Crítica al Innatismo y al Concepto de Causalidad en la Filosofía Empirista

Crítica al Innatismo y al Concepto de Causa

Nuestro entendimiento, según Locke, registra las «impresiones» sensibles. Por tanto, todas nuestras ideas, nuestro conocimiento, proceden de la experiencia. Hume establece su criterio de verdad: una idea será verdadera cuando comprobamos que procede de alguna impresión. Si podemos señalar la impresión correspondiente, la idea será verdadera; si no, estaremos ante una ficción. Las cosas son en realidad ideas y su ser consiste, por tanto, en ser percibidas. Dios es la causa de nuestras ideas, por lo que ya no es necesario postular la existencia del mundo. Hume da una explicación psicológica del origen de la idea de sustancia: aunque solo percibimos un conjunto de cualidades dispersas, nuestro entendimiento las refiere a una causa objetiva persistente que las dota de estabilidad y las agrupa en lo que llamamos un objeto. La idea de sustancia es una ficción, pero necesaria, ya que si no fuera por ella, la realidad se convertiría en un continuo y caótico flujo de impresiones. A la crítica al concepto de sustancia, en Hume hay una importante crítica al concepto de yo o sujeto, concepto solo en relación al cual puede definirse un mundo objetivo. El concepto de causalidad es quizás uno de los más importantes conceptos metafísicos que la filosofía empirista pone en cuestión. Hume se pregunta por la impresión de inferencia causal, como no la poseemos, esta no es verdadera.

La Crítica del Innatismo, Ideas y Cualidades

El Innatismo

Por innatismo se entiende la afirmación de que en el ser humano existen, desde su nacimiento, determinadas ideas o principios que se encuentran en la propia naturaleza humana antes de toda experiencia. Con Descartes, el innatismo se convierte en una teoría sobre la forma o estructura de la actividad del espíritu, que abrirá las puertas a la consideración. La crítica de Locke al innatismo se centrará en demostrar la falsedad de la afirmación de que existe un consenso universal según el cual todos los seres humanos están de acuerdo en la existencia de determinados principios especulativos y morales.

Principios Especulativos Innatos

Los niños, los idiotas y quienes no hayan tenido la oportunidad de aprenderlos carecen de tales principios.

Principios Morales Innatos

En el ámbito de la moralidad encontramos un panorama similar respecto a los principios morales innatos. Lo más que podemos observar son tendencias naturales hacia ciertas formas de comportamiento, pero no son ideas innatas de los principios morales.

Origen y Clasificación de las Ideas

Locke entiende por idea todo contenido mental. Podemos distinguir dos tipos de experiencia: una experiencia «externa» que nos afecta por vía de la sensación y una experiencia «interna» que lo hace mediante la reflexión. La sensación y la reflexión son las dos formas de experiencia de las que derivan todas nuestras ideas. Las ideas pueden ser simples y complejas.

Ideas Simples

Las ideas simples son recibidas por la mente de la experiencia de forma enteramente pasiva y pueden ser consideradas los «átomos» de la percepción.

Ideas Complejas

Las ideas complejas, aunque derivan de la experiencia, son formadas por la mente al combinar ideas simples, por lo que ésta adquiere un papel activo en la producción de tales ideas complejas. Las ideas complejas pueden ser de tres clases: de modos, de sustancias y de relaciones.

Cualidades Primarias y Secundarias

Podemos distinguir dos tipos de cualidades: las primarias y las secundarias. Las primarias están en los objetos, mientras que las secundarias no están en los objetos y actúan por medio de las cualidades primarias. En un objeto podemos encontrar determinadas «cualidades» como la solidez, la extensión, la forma y otras distintas como los colores, el gusto… Locke considera que las cualidades primarias reproducen algo que está en el objeto, mientras que las secundarias no, por lo que las primarias serían «objetivas» y las secundarias «subjetivas».

La Idea de Sustancia

Las ideas de cualidades se presentan a nuestra mente formando grupos en los que suelen aparecer cualidades primarias y secundarias asociadas a la misma experiencia. Como no podemos concebir el modo en que tales ideas puedan subsistir por sí mismas, suponemos la existencia de algo, de un sustrato que les sirva de soporte, al que llamamos «sustancia». Eso no quiere decir que Locke considere que la idea general de sustancia es un simple producto de la imaginación y no tenga existencia real.

Las Ideas de Relaciones

Además de las ideas de modos y de sustancias, tenemos ideas de relaciones, que resultan de referir una cosa a otra o de comparar dos cosas entre sí. Entre estas ideas están las ideas de causalidad e identidad.

La Idea de Causalidad

Respecto a la idea de causalidad, Locke entiende por causa aquello que produce una idea. Tanto la noción de causa como la de efecto proceden de la experiencia.

La Idea de Identidad

En cuanto a la idea de identidad, remite a la existencia de algo en el mismo espacio y tiempo, existencia que debe ser continuada en el caso de los seres orgánicos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *