Crítica de Nietzsche a la Filosofía Occidental: La Transmutación de los Valores

Crítica de Nietzsche a la Filosofía Occidental

La Transmutación de los Valores

Fragmento 1: La División de la Realidad

ESTRUCTURA

1. Nietzsche critica la filosofía occidental por dividir la realidad en realidad/apariencia, dotando a la “realidad” de inmutabilidad y negando realidad a la vida por ser contradictoria y cambiante. Juzga a la “verdadera realidad” de los eléatas como mero engaño conceptual (el concepto no representa con fidelidad a la realidad, la vida). El engaño conceptual de la estabilidad es creado “por desesperación”, es decir, para alcanzar seguridad ante la contradicción de la vida. Otro sentido de la creencia en lo que es: solo se puede conocer la realidad estática (Platón, Descartes). «Por ejemplo, su falta de sentido histórico…incluso con desesperación, en lo que es».

2. Critica la concepción eléata de negación del valor cognoscitivo y moral (inocencia) de los sentidos: ellos no captan la realidad y son apetitos descontrolados. «Mas como no pueden apoderarse de ello…mímica de sepulturero».

3. Critica la concepción antropológica eléata-platónica relacionada con el dualismo ontológico: negación del cuerpo (“yo soy mi alma” de Platón, “yo soy pensamiento” de Descartes, la razón pura de Kant…). «¡Y, sobre todo, fuera el cuerpo…hasta el final».

Fragmento 2: Heráclito: Acierto y Error

Resalta el valor o acierto y el error de Heráclito:

  • Error: Infravaloración de los sentidos por presentar un cosmos ordenado. Según Nietzsche, los sentidos no son falaces ni por el motivo de Heráclito ni por el de los eléatas (muestran pluralidad y cambio cuando el ser es único e inmutable). Lo que es falaz es la razón al sintetizar las percepciones bajo conceptos (sustancia, duración…). Desde el inicio hasta «…los sentidos no mienten».
  • Acierto: El ser único, coherente, inmutable, ordenado es mentira. La realidad, según Heráclito y Nietzsche, es plural, cambiante, contradictoria. «Pero Heráclito tendrá eternamente razón…final».

Fragmento 3: Los Sentidos y la Ciencia

Los sentidos como manera adecuada de captar la realidad (que es mudable). En el fragmento entero.

La ciencia (conocimiento auténtico, verdadero, de la realidad) es posible gracias a los sentidos (contrastación con la experiencia). Desde el inicio hasta «…pensándolos hasta el final».

La “episteme” o ciencia platónica no es conocimiento de la realidad (la realidad contradictoria no se somete a regularidades, que es lo que busca la ciencia). Es “todavía-no-ciencia”, es decir, “doxa” (aparece aquí la transmutación de los valores). La ciencia formal no representa la realidad, la vida, al eliminar las diferencias cualitativas, las particularidades y perspectivas. El lenguaje formal elimina la sinonimia y la polisemia, donde se expresa la realidad plural y cambiante. «El resto es un aborto…hasta el final».

Fragmento 4: La Inversión de Valores

Critica a la filosofía occidental: inversión de valores (o cómo se forma el “mundo verdadero” platónico-cristiano, que es una conceptualización de lo real, de la vida): Desde el inicio hasta «en confundir lo último y lo primero».

  • Formación de los conceptos supremos: Los “conceptos supremos”, fruto de la abstracción (por tanto, de segundo orden, imagen imprecisa de la realidad), alcanzan calidad de auténtica realidad. «Ponen al comienzo como comienzo…último humo de la realidad que se evapora».
  • ¿Por qué? Genealogía: “Por el modo de venerar”, es decir, de valorar (es un síntoma de vida descendente): lo valioso no deviene (ej. La Belleza en sí platónica no surge de los cuerpos bellos, al revés; lo mismo ocurre con la idea de perfección de Descartes). «Esto es, una vez más, sólo expresión…tiene que ser causa sui».
  • Formación del concepto Dios: (Que consiste en la coherencia, unidad, síntesis, abstracción de los conceptos supremos -abstracción de abstracciones-) al que se hipostasia la realidad por el “modo de valorar” antes dicho. «Mas ninguna de esas cosas…final del fragmento».

Definiciones

Verdad:
La verdad para Nietzsche no parece en el juicio, al no servir los conceptos como representación de la realidad, la verdad ha de ser el resultado de la intuición sensible.
Egipticismo:
Critica a la filosofía platónica, que valora lo contrario a la vida: lo permanente o inmutable.
Conceptos supremos:
La filosofía no ha tratado tradicionalmente de las cosas concretas, sino de conceptos que engloban a una multiplicidad de individuos bajo una “unidad” ilusoria. Las diferencias quedan olvidadas en este modo de pensar. Los “conceptos supremos” son, para Nietzsche, imágenes vacías, abstracciones que ocupan el lugar en el que antes había intuiciones.
Valor:
Se trata del punto de vista con el que la vida se afirma a sí misma. No hay actividad vital que no consista en establecer, sostener o derribar valores. Vivir es valorar. El valor tiene que ver con el aumento de la actividad vital.
Monotono-teísmo:
Significa el nihilismo de la cultura occidental: solo hay un estilo posible de vida, una tabla de valores en torno a la cual gira la vida y la dota de sentido.
Eleatas:
Concepción según la cual la realidad es única e inmutable. Así es el dualismo platónico y toda la cultura occidental, calificando la vida plural, cambiante y sensible como irreal y engañosa.
Apariencia:
Rasgo del mundo sensible, plural y cambiante, oponiéndolo a la auténtica realidad según Platón. Según Nietzsche, la apariencia es la auténtica realidad.
Fetichismo:
El fetichismo del lenguaje consiste en el olvido del sentido metafórico de la palabra, idolatrándola, entendiendo que en su definición aparece la realidad, una realidad sustancialista y esencialista.
Contradicción:
Manera de determinar las características del “mundo verdadero” platónico, contrapuestas al único real según Nietzsche, que es el mundo sensible. También se refiere a las características del mundo sensible: plural, cambiante, contradictorio.
Ilusión óptico-moral:
Rasgo o características del “mundo verdadero” platónico por ser aparente, vacío: es una elucubración metafísica propiciada por la incapacidad de la razón de acceder a la realidad contradictoria, reaccionando contra ella, infravalorándola.
Decadencia:
Voluntad de poder reactiva. Rasgo de la cultura occidental consistente en la defensa de los valores contrarios a la vida y en la creencia del mundo objetivo verdadero, inmutable y racional como fundamento de dichos valores. Es la voluntad de poder reactiva.
Pesimista:
Nihilista pasivo que, echando de menos el sentido trascendente de la vida, la declara sin sentido.
Dionisiaco:
Metáfora de la voluntad de poder activa o ascendente, es decir, valorar o afirmar la vida en sus rasgos negados por el platonismo: lo plural, cambiante, contradictorio, irracional, trágico, etc.
Abran-modo de venerar:
Hace referencia a la intuición genealógica de los “conceptos supremos”. Es la voluntad de poder reactiva o decadente: lo valioso no cambia, valorando en contra de la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *