Realismo y racionalismo
El realismo pone la realidad en el centro, luego el pensamiento. A través de los sentidos llegamos a los conceptos o ideas, el conocimiento intelectual. Con la razón se conoce la realidad. Siempre nos quedará aspectos del mundo por conocer. Para Santo Tomás de Aquino, lo primero que conocemos de algo es precisamente qué es. El conocimiento humano es tan absorbente al ser de las cosas como el aire lo es respecto a la luz. Nos conocemos a nosotros mismos gracias a que conocemos cosas de la realidad. El pensamiento humano y la realidad están hechas el uno para el otro.
Racionalismo
El racionalismo centra la pregunta en la lógica de sí misma. Descartes analizó cómo funciona la lógica del pensamiento respecto del realismo. La razón va a deducir cómo es el mundo, a partir de sí misma. No siempre lo que nos parece lo más evidente es lo más verdadero. La pregunta del hombre consiste en salir de sí mismo.
Nominalismo y empirismo
El nominalismo tiene su origen en Guillermo de Ockam. Consiste en decir que el hombre solo puede conocer individuos e imágenes concretas, y cualquier nombre universal. Para el nominalismo, todo conocimiento mental responde solo a una imagen concreta. El empirismo es corriente de pensamiento relacionada con el nominalismo. Para el empirismo, todo se basa en la experiencia que los sentidos tienen de la realidad y solo en este conocimiento sensitivo.
David Hume
Lo que percibimos de la realidad se divide en impresiones e ideas. Las impresiones pueden ser de sensación y de reflexión. La idea nunca será la esencia o la definición de algo, sino un recuerdo sensible, más o menos borroso. Incluso la causalidad es vista como una generalización ilícita. Hume propone el ejemplo de los triángulos para hacer ver lo absurdo que es creer en ideas imaginarias.
Kant
Para entender a Kant hay que imaginar una supuesta máquina fotográfica de dos dimensiones en blanco y negro. Kant llama fenómenos a lo que llegamos de la realidad y noumenos a lo que es la realidad en sí misma. La inteligencia no es un globo de cristal que nos aísla de la realidad, sino una flecha que se inserta en el ser de lo real para ir conociendo su contenido.
Positivismo y vitalismo irracionalista
El positivismo se basa en que la razón solo ha de ejercerse respecto a lo material y cuantitativo. El vitalismo irracional prefiere dejar a un lado la razón y guiarse por la ciega voluntad de la pasión. Nietzsche defendió el irracionalismo y el vitalismo. La vida es un destino e impulso ciego que hay que afirmar en toda su fuerza y dolor. Nietzsche elaboró una rebelión contra los principios morales más elementales que le condujeron a la enfermedad cerebral y a la muerte.