Tema: La crítica a la metafísica tradicional
En el texto aparecen distintas concepciones de la metafísica para Kant:
La tradicional y la dogmática como aspiración a un conocimiento incondicionado. La metafísica se encuentra en una situación lamentable debido a que no es consciente de sus limites. En este texto se define la metafísica como un conocimiento al margen de la experiencia que utiliza conceptos . El uso de los conceptos es legítimo siempre que se aplique a la experiencia (uso empírico de las categorías o conceptos puros). En el texto se habla de «intuición». Hay que entender «intuición empírica»1. La intuición intelectual no existe. Cuando los conceptos se usan aplicados a objetos que están más allá de la experiencia no aportan conocimiento sino confusión total descrita como «atasco», «volver atrás» y «falta de unanimidad».
La Metafísica, siempre según el análisis de Kant, no ha alcanzado todavía el camino seguro de la ciencia. La causa de esta situación está en no haber encontrado el método adecuado («quizá hemos errado dicho camino hasta hoy»). En el texto se señala la importancia de la tarea crítica que Kant ha emprendido. Ésta consiste en conocer las posibilidades y los límites del conocimiento de la propia razón. Si no lográramos desarrollar esta tarea crítica no podremos estar nunca seguros de nuestros conocimientos. En efecto, la fundamentación última del conocimiento científico se apoya en las posibilidades de la razón humana.
Kant estudia la metafísica y la posibilidad de realizar juicios a priori en la metafísica en la Dialéctica Trascendental Kant define la metafísica como la pretensión de llegar a conocer, por puros conceptos, la existencia y las propiedades de las cosas tal como son en sí mismas ; es decir, llegar a saber a priori, en juicios sintéticos a priori, cómo soy yo (es lo que llama Kant psicología racional); cómo es el mundo en su última realidad y (es lo que Kant llama cosmología); y si existe y cómo es Dios en sí mismo (es lo que Kant llama teología). Estos son los objetos de estudio de la metafísica.
El tema central de la KrV es en el que Kant cree que las categorías sólo sirven para conocer la naturaleza, pero no para conocer objetos no empíricos.
Puesto que no hay nada empírico que corresponda a estas ideas, es imposible para el entendimiento formar por sí mismo la menor imagen de los objetos. La ilusión trascendental se produce cuando la razón hace un uso inadecuado de las categorías, al aplicarlas a estas ideas, pues las considera como objetos y llega a conclusiones ilusorias y contradictorias. Pero dado que una ilusión trascendental tiene sus raíces en la esencia de la razón, es inevitable.
Con la Dialéctica Trascendental Kant estudia los razonamientos engañosos: los paralogismos, las antinomias y el ideal de la razón pura: Los paralogismos que son inferencias concernientes a la idea de un alma; antinomias que son inferencias concernientes a la idea mundo y el ideal de la razón pura (falsas demostraciones de la existencia de Dios) que son las inferencias concernientes a la idea de Dios.
Cuando queremos determinar cómo serán las cosas en sí, cuando intentamos hacer metafísica, no tenemos otro remedio que pensarlas con los únicos conceptos formales de los que disponemos: las categorías. Pero una cosa es pensar y otra, conocer. Luego cuando empleamos las categorías en metafísica, hacemos de ellas un uso trascendente, las aplicamos a algo para lo que ellas no son adecuadas. Esto es lo que quiere decir el texto cuando afirma que “en la metafísica la razón se atasca continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la experiencia más ordinaria confirma, ella se empeña en conocerlas a priori”. Confundimos la ciencia de la naturaleza con la metafísica.
Las ideas de la razón conducen a ilusiones metafísicas; estas como tales no son erróneas, es la manera de utilizarlas lo que conduce al error. Las ideas pueden ser utilizadas o bien constitutivamente en donde el resultado es una ilusión metafísica; o bien regulativamente. El uso constitutivo se basa en la pretensión de que el alma, el mundo como totalidad, y Dios existen. Si las utilizamos regulativamente pueden llegar a ser útiles e indispensables, pues dan una dirección al conocimiento; pues este procede como si hubiera tales objetos y la meta del conocimiento fuese conocerlos. El progreso del conocimiento es un proceso que nunca termina hacia este ideal. Si suponemos un ser necesariamente existente que ha creado el mundo de acuerdo con un plan definido entonces la exploración de la naturaleza procede como si todo en la naturaleza tuviera una función definida.
En el texto aparecen distintas concepciones de la metafísica para Kant:
La tradicional y la dogmática como aspiración a un conocimiento incondicionado. La metafísica se encuentra en una situación lamentable debido a que no es consciente de sus limites. En este texto se define la metafísica como un conocimiento al margen de la experiencia que utiliza conceptos . El uso de los conceptos es legítimo siempre que se aplique a la experiencia (uso empírico de las categorías o conceptos puros). En el texto se habla de «intuición». Hay que entender «intuición empírica»1. La intuición intelectual no existe. Cuando los conceptos se usan aplicados a objetos que están más allá de la experiencia no aportan conocimiento sino confusión total descrita como «atasco», «volver atrás» y «falta de unanimidad».
La Metafísica, siempre según el análisis de Kant, no ha alcanzado todavía el camino seguro de la ciencia. La causa de esta situación está en no haber encontrado el método adecuado («quizá hemos errado dicho camino hasta hoy»). En el texto se señala la importancia de la tarea crítica que Kant ha emprendido. Ésta consiste en conocer las posibilidades y los límites del conocimiento de la propia razón. Si no lográramos desarrollar esta tarea crítica no podremos estar nunca seguros de nuestros conocimientos. En efecto, la fundamentación última del conocimiento científico se apoya en las posibilidades de la razón humana.
Kant estudia la metafísica y la posibilidad de realizar juicios a priori en la metafísica en la Dialéctica Trascendental Kant define la metafísica como la pretensión de llegar a conocer, por puros conceptos, la existencia y las propiedades de las cosas tal como son en sí mismas ; es decir, llegar a saber a priori, en juicios sintéticos a priori, cómo soy yo (es lo que llama Kant psicología racional); cómo es el mundo en su última realidad y (es lo que Kant llama cosmología); y si existe y cómo es Dios en sí mismo (es lo que Kant llama teología). Estos son los objetos de estudio de la metafísica.
El tema central de la KrV es en el que Kant cree que las categorías sólo sirven para conocer la naturaleza, pero no para conocer objetos no empíricos.
Puesto que no hay nada empírico que corresponda a estas ideas, es imposible para el entendimiento formar por sí mismo la menor imagen de los objetos. La ilusión trascendental se produce cuando la razón hace un uso inadecuado de las categorías, al aplicarlas a estas ideas, pues las considera como objetos y llega a conclusiones ilusorias y contradictorias. Pero dado que una ilusión trascendental tiene sus raíces en la esencia de la razón, es inevitable.
Con la Dialéctica Trascendental Kant estudia los razonamientos engañosos: los paralogismos, las antinomias y el ideal de la razón pura: Los paralogismos que son inferencias concernientes a la idea de un alma; antinomias que son inferencias concernientes a la idea mundo y el ideal de la razón pura (falsas demostraciones de la existencia de Dios) que son las inferencias concernientes a la idea de Dios.
Cuando queremos determinar cómo serán las cosas en sí, cuando intentamos hacer metafísica, no tenemos otro remedio que pensarlas con los únicos conceptos formales de los que disponemos: las categorías. Pero una cosa es pensar y otra, conocer. Luego cuando empleamos las categorías en metafísica, hacemos de ellas un uso trascendente, las aplicamos a algo para lo que ellas no son adecuadas. Esto es lo que quiere decir el texto cuando afirma que “en la metafísica la razón se atasca continuamente, incluso cuando, hallándose frente a leyes que la experiencia más ordinaria confirma, ella se empeña en conocerlas a priori”. Confundimos la ciencia de la naturaleza con la metafísica.
Las ideas de la razón conducen a ilusiones metafísicas; estas como tales no son erróneas, es la manera de utilizarlas lo que conduce al error. Las ideas pueden ser utilizadas o bien constitutivamente en donde el resultado es una ilusión metafísica; o bien regulativamente. El uso constitutivo se basa en la pretensión de que el alma, el mundo como totalidad, y Dios existen. Si las utilizamos regulativamente pueden llegar a ser útiles e indispensables, pues dan una dirección al conocimiento; pues este procede como si hubiera tales objetos y la meta del conocimiento fuese conocerlos. El progreso del conocimiento es un proceso que nunca termina hacia este ideal. Si suponemos un ser necesariamente existente que ha creado el mundo de acuerdo con un plan definido entonces la exploración de la naturaleza procede como si todo en la naturaleza tuviera una función definida.