El Vitalismo de Nietzsche
El pensamiento de Nietzsche es una filosofía vitalista, que insiste en el valor de la vida del individuo capaz de experimentar una vida plena e intensa. En la Ilíada, Homero alaba a los héroes, su fuerza y su pasión. Aquiles era considerado hombre superior y un modelo para todos los griegos. A lo largo de la historia ha habido pocos momentos en los que se haya apreciado los valores de la vida. En la antigüedad clásica griega y la época del Renacimiento fueron apreciados los valores vitales. Nuestra cultura occidental ha rechazado el valor de la vida, poniendo valores diferentes.
Nietzsche hace una crítica a la gnoseología y la metafísica occidental, a la religión, especialmente al cristianismo, y a la moral.
La Crítica a la Gnoseología Occidental
Para la cultura europea, conocer es alcanzar la realidad verdadera que se esconde tras las apariencias. Desde Platón, la gnoseología occidental había identificado dos planos de conocimiento y realidad:
- Mundo sensible: Aparente.
- Mundo inteligible: Verdadero y solo captable por la razón.
El mundo sensible es cambiante y engañoso, mientras que el inteligible es eterno y es la auténtica realidad. Los conceptos son instrumentos útiles, el problema no está en usarlos, sino en creer que nos abren a una dimensión superior de la realidad, más auténtica y verdadera. Para Nietzsche este mundo sensible es el único que existe, es múltiple y cambiante, como afirmaba Heráclito en su filosofía del devenir. No es la razón sino la intuición, la que nos permite percibir de forma directa la realidad sensible. Cada criatura, cada ser humano es único e irrepetible.
La cultura occidental ha sobrevalorado el concepto y por ello hay que hacer una investigación sobre sus orígenes. Para Nietzsche está ligado a la metáfora, es una forma creativa de referirnos al mundo. Con el uso rutinario de la metáfora, ésta se fosiliza y acaba convirtiéndose en concepto que creemos que son realidades inmutables con una dimensión trascendente.
La Crítica a la Ciencia
Nietzsche también ataca la filosofía y la ciencia por el modo en el que utilizan el lenguaje. Para los positivistas, la ciencia era la única vía para acceder al conocimiento, única forma de alcanzar la verdad. Nietzsche pensaba que la ciencia era una forma más de describir la realidad. De hecho, pensaba que el arte y la música ofrecen maneras mucho más directas, intuitivas y describen mejor la realidad. El arte es una forma de conocimiento mucho más rica y valiosa que la ciencia porque nos proporciona una imagen renovada que expresa mejor el devenir.
El Perspectivismo Gnoseológico
Nietzsche era partidario del perspectivismo gnoseológico, según el cual es imposible encontrar una verdad absoluta. No existe ninguna verdad absoluta porque el conocimiento depende del punto de vista. Platón creía que el mundo de las esencias era la auténtica realidad y el mundo de los sentidos una copia imperfecta. Pero cometió un terrible error, según Nietzsche, porque no existe un mundo ideal, no hay más realidad que la que podemos captar con los sentidos.
El Ataque a la Religión y a la Moral
Contra el Cristianismo
La religión católica para la que el mundo es una realidad imperfecta sujeta al pecado. Solo se puede aspirar a la unión con Dios que se logra mediante el ascetismo o renuncia a las tentaciones del cuerpo. Nietzsche se opuso al cristianismo por considerarlo responsable de la decadencia de Occidente, un atentado contra los valores vitales.
Moral de Señores y Moral de Esclavos
Nietzsche lleva a cabo una investigación mediante el método genealógico en busca del origen de nuestros valores y creencias y queda expuesta en su libro “La genealogía de la moral”. Explica en él que nuestra concepción del bien y el mal son distintas de las que predominaban en la antigua Grecia, donde los héroes destacaban por su fuerza, valor, astucia, por su vida intensa y apasionada. Sin embargo, esta forma de vida no es fácil sino que está llena de desafíos, de momentos de plenitud y de momentos trágicos. Aquiles fue un ejemplo, pero perdió la vida joven. Nietzsche llama “moral de señores” a esta manera de entender la vida, según la cual lo bueno se corresponde con lo que es noble, fuerte y que solo son unos pocos, mientras que lo malo se corresponde con lo débil, enfermizo, mediocre y cobarde y que es la mayor parte de la gente.
Crítica a la Democracia
Para Nietzsche la democracia es una herencia del cristianismo, ya que trata de la misma manera a todos. Es un sistema nivelador que convierte a los seres humanos en “animales de rebaño”. Nietzsche rechaza la democracia por considerarla antinatural, por tratar a todos de la misma manera cuando en realidad hay una diferencia entre los que se atreven a vivir intensamente y los demasiado débiles para hacerlo.