El Idealismo
El idealismo es una concepción filosófica que, contrariamente a nuestras intuiciones habituales sobre el mundo, considera que este se compone principalmente de ideas, entendidas como modelos universales. Por ejemplo, el número 3, ¿es una realidad concreta o una idea abstracta y universal, captada por la inteligencia? La simetría, ¿es un principio formal, un concepto, o algo que cambia y se destruye?
Un ejemplo de concepción idealista sería el Ser inmutable de Parménides, o el Mundo de las Ideas de Platón, que contiene los arquetipos o modelos universales, eternos e inmutables de las cosas. Otras concepciones idealistas son, por ejemplo, las del idealismo alemán del siglo XIX, con filósofos de la talla de Hegel o Schelling.
El Idealismo Explicado por Platón
Para Platón, el problema fundamental es el de la justicia. Así, proyectó en su libro La República un modelo ideal de Estado. Es la primera utopía, un relato sobre cómo sería una sociedad perfecta.
Es un modelo muy cerrado, en el que cada ciudadano debe cumplir su función: los productores, los guerreros y los gobernantes. Platón desconfía de la democracia como sistema político, porque la asocia a la demagogia. Cree que un pueblo ignorante siempre elegirá mal a sus gobernantes.
Una Justicia Ideal
Platón siempre recordó la injusticia que Atenas había cometido con su maestro Sócrates y vivió en una época de desórdenes y corrupción, bajo gobiernos democráticos muy degradados. Cree que deben gobernar los mejores, como lo creemos nosotros. Aquí surge un dilema de la política moderna: queremos elegir a nuestros gobernantes, pero también queremos que sean los mejores. ¿Es posible? Platón cree que los gobernantes deben ser, a su vez, filósofos: amantes de la sabiduría y el conocimiento.
El Realismo de Aristóteles
Aristóteles (384/3-322 a.C.), que fue discípulo y amigo de Platón, desarrolló una visión más realista del conocimiento. Las ideas platónicas no existen separadas del mundo, sino integradas en la materia, dándole forma. Por otro lado, hay una correspondencia entre nuestro lenguaje y la realidad externa, de modo que conocer es describir cómo es el mundo, estableciendo las categorías que le dan sentido y orden.
El Realismo o el Mundo como Imagen
En la filosofía de Aristóteles, rige el principio hegemónico de la visión. Esta hegemonía del sentido de la vista es también propia del mundo griego, que ha desarrollado una potente cultura de imágenes, eminentemente plástica. Surge una imagen óptica del mundo que pretende ser objetivada.
Las ideas se mezclan con los objetos del mundo, a través de los géneros y las especies, objetivamente aprehensibles. El hombre forma parte del gran museo del mundo; es una parte de él, que puede ser contemplada, a la manera de una más de sus curiosidades. Aristóteles concibe el conocimiento como un isomorfismo del lenguaje y de la realidad.
El Materialismo
El materialismo es una concepción filosófica que, en sus diferentes versiones, coincide en afirmar que la realidad está compuesta única o principalmente de elementos materiales, como los átomos o las partículas. Aparece en los albores del mundo griego, en filósofos presocráticos como Leucipo o Demócrito, y ha sido defendido por pensadores como Denis Diderot o Karl Marx.
Implicaciones del Materialismo
Si la realidad se compone principalmente de átomos o partículas, es posible negar la existencia de las ideas o las entidades espirituales, no solo en un sentido platónico. Es por eso que los filósofos materialistas son con frecuencia ateos o niegan la existencia de realidades puramente espirituales. Entonces, ¿qué sería, por ejemplo, un hecho mental como el sentimiento de tristeza? Un epifenómeno de la materia, una consecuencia de la actividad de nuestras neuronas y las conexiones que establecen. El alma se reduciría a la actividad del cerebro.
El Materialismo según Karl Marx
Para Karl Marx, las condiciones materiales, técnicas y económicas, las relaciones de propiedad y los modos de producción determinan las formas de pensamiento, y no al contrario: “El molino de viento produce una sociedad con señor feudal; el molino mecánico produce una sociedad con capitalismo industrial”. Así, Marx distingue tres niveles: infraestructura económica, estructura social y superestructura ideológica.
Marx y las Ciencias Sociales
Marx es uno de los padres de las Ciencias Sociales (la sociología, la economía política). Esto se debe a que no podemos dejar de lado cómo las condiciones materiales determinan las formas de pensamiento. Así, un historiador actual sin duda examinará las condiciones materiales y económicas de la sociedad o periodo que esté estudiando para comprender mejor cómo pensaban, qué estructuras ideológicas sostenían aquella cultura.
La Dialéctica como Motor de la Realidad
Por otro lado, Marx aporta una concepción dialéctica, que refleja los conflictos que mueven la realidad. La dialéctica muestra que la realidad histórica cambia porque tiene en su interior injusticias y contradicciones.
El Escepticismo (Desde los Griegos a David Hume)
El término escepticismo proviene del griego Skepsis, que significa investigación. Para el escéptico, toda verdad admitida puede ponerse en duda, porque nunca se alcanza un conocimiento definitivo, una verdad absoluta. La búsqueda del conocimiento sería una continua investigación, una aproximación a la verdad inalcanzable. Lo más importante es que rechaza la existencia de ideas absolutas. Esto protege frente al dogmatismo. La duda ha sido siempre un componente necesario en el pensamiento crítico. También la duda es clave en la investigación científica. Hay que cuestionar las verdades admitidas para hacer progresar el conocimiento.
El Escepticismo de Gorgias
El escepticismo aparece bien perfilado ya en la filosofía griega. Un ejemplo genial es el sofista Gorgias, que propone tres axiomas:
- Nada existe.
- Si algo existe, no lo podemos conocer.
- Si lo pudiera conocer, no lo podría expresar.
Gorgias incide en la limitación de los lenguajes para expresar la verdad.
Las Diferentes Formas del Escepticismo
- Escepticismo epistemológico. Afirma que no existe la verdad o no se puede conocer, o es provisional (Gorgias, Francisco Sánchez, Hume). “Quod nihil scitur”, que nada se sabe, libro del pensador renacentista Francisco Sánchez.
- Escepticismo metodológico. La duda se usa en la investigación, para cuestionar lo que ya se sabe. Se asocia a René Descartes.
- Escepticismo existencial. Tal vez el mayor representante es Michel de Montaigne, escritor francés. Es la falta de creencias sólidas en la política, la religión, etc. La desconfianza o desilusión ante las aspiraciones humanas, ante las ambiciones y los egoísmos, que encuentran en la religión, la política o la vida social su territorio más fértil. Para el escéptico no existen las grandes verdades, solo pequeñas certidumbres que nos ayudan a vivir.
El Racionalismo (Explicado por René Descartes)
Para los racionalistas, la realidad solo se explica correctamente encontrando las razones que la gobiernan. Por ejemplo, las leyes físicas. Suelen tomar como modelo o base del conocimiento la lógica y las matemáticas. Los racionalistas suelen rechazar el testimonio de los sentidos y de las percepciones, o pensar que son muy engañosos. Por otro lado, también intentan desterrar cualquier elemento irracional del pensamiento y del comportamiento humanos. Pero, ¿todo es racional en el hombre y en el universo? ¿Por qué los seres humanos se comportan, en muchas ocasiones, de forma absurda? ¿Acaso no es lo más absurdo, lo más irracional, planificar racionalmente una guerra?
El Espíritu Cartesiano
René Descartes es el filósofo racionalista por excelencia. Aspiraba a un conocimiento basado exclusivamente en la fuerza deductiva de las matemáticas. Creía necesario dotar a la ciencia de un método, diseñado siguiendo la seguridad de la matemática (more mathematico).
Por eso su libro más conocido se titula Discurso del Método. Descartes es el racionalista por excelencia. Por eso, se habla de un “espíritu cartesiano”: pasión por el orden, por la geometría y por la racionalidad de las matemáticas.
La Duda Metódica. Pienso, Luego Existo
Descartes aplica la duda metódica, poniendo en cuestión todo lo que creemos saber o percibir. Así llega a la famosa conclusión: Pienso, luego existo (Cogito, ergo sum). Soy un ser que piensa, y eso, la autoconciencia, es lo más seguro para mí. A partir de ahí, reconstruye la existencia de tres sustancias:
- La Res Cogitans, o sustancia pensante. El yo, la autoconciencia.
- La Res Extensa, los cuerpos dotados de extensión geométrica.
- Res Infinita, o Dios, que garantiza la existencia del mundo y de la conciencia.
En el hombre, habría un dualismo mente-cuerpo, y Descartes intenta explicar cómo interaccionan. Esto le convierte en el precursor de los modernos estudios sobre el cerebro.
- → Antonio Damasio. – El error de Descartes. Libro actual que cuestiona el dualismo mente-cuerpo cartesiano.
Racionalismo y Mecanicismo Cartesiano
Por otro lado, los racionalistas desarrollan una concepción mecánica del hombre y del universo. Esto se conoce como mecanicismo cartesiano. Son pioneros en la creación de autómatas (la moderna robótica) y máquinas computadoras (la moderna IA), como la Pascalina del filósofo y matemático Blaise Pascal. El mecanicismo también ha permitido avances en otros campos como la Medicina y la Anatomía.
El Empirismo
El empirismo es una concepción filosófica que afirma que todo conocimiento proviene de la experiencia y el aprendizaje. Tal vez el primer empirista fue Aristóteles, al afirmar que “nada está en la inteligencia que antes no haya estado en los sentidos”. No obstante, se habla de una “tradición empirista británica”, porque los filósofos empiristas más conocidos son británicos, como John Locke, George Berkeley o David Hume.
Las Bases del Empirismo
Los empiristas niegan las ideas innatas, punto clave para los racionalistas como Descartes. Es decir, esos contenidos de nuestra mente que estarían impresos en ella desde que nacemos. John Locke dirá: la mente de un niño es un papel en blanco, una tabula rasa.
Al provenir todo conocimiento de la experiencia, y ser esta muy cambiante, algunos empiristas afirman que no hay ningún conocimiento absolutamente verdadero, solo certezas provisionales.
El Criticismo Kantiano
La obra de Immanuel Kant (1724-1804) puede entenderse como un intento de superar la dicotomía entre racionalismo y empirismo. Educado en el racionalismo, la lectura del filósofo escocés David Hume le despertó de su “sueño dogmático” y le obligó a replantear las bases de su filosofía. El criticismo plantea los límites y posibilidades del conocimiento humano, sometiendo a crítica nuestras propias facultades.
El Criticismo Kantiano
Así, la pregunta que hay que hacer no es ¿cómo es el mundo?, sino más bien qué puedo saber acerca de él. Kant afirma que hay tres cuestiones fundamentales:
- ¿Qué puedo saber? Es el problema crítico sobre los límites de nuestro conocimiento y lo aborda en la Crítica de la Razón Pura.
- ¿Qué debo hacer? Es la pregunta de la ética.
- ¿Qué puedo esperar? Es la pregunta de la Antropología y la Política.
Según Kant, esas tres preguntas convergen en una sola: ¿Qué es el ser humano? La solución al problema crítico pasa por lo que Kant denomina el “giro copernicano” de la filosofía. Todo conocimiento es preformado por el sujeto y tiene su origen en las impresiones sensibles. Llega así a una síntesis superadora entre racionalismo y empirismo.
El Vitalismo y el Horizonte del Nihilismo. Friedrich Nietzsche
El vitalismo sería una recuperación de los aspectos, en la existencia humana, más ligados a su naturaleza biológica. Un intento de poner en valor los impulsos naturales que nos mueven a pensar o actuar.
Es una afirmación de la “vida” con sus atributos de potencia, creatividad e incluso irracionalidad, frente a una lógica fría.
El pensador al que se suele asociar una concepción vitalista del hombre es Friedrich Nietzsche.
En ese pensador fascinante también encontramos las bases del nihilismo, la negación de los grandes valores de la cultura occidental y la necesidad de crear valores nuevos.