Platón

• Alumno de Sócrates, estuvo presente en su juicio, pero no en su ejecución.
• Maestro de Aristóteles.
• Nació en Atenas.
• Fundador de la Academia de Atenas.
• Impartía enseñanzas en esta academia.
• Sus obras más famosas fueron sus Diálogos.

Aristóteles

• Uno de los más grandes filósofos.
• Precursor de la anatomía y la biología.
• Nació en Macedonia.
• Discípulo de Platón, fue maestro de Alejandro Magno.
• Funda su propia escuela en Atenas: «El Liceo».

San Agustín

• Nace en Tagaste.
• Su madre, un ejemplo de mujer cristiana.
• Considerado uno de los Padres de la Iglesia Latina.
• Su hijo se llamaba Adeodato: «regalo de Dios».
• Su problema era el tema de la búsqueda de la verdad. Confía en el maniqueísmo, creyendo que con este sistema podría orientar su vida. Tras hablar con el obispo Fausto, abandona esta creencia y se hace escéptico.

Santo Tomás

• Filósofo y teólogo italiano.
• Estudió en el monasterio benedictino de Montecassino y en la Universidad de Nápoles.
• En 1256 se le concede un doctorado en teología y fue nombrado profesor de teología en la Universidad de París.
• Fue ordenado sacerdote en 1250.
• Hace clases en la Universidad de París (1252).
• Sus obras Scriptum: comentarios de una obra relacionada con los sacramentos de la Iglesia.

Etapas de la obra de Platón

• Socráticos o de juventud: inspirados en Sócrates, su maestro, esbozándolo en estas obras. Se tratan temas éticos. Los diálogos más famosos de este grupo son Apología, Critón y Protágoras.
• Período de transición: Platón desarrolla un pensamiento más crítico con respecto al medio que lo rodea, formulándose la Teoría de las Ideas. Estas obras son políticas y discursivas (mayéutica y dialéctica). Las más famosas son Gorgias, Hipias (I y II) y Menexeno.
• Madurez: Platón ya desarrolla un pensamiento filosófico muy maduro, profundizando en el legado de Sócrates: el diálogo; y en la ya mencionada Teoría de las Ideas. También se tocan las teorías de las ideas. Obras destacadas son Fedro, República y Fedón.
• Vejez: revisa temas previos y añade algo sobre las ciencias. Destacan Téteto, Parménides, Sofista y Critias.

Aristóteles: Avances en Todas las Áreas del Conocimiento

Hizo avances en prácticamente todas las áreas del conocimiento. Como filósofo era muy empírico y racionalista (inspirando así a los pensadores renacentistas en un futuro), por lo que todo el conocimiento se obtenía mediante la experiencia humana. Sin embargo, cuestionó muchas de las ideas de su maestro, Platón, como el considerar la idea heredada de Parménides del mundo real y el sensible o el explicar con mitos sus propuestas.

Ideó la Ousía, base de su racionalidad. Es el mundo, cuyas cosas tienen forma y materia. Pensaba que todo era Ousía, deduciendo así que creía en una síntesis entre los postulados de Heráclito y Parménides.

San Agustín: Fe y Razón

Para San Agustín la fe cristiana y el racionalismo no se oponen. A los racionalistas les responde: «cree para comprender» y a los fideístas, «comprende para creer», pues es imposible creer sin razón. Su filosofía está centrada en demostrar la existencia de Dios, usando la interioridad, participación e inmutabilidad.

• Con el primero hace una invitación al sujeto para que se vuelva a sí mismo, pero no para pararse en el sujeto, sino para que se dé cuenta de que en él hay algo más que lo trasciende. La mente humana está en relación con las realidades inteligibles e inmutables. Con este principio demuestra la existencia de Dios, prueba la espiritualidad del alma y su inmortalidad y además da una explicación psicológica de la Trinidad.
• El segundo principio podemos enunciarlo así: todo bien o es bien por su misma naturaleza y esencia, o es bien por participación; en el primer caso es el Bien sumo, en el segundo caso es un bien limitado. Esta participación puede ser: la participación del ser, de la verdad y del amor.
• En cuanto a la inmutabilidad, el ser verdadero, genuino y auténtico es sólo el ser inmutable. No existe de alguna forma o en cierta medida, sino que es el Ser. Este principio vale para distinguir al ser por esencia del ser por participación.

Santo Tomás de Aquino: Razón y Fe

Fue claro seguidor de Aristóteles, compatibilizando sus legados filosóficos con la fe cristiana. Sostuvo que la razón es un don de Dios, y además que la filosofía y teología -tomando un pensamiento similar al de Heráclito– consisten en oposiciones armónicas, pues, aunque superficialmente son contrarias, entendiendo una se puede entender fácilmente la otra, pues la filosofía puede ayudar mucho al desenredar los mensajes implícitos de la Biblia. La libertad de elección o libre albedrío es el eje de su ética y contradice la teoría de la predestinación. El libre albedrío, que se asienta en la razón, hace del hombre un ser responsable de sus actos ante Dios y los hombres.

Contenidos Platónicos

Teoría de las Ideas

Núcleo de la filosofía platónica. Platón postula que existen dos mundos: el de lo perceptible (concreto) y el inteligible (de las ideas), lo que era precisamente lo que rebatía Aristóteles.

Precisaba que lo inteligible tenía la cualidad de ser eterno, no tener ni principio ni fin, ser inmaterial e indestructible, precisamente las cualidades que debía tener un ser para Parménides. Esto es tomado posteriormente por Descartes, quien dice «Pienso, luego existo».

Se formula una prueba del escepticismo al decir que el mundo concreto o perceptible tiene una existencia dudosa, debido a que, según él, sólo se podían vertir opiniones subjetivas, nada objetivo, coincidiendo con esa definición.

Concepción Política

Platón, tras la ejecución de su maestro Sócrates mediante la cicuta, quedó resentido con la democracia, la cual, según él, está enferma de injusticia. Estas cuestiones las trata en su obra política La República, la cual se trata principalmente de su modelo de gobierno ideal, incluido su concepto de justicia e injusticia. Una de sus frases destacables, la que coloca a modo de epílogo es «la mayor Injusticia consiste en la de parecer justo sin serlo».

Esta obra es denominada la primera utopía, parecida a las ideas de los ilustrados franceses como Montesquieu y Rousseau.

Sus intentos para concretar estas ideas en Sicilia, sin embargo, fueron infructuosos; por lo que lo llevó a pensar que si no resultaba posible que los filósofos gobernasen de los que se trataba era de hacer que los gobernantes se hiciesen filósofos.