David Hume: Un Análisis de su Filosofía Política, Moral y del Conocimiento
Política según Hume
Crítica al contractualismo: No hay pacto porque no somos conscientes de él. El ser humano no es un ser social por naturaleza porque no tenemos constancia de ello.
La sociedad es un acuerdo implícito porque es útil vivir en sociedad. Hume defiende la rebelión. En cuanto a los liberalismos, propone tres poderes: legislativo (varios magistrados), ejecutivo (pocos senadores) y judicial (varios magistrados).
Elecciones anuales de todos los cargos, no remunerados.
Moral según Hume: El Emotivismo Moral
Hume propone el «emotivismo»: las emociones son el fundamento de la moral.
Las emociones son una impresión de una impresión. Hay dos tipos: directas (nacen del placer) e indirectas (nacen de la comunicación de la sociedad).
Dos elementos importantes aparte de la emoción: la voluntad (modo de desear, no es una facultad) y la libertad (ausencia de coacción).
Se opone a la idea de que el comportamiento se debe regir por la razón, sino por las emociones, porque es lo que de verdad determina la voluntad.
El fin de la moral es dar un criterio para saber qué hacer. Propone que la persona reflexione qué impresiones le van a causar las acciones que se imagina.
Se le critica diciendo que es subjetivo. Responde que no es cambiante porque todos tenemos simpatía, que permite aprobar o desaprobar el comportamiento humano. El origen de este sentimiento viene de la utilidad.
Conocimiento según Hume: Empirismo Radical y Escepticismo
Hume es el empirista más radical y consecuente de todos, y defiende que solo conocemos nuestras propias percepciones. Dice que hay dos tipos de percepciones:
- Impresiones: Son aquellas percepciones intensas, y podemos dividirlas en dos:
- De sensación: No dependen de otras impresiones.
- De reflexión: Se forman a partir de otras impresiones o ideas.
- Ideas: Son de menor intensidad y se derivan de las impresiones, producidas por la imaginación y la memoria. Defiende que estas se combinan de dos maneras:
- Arbitraria: Sin orden alguno.
- Natural: Se asocian ordenadamente siguiendo tres leyes:
- Contigüidad: Relacionando ideas que sean cercanas en el espacio y/o tiempo.
- Causalidad: Relacionando ideas como si una fuese su causa y otra fuese su efecto.
- Semejanza: Relacionando ideas que se parecen.
Hume también dice que tanto las impresiones como las ideas pueden ser: simples (no admiten división) y complejas (divisibles porque son un conjunto de varias ideas y/o impresiones). Además, dice que hay dos tipos de juicios: relaciones de ideas (no recurren a la experiencia) y cuestiones de hecho (provienen de la experiencia).
El Problema de la Inducción
En cuanto al conocimiento, Hume dice que hay un problema, este es el problema de la inducción: las ciencias empíricas se basan en la experiencia, pero para que una ciencia sea ciencia debe tener juicios universales que valgan siempre. Esto crea un problema: ya que si las ciencias empíricas se basan en la experiencia, ¿cómo podemos llegar a un juicio universal a través de la experiencia? A través de la costumbre.
Sin embargo, no se puede observar que lo observado actualmente siga siendo así en el futuro, por ello Hume recurre a la ley de causalidad, que establece una relación necesaria entre dos fenómenos (causa y efecto). La ley de causalidad proviene de la repetición de sucesos, que provoca que a la ley de contigüidad (que puede ser empleada en casos aislados) se le pueda añadir la idea de conexión necesaria. Es decir, nos convencemos de que un fenómeno determinado lleva necesariamente otro fenómeno consigo.
Por lo tanto, la idea de conexión necesaria no está en la realidad, sino que se encuentra solo en la mente. Con todo esto, Hume determina que la ciencia solo puede ser fuente de creencias y no de certezas, porque lo máximo a lo que podemos aspirar es a saber qué cosas son más o menos probables.
Crítica a la Metafísica
Hume critica tres conceptos fundamentales de la metafísica, ya que dice que no existen porque no tenemos percepción de estos. Estos son tres:
- Substancia: Se le atribuye que es la causa de las impresiones que recibimos.
- Yo (alma): La idea del yo procede de las percepciones internas que tenemos todos, ya que al tenerlas imaginamos que hay algo que sustenta y unifica todas esas impresiones.
- Dios: Los argumentos que se utilizan para demostrar su existencia no son válidos porque se basan en el principio de causalidad.
En conclusión, desde el punto de vista de Hume no podemos ir más allá de la experiencia sensible, y esto hace que se vea avocado al escepticismo.
El Emotivismo Moral de Hume en Detalle
Hume propone el emotivismo, que consiste en que las emociones deben de ser el fundamento de la moral. Las define como una impresión de otra impresión y las divide en dos:
- Directas: Son las que se originan de modo natural en el hombre, y nacen siempre del placer o dolor. Ej.: alegría.
- Indirectas: Son las que provienen de la comunicación de las personas en la sociedad. Ej.: orgullo.
Además de las emociones, en el hombre hay dos elementos de suma importancia:
- Voluntad: Hume dice que es un modo de desear, y no una facultad.
- Libertad: Es la ausencia de coacción.
Hume se opone a la idea racionalista de que el comportamiento humano debía estar regido por la razón, ya que este dice que la razón debe de estar regida por la pasión. Dice que la pasión es importante porque es lo único que verdaderamente determina la voluntad. Y lo que debe de hacer el ser humano es buscar su bienestar a través de sus pasiones.
Hume entendió que la finalidad de la moral es dar un criterio a las personas para saber lo que se debe o no hacer. Este defiende que todos los criterios propuestos con anterioridad al suyo no son válidos porque se basan en la razón, y esta no es capaz de influir en la voluntad. Por lo que propone un criterio basado en que la persona ha de elegir qué hacer tras reflexionar qué impresiones le van a causar las acciones que está imaginando. Muchos critican esta moral diciendo que es subjetiva, ante esto Hume responde que aunque sea subjetiva no es cambiante porque según él todos los seres humanos tenemos una facultad común: la simpatía, que permite al ser humano aprobar o desaprobar invariablemente el comportamiento humano.
La última pregunta que se realiza Hume en relación con la moral es: ¿cuál es el origen del sentimiento de aprobación o desaprobación? Este dice que el origen está en la utilidad o inutilidad de las acciones, por lo que Hume no solamente es emotivista en la moral, sino que también es utilitarista.