Materialismo
Las corrientes filosóficas materialistas consideran que solo existe la realidad material. Según Karl Popper, «el materialismo es una corriente filosófica en la que se encuentra el origen de diferentes programas de investigación científica». El materialismo ha impulsado la investigación científica, como por ejemplo el atomismo. La revolución científica no podría entenderse sin el materialismo mecanicista, que tiene en común con el atomismo el hecho de afirmar que todo fenómeno natural tiene una causa material y que la naturaleza es una concatenación de causas y efectos.
El materialismo dialéctico (Engels) afirma que pequeños cambios cuantitativos acaban provocando un cambio cualitativo; los fenómenos naturales forman parte de procesos, lo que el materialismo mecanicista no tiene en cuenta.
Espiritualismo
El ser humano se ha concebido a sí mismo como constituido por algo diferente a la corruptible y fugaz materia. Diversas creencias religiosas consideran que el ser humano está compuesto, además de por el cuerpo, por un alma, que es una realidad etérea e inmortal y que no expresa más que lo misterioso y enigmático que envuelve la misma existencia humana.
Mientras que el espiritualismo, recogiendo estas creencias, ha visto en el ser humano una impronta divina e inmortal, el materialismo se acercará al ser humano prestando atención a sus aspectos más caducos y vulgares y lo despojará de cualquier ilusión que vea en él algo más que mera materia. Por otro lado, el gran problema del materialismo será explicar «cómo la materia llega a pensar», problema que el espiritualismo tiene ya resuelto, porque son precisamente la razón y la consciencia las características esenciales del alma humana. El espiritualismo concibe que existen otras realidades más allá de la realidad material.
Teoría Representacional de la Percepción
Esta teoría clásica, formulada por Descartes y Locke, ha sido defendida en la época actual por eminentes filósofos y científicos. Sus postulados básicos son:
- Los objetos reales son percibidos por los sentidos, y con la información procedente de los sentidos se genera en la mente una representación o copia interna de la realidad.
- La mente se relaciona únicamente con esa representación, y no con los objetos externos.
Por realidad se entiende el mundo tal y como es, prescindiendo de las formas humanas de percepción: el mundo independientemente del sujeto. Por apariencia se interpreta el mundo tal y como se percibe por el sujeto, una vez que ha sido filtrado y transformado por la forma de percibir.
El Realismo Crítico
Según John Locke, la mente no está en contacto directo con la realidad, sino con una representación que de ella llega a través de los sentidos, tal y como formula la teoría representacionista. La aportación de Locke consistió en añadir que esta imagen estaba causada por un objeto externo e independiente de la mente. Las representaciones internas son, por tanto, una prueba de la existencia del mundo externo.
- Las cualidades primarias se encuentran en los objetos mismos, como la solidez, la extensión o la movilidad. Estas cualidades emanan directamente de los objetos y actúan sobre los sentidos, generando una imagen que coincide exactamente con la realidad.
- Las cualidades secundarias, como los colores, el sonido o los olores, son una construcción del sujeto y no tienen correspondencia en la realidad.
El realismo crítico concluye con la afirmación de que hay un mundo independiente de los sentidos.
El Idealismo
Corriente antagónica del realismo crítico formulada por el filósofo empirista George Berkeley. Él admite que en la mente existen imágenes mentales y que el pensamiento solo establece contacto con estas representaciones internas. Si se acepta esta afirmación, no hay ninguna manera de demostrar la existencia de objetos externos, ya que no se tiene ningún contacto con ellos. Se reduce a la afirmación «esse est percipi», «existir es ser percibido». Se puede resumir en:
- Premisa 1: La mente está en contacto directo con las percepciones y no con la realidad.
- Premisa 2: Las percepciones no pueden existir fuera de la mente; necesariamente han de ser percepciones internas.
- Conclusión: Es imposible demostrar que estas percepciones se refieran al mundo externo, ya que solo se conocen percepciones que son internas.
El Dualismo Cartesiano
Según Descartes, la realidad se componía de materia y espíritu:
Materia
Todos los objetos materiales son extensos; ocupan un espacio que puede ser medido y tienen dimensiones geométricas; todo lo material ocupa un espacio que es posible determinar conforme a medidas matemáticas. Todo aquello que no sea extenso será mental.
Espíritu
«La realidad no se agota en lo material», existe otra clase de realidad que no es extensa pero no se da en la naturaleza, es la mente o el pensamiento y solo el ser humano tiene acceso a ella.
Nicolas Malebranche
Aceptó el dualismo asumiendo que no podía existir comunicación alguna entre ambas sustancias, sino que Dios traduce y mantiene la correspondencia entre ambas realidades.
Baruch de Spinoza
No aceptó que hubiera dos sustancias. Asumió la definición cartesiana de sustancia (aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir) afirmando que la única sustancia existente era Dios y que posee infinitas maneras de aparecer, de las cuales el ser humano solo conoce el pensamiento y la extensión.
Las Mónadas Leibnizianas
Gottfried Wilhelm Leibniz:
- La espiritualización de lo real: No existe materia tal y como la entendemos. Es más bien la apariencia que toma la auténtica realidad (no acepta el dualismo).
- La fragmentación de lo real: Esta realidad espiritual no forma una unidad, sino que se presenta fragmentada en infinitas sustancias simples (mónadas; unidades de energía sin extensión, indestructibles e indivisibles). Todos los seres se componen de una pluralidad de mónadas, aunque siempre exista una dominante. No se relacionan entre sí, con lo que Leibniz tuvo que recurrir a la armonía preestablecida.