Criterios de Verdad
¿Cómo sabemos si algo es verdadero?
Para establecer que un enunciado sobre el mundo es verdadero, hay que aportar razones y pruebas. Hay que tener en cuenta que no todas las pruebas son válidas. Una creencia no es verdadera simplemente porque así lo establezca la tradición, es decir, que se ha transmitido de una generación a otra. Las intuiciones interiores o sueños también son criterios inservibles si queremos determinar realmente si un enunciado es verdadero.
Las buenas razones para pensar que una afirmación es verdadera son:
- Percepción y experiencia directa: Los datos obtenidos a través de los sentidos proporcionan una información básica cuya evidencia es del todo necesaria para movernos por el mundo. Los sentidos nos pueden engañar. Por otra parte, la información sensorial es limitada y en algunos casos poco precisa, lo que puede inducir a un error.
- Conocimiento científico: El método científico se basa en diseñar experimentos y observaciones que pongan a prueba creencias e hipótesis. El método científico permite revisar constantemente las propias creencias científicas y sustituirlas por otras en caso de que se muestren que son falsas. Si una afirmación entra en contradicción con otros saberes, probablemente sea falsa.
- Fuentes fiables de información: Gran parte del conocimiento que adquirimos no procede ni de nuestros sentidos ni de experimentos, sino de libros, revistas e internet. Es necesario mostrar cuál ha sido el procedimiento empírico que permite sostener tales conocimientos. Para que la información sea creíble, tiene que estar respaldada por un estudio que debe citarse.
Verdad como Propiedad de las Cosas Mismas
La verdad puede no referirse a un enunciado, sino a la propia realidad. Cuando se dice que algo es verdad, se está señalando que es auténtico y que se corresponde con la idea que se tenía de ello.
La verdad como propiedad de las cosas mismas se entiende de 2 maneras:
- Verdad como autenticidad: Cuando se afirma que un objeto no es una imitación o falsificación.
- Verdad como realidad: Es cuando se afirma que una entidad tiene existencia real, no es ficción y no es imaginación. En esta concepción, la noción de verdad no se aplica a una proposición, sino que se pretende hacer referencia a la realidad en sí misma.
Relativismo
La posición filosófica que rechaza la idea de verdad se conoce como relativismo. No hay verdades absolutas ni objetivas porque no existe un criterio único que permita evaluar si una creencia es verdadera. Dicha evaluación dependerá del contexto personal, histórico o cultural, que no es único sino múltiple. En función de la perspectiva desde la que se juzgue, una afirmación puede ser verdadera o falsa.
El relativismo defiende que hay muchas versiones para acercarse a la realidad y rechaza que haya una forma de acercamiento mejor que otras. No existe ningún criterio para comparar los distintos puntos de vista: todos ostentan el mismo rango.
El relativismo puede referirse a las circunstancias subjetivas de una persona; se conoce como subjetivismo. Cuando hace referencia a las circunstancias históricas y culturales se conoce como constructivismo.
Una forma extendida de relativismo consiste en asegurar que toda forma de conocimiento esconde unos intereses. Esto significa que la objetividad no existe y que todo depende del interés propio de un individuo o de la sociedad.
El relativismo cae en contradicción. Si la verdad solo puede serlo para mí, entonces la verdad no sería relativa sino absoluta; en caso de ser cierta, sería falsa.
Relativismo Cultural
El relativismo favorece la tolerancia y esta es una de las razones de su éxito y aceptación. La antropología cultural enseña que hay costumbres muy dispares en diferentes partes del mundo y todas ellas merecen respeto, ya que cada país o región tiene sus propias costumbres. Sin embargo, desde el relativismo se pueden justificar posiciones fundamentalistas inadmisibles como la ablación del clítoris. Si no hay verdades absolutas, tampoco hay posibilidad de hacer la crítica.
Relativismo Científico
Hay autores que rechazan la idea del progreso científico. Para ellos, las teorías científicas actuales no son mejores, sino diferentes. Autores sociológicos como Bruno Latour han llegado a descartar que la ciencia tenga nada que ver con la realidad y afirman que los resultados de los experimentos de laboratorio solo muestran las relaciones de intereses y de poder de los propios científicos.
El método científico garantiza que se rechacen aquellas ideas que no tienen una base empírica. El relativismo científico no explica ni la capacidad predictiva de la ciencia ni el éxito alcanzado por las aplicaciones tecnológicas. Si todo fuera una construcción social, también tendríamos que desechar el concepto de falsedad y no se podrían denunciar los fraudes científicos. El relativismo científico puede tener efectos devastadores y mortales en la sociedad.
Verdad e Interés
El filósofo alemán Jürgen Habermas ha sido muy crítico con la idea del conocimiento objetivo. Este pensador considera que el conocimiento está siempre relacionado con un interés. Habermas distingue tres intereses principales que desembocan en el conocimiento:
- Interés técnico: La realidad se estudia en virtud de los desarrollos técnicos y tecnológicos. El conocimiento, por tanto, es un medio para lograr instrumentos con los que dominar el mundo. Este interés conduce al desarrollo de las ciencias empíricas.
- Interés práctico: Está dirigido a comprender a otros individuos y culturas para apropiarse de sus símbolos y formas de comunicación. Este interés ha permitido el desarrollo de las ciencias culturales.
- Interés emancipatorio: Obedece a una aspiración de conocer la realidad social existente para así criticarla. Es el interés que da origen a las ciencias sociales.
Habermas afirma que los intereses «determinan el aspecto bajo el que puede objetivarse la realidad, el aspecto bajo el que la realidad puede resultar accesible a la experiencia. Constituyen para los sujetos capaces de lenguaje y acción condiciones necesarias para la posibilidad de toda experiencia que pueda pretender ser objetiva.»