Introducción
Ya no hay vasallos ni esclavos. El progreso técnico no dio lugar al progreso moral supuesto. Los hombres se hicieron técnicos, más racionales. Roto el puente entre progreso técnico y moral, la Ilustración pierde su inocencia.
Este fracaso lleva a dos reacciones contrarias: por un lado, el paraíso lleno de justicia e igualdad está a nuestro alcance, aunque ahora se llame comunista. Por otro lado, añoranza y nostalgia: se idealiza lo vivido, se eliminan sus miserias y se construye una realidad pasada que sirve de refugio. Esto influirá en nuestro autor.
Nietzsche utilizará un método peculiar: el método genealógico (saber de dónde venimos sirve para conocer nuestro linaje; nuestro linaje proviene del miedo y no del amor a la verdad). Pondrá al descubierto el fraude de una cultura que defiende los intereses de unos hombres que configuraron un mundo alternativo, un ultramundo ficticio en el que vivir con seguridad y comodidad.
La filosofía, la religión y la moral occidental son síntomas de decadencia. La cultura occidental está enferma, por eso la sociedad occidental camina hacia el vacío de sentido (el nihilismo).
Se ha descubierto el engaño de Occidente y ya solo queda acudir a su entierro, pero detrás de este entierro se encuentra el deseo de construir una nueva cultura que no sea fruto de la fatiga, de la enfermedad de vivir, sino de la voluntad de vivir. Una cultura que genere espíritus libres: el superhombre.
Desarrollo
Vida es voluntad de poder, fuerza que nos lleva a actuar con el fin de autoafirmarnos. Poder ser uno mismo, crear los propios valores e imponerlos. Aunque brota del cuerpo, intervienen otros factores como el ambiente, la biografía, la alimentación y una fuerza interior enigmática.
Expresa todo aquello en lo que nos hemos convertido, el resultado único e irrepetible de una multitud de elementos combinados por azar.
Nietzsche no es un inmoralista. Según él, los juicios morales no describen nada, no se corresponden con nada. No hay fenómenos morales y todas las morales propuestas son artificios a partir del mundo verdadero.
El criterio para determinar el bien y el mal está en la voluntad de poder: lo bueno será lo que favorece la vida y lo malo será todo aquello que la degenera. Los juicios morales son síntomas de salud de quien los emite.
El inmoralismo de Nietzsche se entiende como una naturalización de la moral; quiere devolver al hombre el valor de sus instintos naturales.
Aquellas morales que permiten una vida ascendente son superiores a las que obligan a una vida descendente. Llamaremos a la primera moral de los fuertes (los cuales crean sus valores, satisfacen sus deseos) y la segunda moral de esclavos (es la de los débiles, resentidos; crean su moral por venganza y odian los valores de los fuertes).
Ambos generan la moral que les conviene, pero ninguno es culpable o responsable de esta generación. Los dos son inocentes.
Según Nietzsche, en la genealogía de la moral, bueno significa noble y aristocrático, y malo, vulgar. Los seres inservibles realizan un motín para determinar su bien y su mal: transmutación de los valores. Ahora es el rebaño el que impone su débil voluntad de poder.
Esta transmutación implica dos cosas: el surgimiento mismo de la moral (acaba de nacer la moral occidental y el mundo pasa a estar gobernado por normas comunes y rigurosas prohibiciones; el nuevo significado de bueno se asocia a unas normas que matan la capacidad de afirmar la vida) y el nacimiento de una cultura del resentimiento (la cultura occidental es reactiva).
La victoria de los débiles se debe a su carácter gregario. La moral de esclavos es un instrumento contra todos los valores de la vida. Se ha reprimido al ser humano fuerte; la ética occidental ha caído en los errores de dogmatismo moral, antivitalismo e intelectualismo.
El cristianismo es una religión construida a partir de la filosofía platónica. Es la religión de los débiles; el papel principal recae en el sacerdote, un enfermo que cuida de los enfermos. Introduce los conceptos de culpa, pecado, etc., en cada creyente para volverlo inofensivo; el enfermo se convierte en pecador por sentimiento de culpa.
La democracia es un cristianismo sin Dios. Mantiene los mismos valores del cristianismo secularizados. Sigue siendo una moral de los débiles, pero aumenta el odio a lo superior. La democracia significa la no creencia en hombres superiores.
Crítica a la igualdad (la igualdad es un interés particular de los inferiores, el refugio de la mediocridad; igualdad significa una lucha contra la vida).
Crítica a la dignidad (la dignidad y la libertad no son ningún derecho de nacimiento, son una conquista. No olvidemos que para Nietzsche lo importante es el triunfo de la vida).
Conclusión
La sociedad decadente está aquí al lado; la cultura occidental está enferma, y esta enfermedad tiene un nombre: nihilismo. El nihilismo (nihil = nada) es la profecía que Nietzsche lanza sobre el futuro de Occidente. La civilización ha entrado en un profundo declive.
Frente al nihilismo pasivo reacciona Nietzsche con un nihilismo activo. Una vez finalizada su tarea de derribo, el ser humano fuerte estará en condiciones de crear nuevos valores desde sus vísceras, desde el cuerpo y el instinto.
Nietzsche siempre ha tenido buena atención entre autores considerados de su tiempo como malditos o marginales. En el terreno filosófico, padeció muy pronto el ataque del marxismo. Autores cercanos al existencialismo descubrieron en él una defensa de lo individual.