2. DUALISMO EPISTEMOLÓGICO:
En esta redacción se da por sentado que existen dos grados de saber que nos lleva a plantearnos distintas cuestiones: ¿Qué es la verdad?¿Podemos alcanzar conocimiento cierto de la realidad?
¿Es lo mismo opinar que conocer?
. A lo largo de esta redacción contestaremos a estas preguntas y comentaremos la relación entre esta teoría del conocimiento y la teoría de la realidad.
Según la teoría platónica la división entre dos mundos lleva también a la distinción entre dos formas de conocimiento.Platón afirmará que sólo podemos conocer verdaderamente lo universal, lo eterno, lo inmutable, es decir, el Mundo de las Ideas. Entonces, el mundo sensible por otro lado será mera opinión. Como nos muestra en el “Símil de la Línea” hay dos formas de conocer: OPINIÓN, que se produce a través de los sentidos (el cuerpo) y CIENCIA, que actúa mediante la razón (el alma). Cada una de estas formas de conocer cuenta con un objeto distinto: el objeto de los sentidos (opinión) es lo concreto, particular y mudable, en cambio, el objeto de la razón (ciencia) será lo universal y eterno.
En el símil de la línea Platón nos plantea dibujar una línea dividida en dos, una para el mundo sensible y la otra para el mundo inteligible.
Dentro de la zona correspondiente al mundo sensible lo volverá a dividir en dos, una parte para las sombras y otra para los objetos. Podemos encontrar también el mundo inteligible dividido, una parte para los entes matemáticos y en la esfera superior los objetos éticos y estéticos. Este es el mundo de las Ideas. Platón enfrentará las dos formas de conocer mencionadas. De un lado, los entes inmutables y eternos, las ideas que pueden ser “concebidas más no vistas”, son objetos de conocimiento intelectual pero no sensible. Y del otro, los objetos sensibles que pueden ser “vistos más no concebidos”, objeto de conocimiento sensible.
Hay que tener muy presente que Platón no va a considerar el mundo sensible como verdadero conocimiento sino que este será mera opinión o doxa. Este además, será el conocimiento propio de los hombres que no tienen educación y se divide en dos niveles:
La Imaginación, es el grado de conocimiento más bajo y tiene por objeto las imágenes.
La creencia, se centra en los objetos sensibles y como el mundo sensible está sometido al cambio sus enunciados no son estables.
El conocimiento del mundo inteligible, que es el verdadero conocimiento o episteme, es propio de los filósofos y comprende de dos niveles:
Pensamiento, se obtiene al razonar partiendo de hipótesis que tomamos por verdaderas, sin cuestionarlas, y de ellas se derivan conclusiones. Las matemáticas.
Conocimiento, partiendo de hipótesis cuestionadas se llega a la hipótesis del origen de todas, a la Idea de Bien.
Encontramos las matemáticas y dialéctica que son disciplinas que forman parte del conocimiento del mundo inteligible, pero se refieren a entes distintos. Las matemáticas son una preparación hacia la dialéctica, es decir, son aquellas que nos dan el verdadero conocimiento, el de la Idea del bien, la luz de todo. Las diferencias entre ambas son:
Las matemáticas parten de hipótesis cuya verdad no es cuestionada y a partir de ellas deduce conclusiones. La dialéctica, por el contrario, también parte de hipótesis pero esta sí que las somete a una prueba dialéctica.Siguiendo el método socrático cada vez formulará hipótesis más cercanas a la verdad, hasta llegar a la Idea de Bien.
Las matemáticas, a diferencia de la dialéctica, se apoyan en entes sensibles. Por esto son un conocimiento a caballo entre la creencia y la noesis.
Pero ¿Cómo es posible conocer estas ideas? Conocer es recordar. Platón, apoyándose en la doctrina pitagórica del alma, defiende que conocer es recordar y es la llamada “Teoría de la Reminiscencia”. En ella se dice que el alma tuvo una existencia anterior a su fusión con el cuerpo. Entonces ya tenía el conocimiento de las ideas pero al caer en el cuerpo las olvida.El alma encerrada en un cuerpo material que se relaciona con las cosas materiales a través de los sentidos, y partiendo del conocimiento de las cosas sensibles, que son copias de las ideas, recuerda (mediante la mayéÚtica socrática) las Ideas que ya estaban en su alma. Es lo que llama “anamnesis”.
En conclusión, podemos observar que a diferencia de los sofistas, Platón entiende que es posible alcanzar conocimiento y ,distingue dos grados de realidad, la realidad inteligible y la realidad sensible, en clara correspondencia dos grados de saber o dualismo epistemológico, el conocimiento científico y la opinión. Esto nos plantea, que si el ser humano pertenece al mundo visible cómo llega al mundo inteligible, especialmente a las Ideas. Platón responde esto mediante la teoría de la reminiscencia donde se dice que el alma no aprende si no recuerda lo que ha contemplado en el mundo de las Ideas. Por ello la educación del gobernante está destinada a que sus conocimientos cobren realidad, hasta llegar a la Idea de Bien, que es necesaria para el gobierno justo del Estado.
En esta redacción se da por sentado que existen dos grados de saber que nos lleva a plantearnos distintas cuestiones: ¿Qué es la verdad?¿Podemos alcanzar conocimiento cierto de la realidad?
¿Es lo mismo opinar que conocer?
. A lo largo de esta redacción contestaremos a estas preguntas y comentaremos la relación entre esta teoría del conocimiento y la teoría de la realidad.
Según la teoría platónica la división entre dos mundos lleva también a la distinción entre dos formas de conocimiento.Platón afirmará que sólo podemos conocer verdaderamente lo universal, lo eterno, lo inmutable, es decir, el Mundo de las Ideas. Entonces, el mundo sensible por otro lado será mera opinión. Como nos muestra en el “Símil de la Línea” hay dos formas de conocer: OPINIÓN, que se produce a través de los sentidos (el cuerpo) y CIENCIA, que actúa mediante la razón (el alma). Cada una de estas formas de conocer cuenta con un objeto distinto: el objeto de los sentidos (opinión) es lo concreto, particular y mudable, en cambio, el objeto de la razón (ciencia) será lo universal y eterno.
En el símil de la línea Platón nos plantea dibujar una línea dividida en dos, una para el mundo sensible y la otra para el mundo inteligible.
Dentro de la zona correspondiente al mundo sensible lo volverá a dividir en dos, una parte para las sombras y otra para los objetos. Podemos encontrar también el mundo inteligible dividido, una parte para los entes matemáticos y en la esfera superior los objetos éticos y estéticos. Este es el mundo de las Ideas. Platón enfrentará las dos formas de conocer mencionadas. De un lado, los entes inmutables y eternos, las ideas que pueden ser “concebidas más no vistas”, son objetos de conocimiento intelectual pero no sensible. Y del otro, los objetos sensibles que pueden ser “vistos más no concebidos”, objeto de conocimiento sensible.
Hay que tener muy presente que Platón no va a considerar el mundo sensible como verdadero conocimiento sino que este será mera opinión o doxa. Este además, será el conocimiento propio de los hombres que no tienen educación y se divide en dos niveles:
La Imaginación, es el grado de conocimiento más bajo y tiene por objeto las imágenes.
La creencia, se centra en los objetos sensibles y como el mundo sensible está sometido al cambio sus enunciados no son estables.
El conocimiento del mundo inteligible, que es el verdadero conocimiento o episteme, es propio de los filósofos y comprende de dos niveles:
Pensamiento, se obtiene al razonar partiendo de hipótesis que tomamos por verdaderas, sin cuestionarlas, y de ellas se derivan conclusiones. Las matemáticas.
Conocimiento, partiendo de hipótesis cuestionadas se llega a la hipótesis del origen de todas, a la Idea de Bien.
Encontramos las matemáticas y dialéctica que son disciplinas que forman parte del conocimiento del mundo inteligible, pero se refieren a entes distintos. Las matemáticas son una preparación hacia la dialéctica, es decir, son aquellas que nos dan el verdadero conocimiento, el de la Idea del bien, la luz de todo. Las diferencias entre ambas son:
Las matemáticas parten de hipótesis cuya verdad no es cuestionada y a partir de ellas deduce conclusiones. La dialéctica, por el contrario, también parte de hipótesis pero esta sí que las somete a una prueba dialéctica.Siguiendo el método socrático cada vez formulará hipótesis más cercanas a la verdad, hasta llegar a la Idea de Bien.
Las matemáticas, a diferencia de la dialéctica, se apoyan en entes sensibles. Por esto son un conocimiento a caballo entre la creencia y la noesis.
Pero ¿Cómo es posible conocer estas ideas? Conocer es recordar. Platón, apoyándose en la doctrina pitagórica del alma, defiende que conocer es recordar y es la llamada “Teoría de la Reminiscencia”. En ella se dice que el alma tuvo una existencia anterior a su fusión con el cuerpo. Entonces ya tenía el conocimiento de las ideas pero al caer en el cuerpo las olvida.El alma encerrada en un cuerpo material que se relaciona con las cosas materiales a través de los sentidos, y partiendo del conocimiento de las cosas sensibles, que son copias de las ideas, recuerda (mediante la mayéÚtica socrática) las Ideas que ya estaban en su alma. Es lo que llama “anamnesis”.
En conclusión, podemos observar que a diferencia de los sofistas, Platón entiende que es posible alcanzar conocimiento y ,distingue dos grados de realidad, la realidad inteligible y la realidad sensible, en clara correspondencia dos grados de saber o dualismo epistemológico, el conocimiento científico y la opinión. Esto nos plantea, que si el ser humano pertenece al mundo visible cómo llega al mundo inteligible, especialmente a las Ideas. Platón responde esto mediante la teoría de la reminiscencia donde se dice que el alma no aprende si no recuerda lo que ha contemplado en el mundo de las Ideas. Por ello la educación del gobernante está destinada a que sus conocimientos cobren realidad, hasta llegar a la Idea de Bien, que es necesaria para el gobierno justo del Estado.