1. Introducción

Nietzsche es un pensador vitalista.
La vida para él, es la realidad entendida como fuerza, instinto de lucha, una corriente constantemente cambiante en el que estamos inmersos los humanos y todos los seres. Él critica la filosofía occidental a partir de la actitud vital que expresa y representa. Una cultura es un conjunto de creencias, tradiciones, normas, valores, conocimientos y lenguaje propios de un grupo humano. La cultura implica para el humano una forma de vida y una manera de ver la vida. Esta manera de verla viene dada por por las diferentes manifestaciones de la cultura; estas manifestaciones son creadas por el grupo y dan forma a la manera de ser ya la personalidad de cada individuo, que se identifica con los otros miembros del grupo porque comparte con ellos una visión de la vida.
Él tiene como objetivo principal hacer una crítica de la cultura occidental. Y la hará a través de sus manifestaciones, es decir, hará una crítica centrada no exactamente en los contenidos, sino me la actitud vital que representan y que él entiende que no es sana.

2. Origen «El nacimiento de la tragedia» (1872)

En esta obra explica que el mundo griego es el origen de la cultura occidental. Un mundo formado por dos fuerzas contrapuestas que se expresan a través de la tragedia griega. Estas dos fuerzas son a) El valor de la vida, representado por el espíritu dionisíaco que simboliza el vigor, el placer … En el aspecto artístico se ve reflejado en la música y la poesía. Segundo: El valor de la razón, representado por el espíritu apolíneo que simboliza las formas de la razón y la armonía. Escultura y epopeya. Para él quien rompe el equilibrio existente entre estos valores y somete el valor de la vida al de la razón es Sócrates.
Fue el primero en afirmar que había una verdad a la que sólo se puede acceder con la razón. También es el primero en preferir la muerte a la vida. De este modo se instaura una mentira *
que es iniciada por Sócrates y que habla de un mundo de luz y claridad donde la razón se impone a la vida. Esta mentira la reafirmará Platón inventándose un mundo perfecto, el mundo de las ideas, separado del mundo sensible.

* El término «verdad» se puede contraponer o bien en el de «falsedad» o bien en el de «mentira». En el primer caso, la falsedad es sinónimo de error, involuntario. En el segundo caso, en cambio, se contrapone a «mentira» un término que expresa voluntad de engañar. Cuando él critica las diferentes manifestaciones de la cultura occidental nunca utiliza las palabras «falsedad o» error «, sino» mentira «.

Partiendo de este planteamiento y habiendo «detectado» la mentira que es la base de nuestra cultura, él hará la crítica a través de sus manifestaciones, es decir, a través del análisis del lenguaje y del origen de los conceptos.

2.1-La génesis de los conceptos

El lenguaje es un elemento especial de la cultura, no sólo como transmisor de conocimientos, valores, creencias ,…., sino también porque nos permite crearlos. Con el lenguaje creamos conceptos. Todas las palabras se convierten en conceptos desde los primer momento que dejan de servir para expresar una vivencia original, única e individual-en la que tienen su origen-y se pretende que sirva para explicar una multiplicidad de cosas, hechos o realidades individuales que , rigurosamente hablando, no son nunca iguales. Es decir, los conceptos se crean gracias a la capacidad de abstracción.

Partiendo de lo que captamos a través de los elementos tomamos las características comunes a un conjunto de individuos y dejamos de lado las que no lo son. De esta manera, identificamos, clasificamos y ordenamos la realidad. Así, una realidad que es diversa, múltiple y cambiante, se simplifica gracias a una «imagen de las cosas» que es el concepto, una imagen construida por nosotros. Construir conceptos, según él, no es nada negativo, es simplemente una medida de supervivencia porque sino nos perderíamos en la diversidad de las cosas. El problema aparece cuando identificamos el concepto con una forma o modelo original que nos sirve para conocer verdadero.

De esta manera, el conjunto de conceptos que ahora se han convertido en Ideas, acaba formando un mundo verdadero y real contrapuesto a un mundo sensible que es el mundo aparente.

Y se olvida que, al fin y al cabo, estos conceptos los hemos construido a partir de los sensible. En este vuelco de lo que debería ser un concepto se basa la cultura occidental.

2.3. La crítica a la filosofía occidental (metafísica)

La crítica que él hace al lenguaje es la base de su crítica a la filosofía, la cual se ha fundamentado en la creencia de que las cosas de valor supremo tienen un origen que de ninguna manera puede ser el mundo terrenal, es decir , el mundo sensible ligado al devenir donde todo es apariencia y falsedad. Existe, pues, para la filosofía tradicional, otro mundo, racional e inmutable, prefecto y absoluto, es decir, el mundo verdadero. Y los filósofos se han esforzado en acercarse para así estar en posesión de la verdad. La crítica que él hace a esta visión es la siguiente: A través de una de sus manifestaciones, que es la filosofía, la cultura occidental da más importancia a un mundo inventado, diferente y mejor, que en nuestro. Esto para él es un síntoma («síntoma»: indicio que revela la presencia de una enfermedad) del miedo de esta cultura a vivir y de su resentimiento hacia la vida. Así, pues, la crítica que él hace, tanto a la filosofía como la ciencia occidental, no es una crítica racional, sino una crítica donde se valora la posición vital que expresa la cultura, de la que filosofía y ciencia son productos.