se compromete el sujeto con la verdad. Es una forma débil de conocimiento que abre la posibilidad de alcanzar el saber, aunque aún no hay certeza.
- Opinión: El sujeto se compromete con la verdad de algo basándose en una confianza personal, aunque carezca de pruebas sólidas. A diferencia de la duda, en la opinión existe confianza en la veracidad de lo conocido, aunque sigue sin estar completamente asegurado. Es el conocimiento común o cotidiano.
- Creencia: Similar a la opinión, la creencia implica un compromiso con la verdad de algo, pero esta confianza proviene de una fuente externa (como una autoridad o una doctrina). Un ejemplo típico es la creencia religiosa, que no se respalda con pruebas, pero involucra una aceptación profunda y personal.
- Saber: El conocimiento sólido y seguro. Se caracteriza por la capacidad de justificar racionalmente lo que se sabe. Es el único tipo de conocimiento que puede ser probado y comprobado por otros. A diferencia de los otros grados, el saber es objetivo y tiene una base verificable.
El Objetivo: La Verdad
Cuando buscamos conocer algo, nuestro objetivo es alcanzar la verdad y descartamos aquello que se demuestra falso. Sin embargo, no siempre es claro en qué consiste la verdad ni cómo reconocerla, por lo que a lo largo de la historia han surgido diversas teorías para distinguir lo verdadero de lo falso.
La verdad puede entenderse en dos sentidos: en relación con la realidad, donde significa autenticidad y se opone a la apariencia, y en relación con el conocimiento, donde se refiere a proposiciones o juicios y se opone a la falsedad. El enfoque aquí será sobre este segundo sentido, es decir, la verdad en el ámbito del conocimiento.