Introducción a la Filosofía Contemporánea
Se llama filosofía contemporánea a la que se desarrolla entre el idealismo alemán de Fichte, Schelling y Hegel a comienzos del siglo XIX, y las corrientes y tendencias de nuestros días. La filosofía idealista de Hegel marcará el fin de la época moderna y el inicio de la filosofía contemporánea, influyendo en la filosofía de Marx y marcando el carácter histórico de la razón humana.
Rasgos de la Filosofía Contemporánea
- Remite a la filosofía moderna, su antropocentrismo y el carácter autónomo del sujeto, pero rechaza la concepción histórica de la razón como instancia universal capaz de aportar un conocimiento absoluto. La ciencia pone de relieve el carácter evolutivo e histórico del mundo natural y humano.
- Escasa valoración de la realidad trascendente: La filosofía contemporánea, al reaccionar contra el idealismo absoluto hegeliano, se despreocupa de lo relacionado con Dios y lo espiritual, reclamando un verdadero conocimiento de la realidad reconociendo nuestro carácter finito y fáctico, en el que estamos instalados. La vida humana es responsabilidad del sujeto.
Corrientes Principales
El objetivo de la filosofía de Marx sería sacar al ser humano de la alienación económica y la opresión que sufre en el modo de producción capitalista. De la lucha del proletariado contra la alienación económica surgirá un mundo libre y sin clases en una sociedad comunista.
Nietzsche criticó la cultura occidental. El método genealógico nietzscheano va a permitir describir y comprender el carácter nihilista de la cultura occidental debido al exceso de racionalización y negación de la vida, conduciéndola a una decadencia e impotencia para asumir el devenir constante de lo real.
A comienzos del siglo XX surge el neopositivismo lógico y la filosofía analítica del lenguaje, de orientación antimetafísica, según la cual el único ámbito legítimo de conocimiento es el de la ciencia.
También a comienzos del siglo XX surge la fenomenología de Husserl, en oposición al positivismo y a la filosofía analítica. Lo común a la fenomenología y el neopositivismo es la importancia del lenguaje: el giro lingüístico.
Surge el existencialismo de Sartre y Heidegger, quienes desconfían de la razón. Esta corriente parte de la singularidad de la vida cotidiana. Según Sartre, la ‘angustia’ es el precio que paga el ser humano por su libertad.
El pensamiento de Hannah Arendt y su denuncia del totalitarismo nazi y el estalinismo entronca con la fenomenología, el existencialismo y la tradición clásica que otorga a la dignidad y libertad humana un papel central.
En la tradición marxista, la Escuela de Fráncfort se propone el análisis crítico de la sociedad industrializada.
En las dos últimas décadas del siglo XX, los pensadores posmodernos y la hermenéutica afirmaron que es imposible llegar a una explicación global. Estamos en una sociedad en la que solo cabe aceptar la pluralidad de formas de pensar.
Friedrich Nietzsche (1844-1900)
El pensamiento de Nietzsche se considera vitalista, ya que entiende la vida como una realidad originaria basada en instintos y pulsiones, las cuales han sido reprimidas e incomprendidas por la tradición racionalista de la sociedad occidental. Su objetivo es reinterpretar la filosofía, la moral, la ciencia y la religión para recuperar los valores vitales y cuestionar los tradicionales.
En su análisis de la tragedia griega, Nietzsche identifica la fusión de dos elementos opuestos: lo dionisíaco y lo apolíneo. Dionisos, dios del vino y la embriaguez, representa la desmesura, la voluntad irracional y el exceso, mientras que Apolo, dios de la luz y la forma, simboliza la moderación, la razón y el equilibrio. Aunque ambos son esenciales para el arte, lo dionisíaco es la expresión fundamental de la vida y su devenir contradictorio.
Nietzsche critica a Sócrates y Platón, quienes dieron primacía a Apolo sobre Dionisos. Sócrates impuso la razón y el diálogo en la búsqueda del conocimiento, mientras que Platón introdujo la distinción entre el mundo sensible y el mundo verdadero, negando el valor de los sentidos y favoreciendo la abstracción de conceptos metafísicos.
Para Nietzsche, la metafísica y la búsqueda de verdades absolutas son ilusorias, ya que la realidad es cambio y devenir. La creencia en verdades inmutables surge de la necesidad humana de orden y estabilidad, pero en realidad, existen múltiples y cambiantes perspectivas o interpretaciones.
La moral tradicional es antinatural porque se opone a la vida, y la moral cristiana, al fundamentarse en un mundo inexistente y hostil a la existencia, representa una forma de decadencia. A través de su método genealógico, Nietzsche estudia el origen de los valores morales y concluye que “bueno” significó originalmente lo noble y aristocrático, mientras que “malo” designaba lo vulgar y plebeyo. Sin embargo, con la influencia de la tradición judeocristiana, surge una moral de resentimiento que exalta la humildad, la resignación y el sacrificio, desplazando los valores aristocráticos. Esta moral, nacida de los débiles y de su deseo de igualar a los fuertes, impone el sentimiento de culpa como mecanismo de control.
El desenlace de esta evolución moral es el nihilismo, la negación de todos los valores previos. Al destruirse el sentido de la existencia, no habrá ninguna meta para el ser humano, pero este vacío también puede convertirse en la oportunidad de crear nuevos valores acordes con la vida.
Comentario sobre Nietzsche
Filósofo alemán del siglo XIX. Criticó la cultura occidental, contaminada por la filosofía platónica y la religión judeocristiana.
Ideas Principales (Metáforas de la Transformación):
- El camello se humilla y carga con el peso del deber y la tradición.
- El león quiere conquistar su libertad y se enfrenta al deber («Tú debes»), diciendo «Yo quiero».
- El niño, inocente y sin prejuicios, representa la creación de nuevos valores, el juego de la creación, un «sí» sagrado a la vida.
Explicación de las Ideas:
El texto presenta la propuesta de Nietzsche para superar la decadencia de la civilización occidental a través de la transformación de la moral. Según el filósofo, la moral judeocristiana ha impuesto una visión de la vida basada en la resignación y la negación de los instintos, lo que ha llevado al ser humano a vivir bajo valores ilusorios y falsos.
Para explicar esta evolución hacia un nuevo ser humano (el Übermensch o Superhombre), Nietzsche utiliza tres metáforas: el camello, que simboliza la sumisión y la aceptación de valores impuestos; el león, que representa la rebelión contra esos valores pero sin la capacidad de crear otros nuevos; y el niño, que encarna la verdadera libertad y creatividad, siendo capaz de establecer una nueva moral afirmativa y vitalista.
El filósofo critica la moral tradicional porque considera que niega la vida y los impulsos naturales del ser humano. Propone, en cambio, una “transvaloración de todos los valores”, un proceso en el que el individuo supera la moral impuesta y crea sus propios valores, aceptando la existencia como cambio y reafirmando la vida. Con esto, Nietzsche plantea el nacimiento de un nuevo tipo de ser humano, libre del peso de la tradición y capaz de vivir de manera auténtica.
Conceptos Clave: Superhombre, Eterno Retorno y Voluntad de Poder
Nietzsche introduce la voluntad de poder como la fuerza esencial que impulsa la vida y la evolución del ser humano. Es una energía creativa que busca la autoafirmación, la superación, la transformación y el crecimiento personal.
A lo largo de la historia, la humanidad ha valorado lo que se opone a la vida, promoviendo una moral basada en la debilidad, el sacrificio y la negación de los instintos naturales. Para superar esta condición, Nietzsche plantea la necesidad de una transvaloración de los valores, es decir, invertir el sistema de valores impuesto por la tradición judeocristiana y la cultura occidental decadente, promoviendo una moral que afirme la vida y el poder creador del individuo.
El Superhombre (Übermensch) es el ideal de individuo que crea nuevos valores y supera la moral decadente. Surge a través de tres transformaciones metafóricas:
- El camello: representa la sumisión a la moral tradicional y la obediencia ciega al «Tú debes».
- El león: simboliza la rebelión contra los valores impuestos («Yo quiero»), la conquista de la libertad, pero aún no puede crear otros nuevos.
- El niño: encarna la inocencia, el olvido y la creatividad, superando la dicotomía del bien y el mal para crear una nueva moral afirmativa, un nuevo comienzo, un juego creador.
Para que aparezca el Superhombre, es necesaria la “muerte de Dios”, que simboliza el abandono del fundamento trascendente (cristianismo, platonismo) y la moral decadente asociada a él, abriendo el espacio para la creación de nuevos valores.
Otro concepto fundamental en el pensamiento de Nietzsche es el eterno retorno de lo idéntico: la idea de que la vida debe ser vivida con tal intensidad y afirmación que uno desearía que cada instante se repitiera eternamente sin cambio ni arrepentimiento. Esta noción implica una total afirmación de la existencia, con todo su dolor y alegría, y rechaza cualquier tipo de moral o metafísica que busque consuelo en un más allá o niegue el valor inmanente de la vida.
Comentario sobre Immanuel Kant
Principal representante de la filosofía ilustrada alemana del siglo XVIII. Educado en la tradición racionalista, su filosofía crítica, denominada ‘idealismo trascendental’, pretende superar la oposición entre racionalismo y empirismo.
Ideas Principales (Formulación de la Humanidad del Imperativo Categórico):
- Los seres racionales han de ser considerados no solo como simples medios, sino fundamentalmente como fines en sí mismos.
- Por el contrario, los objetos (seres sin razón) solo tienen un valor relativo, condicionado a las inclinaciones o necesidades que despiertan en los seres racionales.
- Los seres irracionales, cuyo valor es relativo, pueden ser medios y se llaman ‘cosas’. Los seres racionales, que tienen valor absoluto por sí mismos (dignidad), son fines y se llaman ‘personas’.
Explicación de las Ideas:
En el texto, Kant nos presenta la base de la segunda de las formulaciones principales del imperativo categórico (la ley moral universal):
- Fórmula de la Ley Universal: Cualquier máxima (norma subjetiva) moral ha de poder quererse como ley universal.
- Fórmula de la Humanidad: Dicha norma ha de tratar a la humanidad, tanto en la propia persona como en la de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como un fin y nunca simplemente como un medio. Las personas tienen dignidad, no precio.
- Fórmula de la Autonomía / Reino de los Fines: La voluntad, en tanto que capacidad racional, es legisladora universal; genera la ley moral universal a la que ella misma se somete. Esta voluntad ha de ser autónoma (no heterónoma, es decir, no determinada por inclinaciones o autoridades externas).
Según este segundo aspecto del imperativo categórico (Fórmula de la Humanidad), ningún ser humano, ningún ser racional, puede ser utilizado solo como un medio para lograr un fin; es decir, ningún hombre puede usar a otro o a su propia persona como mero instrumento, ya que todo ser humano es un fin en sí mismo.
Los objetos tienen un valor relativo (un precio), ya que depende de las inclinaciones humanas o del mercado. En cambio, los seres humanos poseen un valor absoluto e intrínseco (dignidad), pues su valor no depende de nada externo, sino de su capacidad racional y moral.
Kant distingue entre seres irracionales (naturaleza, animales no racionales), cuyo valor es relativo y pueden usarse como medios (‘cosas’), y seres racionales (personas), cuyo valor es incondicionado y son fines en sí mismos (‘personas’).
Así, la situación ideal para Kant es aquella en la que todos se tratan mutuamente como fines y no simplemente como medios, actuando con respeto mutuo y garantizando la libertad y autonomía de los demás (el concepto del ‘Reino de los Fines’). En este contexto, la moral kantiana, basada en el deber dictado por la razón autónoma, guiaría la convivencia humana hacia la universalidad y el respeto a la dignidad.