Crítica Marxista a la Sociedad Capitalista: Alienación y Lucha de Clases

Tema Segundo: La Crítica Marxista a la Sociedad Capitalista

Marx argumenta que la organización social capitalista no sirve a la realización del hombre. El capitalismo conforma una estructura social alienante, entendiendo alienación como cualquier praxis que no satisface las necesidades humanas. Marx define estas necesidades en una triple dimensión: las derivadas de la condición biológica del hombre (alimento, cobijo), de su condición social y de su condición creativa. La alienación generada por el capitalismo afecta tanto a la infraestructura como a la superestructura social.

La Alienación Económica como Raíz de la Alienación

Para Marx, la alienación fundamental, el origen de cualquier otra, es la alienación económica, ya que afecta a la infraestructura, que es el fundamento de la superestructura y, por lo tanto, también de la alienación superestructural. La alienación económica pervierte o perturba todas las dimensiones de la praxis: la relación del hombre consigo mismo, con la naturaleza y con los otros hombres.

La Alienación del Hombre Respecto a Sí Mismo

En el sistema capitalista, el proletariado no es propietario de los medios de producción. Por ello, se ve obligado a vender su fuerza de trabajo, recibiendo un salario que apenas cubre su supervivencia. El propietario de los medios de producción y del producto paga por el trabajo, que tiene menos valor que el producto, y se queda con la diferencia. Esta fuerza de trabajo es lo que el trabajador es, pero Marx afirma que el hombre es un ser práxico; por lo tanto, al vender su praxis, se vende a sí mismo, se trata como mercancía y deja de pertenecerse para pasar a ser propiedad del burgués. El hombre que no se pertenece a sí mismo es un esclavo, y el hombre que posee a otro es un amo. El capitalismo es un sistema esclavista, pues el proletariado, al no poseer medios de producción, se ve obligado a venderse. Además, lo que el trabajador produce no le pertenece, por lo que no sirve a la satisfacción de necesidades, sino como mercancía en el intercambio mercantil.

La Alienación del Hombre Respecto a la Naturaleza

En el capitalismo, la naturaleza también es objeto de propiedad privada, presentándose como posesión ajena y traicionando su auténtico sentido humano.

La Alienación del Hombre Respecto a Otros Hombres

En la infraestructura capitalista, la relación entre hombres se articula según el binomio amo-esclavo, que expresa relaciones entre miembros de distintas clases. Ahora bien, ¿cómo se configuran las relaciones entre hombres de la misma clase? Para Marx, los hombres pueden y deben desarrollar un trabajo solidario que atienda a las necesidades de todos. Pero esto es imposible en el capitalismo, porque las relaciones económicas están presididas por la competencia. Así, en el capitalismo, los proletarios compiten entre sí por el trabajo y los burgueses por el beneficio en el mercado.

La Alienación en la Superestructura

La alienación económica que preside la infraestructura se prolonga en la superestructura correspondiente en forma de alienación jurídica, política, religiosa y filosófica. Del análisis anterior, se deduce fácilmente su carácter alienante. Como ideologías, como mentiras del orden social vigente al servicio de la clase dominante, tratan de legitimar la alienación económica de la que son expresión.

Podemos decir entonces que la alienación jurídica, política y religiosa es consecuencia de la alienación económica.

La alienación económica es consecuencia de la propiedad privada de los medios de producción.

La consecución de una sociedad no alienada, es decir, al servicio del ser humano, exige la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.

La Lucha de Clases y la Revolución Proletaria

Para Marx, la historia se mueve por contradicciones que presiden los sistemas sociales y que se plasman en la lucha de clases.

La contradicción del capitalismo es el aumento del proletariado y la disminución de la burguesía. Este hecho conducirá a la revolución del proletariado. La razón por la que cada vez menos tienen más es la inflexibilidad del capitalismo, ya que no es posible que el proletariado llegue a ser burgués, pero este sí puede descender por la ruina. Además, el capitalismo tiende al monopolio, pues está presidido por la competencia, que determina quién es apto y les otorga beneficios como el capital. De ahí que el capital se acumule en pocas manos.

Hacia una Sociedad Justa: El Comunismo

Marx considera que el movimiento de la realidad tiende al advenimiento de una sociedad justa, no alienante, al servicio de la realización del hombre mediante la satisfacción de necesidades. Los requisitos que ha de cumplir esta sociedad justa al servicio del hombre son:

  • Si la alienación del liberalismo capitalista genera clases sociales, la sociedad justa será aquella que no tenga sociedad de clases.
  • Si la distribución capitalista atiende a razones económicas, la distribución en la sociedad justa será de acuerdo al principio: «según sus necesidades y posibilidades».
  • Si el capitalismo desprecia el trabajo manual frente al intelectual, la sociedad justa valorará ambos por igual.

Marx llama comunismo a esta sociedad justa o sociedad al servicio del hombre, en la que la propiedad de los medios de producción, recursos naturales y del producto es común. Al comunismo se llegará por la revolución del proletariado. Esta revolución, según Marx, será inexorable y tendrá carácter violento, pues nadie cede sus privilegios. Para Marx, el capitalismo es el precedente de lo que será la última forma de organización social en la historia del hombre.

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