La Crítica de Nietzsche a la Filosofía Tradicional
En este texto, Nietzsche expone la idiosincrasia de los filósofos: su falta de sentido histórico, su odio al devenir, es decir, su rechazo al principal rasgo de la realidad: el cambio. Nietzsche lo califica de egipticismo (un neologismo) y de monótono-teísmo (un juego de palabras).
Como consecuencia de esta idiosincrasia, Nietzsche argumenta que, desde hace milenios, los filósofos han:
- Matado la realidad convirtiéndola en momias conceptuales.
- Adorado e idolatrado a los conceptos.
- Creado una oposición excluyente entre el ser y el devenir: lo que es no deviene, lo que deviene no es.
- Intentado apoderarse del ser, y al no conseguirlo, culpado a la sensibilidad de ello, diciendo que les engaña.
- Acusado a la sensibilidad de ser fuente de inmoralidad y llamado «pueblo» (es decir, vulgares) a los que creen en los sentidos.
- Llegado a negar el cuerpo humano, tan imposible como el testimonio de los sentidos.
Esta crítica, propia del estilo subjetivo e irónico de Nietzsche, se presenta como una fábula con moraleja, una crítica mordaz a la filosofía tradicional.
Confundir lo Último con lo Primero
Nietzsche también critica la tendencia de los filósofos a «confundir lo último con lo primero», es decir, a pensar que lo que menos realidad tiene (los conceptos más generales) es lo principal.
Según Nietzsche, los filósofos consideran que lo superior no puede ser causado por algo anterior o inferior, por lo que lo superior ha de ser causa de sí mismo. En consecuencia, ponen los conceptos supremos (lo existente, lo incondicionado, lo bueno, lo verdadero, lo perfecto) como lo primero, como causa de toda la realidad y, por tanto, anteriores a la realidad. Además, para los filósofos, como todos los conceptos son supremos, son todos iguales y se identifican con el concepto de Dios, que para Nietzsche es el más vacío de todos.
Las Cuatro Tesis de Nietzsche
Nietzsche resume su crítica a la filosofía en cuatro tesis:
- El mundo que los filósofos llaman aparente es el único real (cualquier otro es indemostrable).
- El mundo que los filósofos llaman verdadero es nihilista, porque se ha construido negando el ser auténticamente real (como un deseo por un mundo mejor – ilusión óptico-moral).
- La causa de haber creado otro mundo distinto del real es el instinto de calumnia, de recelo frente a la vida, constituye una venganza.
- La duplicación del mundo hecha por los filósofos (o por cualquier dualismo, como el cristiano) es un síntoma de decadencia, mientras que el mundo creado por el artista trágico no es «otra» realidad, sino que, asumiendo la única realidad, la presenta seleccionada, reforzada, corregida (embellecida). Es el artista dionisíaco que afirma la vida a pesar de todo lo problemático y terrible que ésta contiene.
El Perspectivismo como Alternativa
El Conocimiento Perspectivista
A través del ejemplo de un paisaje observado desde puntos de vista espaciales distintos, Nietzsche defiende la tesis de que la realidad es perspectivista, es decir, no existe al margen del sujeto que la capta. El conocimiento, por lo tanto, también lo es.
Si dos hombres observan un paisaje desde distintos puntos de vista, no tiene sentido que uno sea declarado falso y el otro verdadero. Tampoco tiene sentido declarar ambos puntos de vista falsos frente a un supuesto punto de vista objetivo, «tercer paisaje auténtico» o «paisaje arquetipo». Tal cosa no existe pues la perspectiva forma parte de la realidad, solo puede ser percibida desde perspectivas concretas.
La Doctrina del Punto de Vista de Ortega y Gasset
Ortega y Gasset, en línea con Nietzsche, propone la doctrina del punto de vista. Esta doctrina busca superar la dicotomía entre el racionalismo (que sostiene que la realidad existe independientemente y puede ser conocida objetivamente) y el relativismo (que sugiere que el conocimiento es subjetivo).
Ortega argumenta que el sujeto cognoscente no está desligado de la historia ni de su propia peculiaridad. Desde la perspectiva o punto de vista determinado por la posición de cada individuo en el universo se puede comprender la realidad. La mirada y el universo, el yo y la circunstancia, son correlativos y se necesitan mutuamente. Según esta perspectiva, la realidad es múltiple, no existe un mundo en sí mismo, sino tantos como perspectivas existen.
Conclusiones del Perspectivismo
- La perspectiva es esencial para la existencia de la realidad. No hay realidad sin sujetos, ya que el mundo siempre existe «para alguien».
- Cada perspectiva captura una parte de la realidad y solo puede ver esa parte desde esa perspectiva en particular. Cada individuo, cultura o época es único.
- La verdad no es universal y absoluta, sino particular, vital y humana. La única perspectiva falsa es aquella que pretende ser la única verdad.
- Solo podemos hablar de una «verdad total o integral» al sumar todas las perspectivas o «verdades parciales».
- La dimensión perspectivista de lo real se aplica tanto al mundo físico como a las dimensiones abstractas de la realidad, como los valores y las creencias.
Superando el Objetivismo y el Subjetivismo
El perspectivismo permite superar tanto el objetivismo como el subjetivismo. Se necesita una idea de la razón que sea capaz de recoger las dimensiones perspectivísticas de la realidad, una razón vital e histórica, no la razón pura del racionalismo.