El Humanismo Renacentista
El humanismo fue un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento. Se originó en el siglo XIV en la península itálica, especialmente en Florencia, Roma y Venecia, con figuras como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Este movimiento buscaba rescatar la Antigüedad Clásica y retomar el humanismo griego del siglo de oro. Mantuvo su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando debido a los cambios sociales e ideológicos en Europa.
El humanismo buscaba restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión de los autores de la Antigüedad Clásica, a la que se consideraba un modelo de conocimiento más puro que el de la Edad Media. Se pretendía recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el estilo y la lengua de los escritores clásicos. Por ello, se desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu humano, en el marco general de la filosofía. Estas eran las artes liberales, todos los saberes dignos del hombre libre, en contraposición al dogmatismo cerrado de la teología, expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas y la palabra viva y oral del diálogo y la epístola, típicos géneros literarios humanísticos, junto a la biografía de héroes y personajes célebres. Esto último testimonia el interés por lo humano frente a la hagiografía o vida de santos medievales.
La Perspectiva y la Cuantificación del Mundo
Erwin Panofsky, en su obra «La perspectiva como forma simbólica», destaca los siguientes puntos:
- Mirar a través
- Perspectiva (medida) del espacio
- Construcción geométrica del espacio (es homogéneo, absoluto)
- Construcción del mundo a través de un ojo
- Lo que yo veo se adecua a la manera que tengo de mirar
Ya Leonardo da Vinci, a comienzos del siglo XVI, afirmaba: «¿No vemos acaso que el ojo abarca la belleza de todo el universo? Asesora y corrige todas las artes de la humanidad. Es el príncipe de las matemáticas, y las ciencias que en él se fundan son absolutamente ciertas. Ha medido las distancias y las magnitudes de las estrellas.»
Pieter Brueghel, por su parte, resaltaba la importancia de la lectura y de la escritura como difusores de conocimientos. Para llegar al conocimiento hemos de saber descifrar, ya que el universo está escrito en un lenguaje matemático. La matemática es la base del ideal de mesura y de la concepción musical, así como del paso que supone la lectura y la escritura en aquel momento. Hay un interés profundo en medir el tiempo y el espacio, una estandarización de los símbolos de mesura en la escritura y en la música, lo que sirve también para crear instrumentos de guerra, como los primeros cañones.
La relación del hombre con aquello que le envuelve está cambiando. Existe un deseo del hombre de medir y establecer relaciones a través de este sistema de medida con aquello que le rodea. Se vive en una cultura óptica, donde aparece el telescopio y la vista se convierte en el sentido más importante. Surge la noción de perspectiva en el siglo XV, que continúa la óptica medieval pero produce un cambio importante porque implica que ver es interpretar y, por eso, se ha de medir.
La cuantificación del mundo se convierte en un ideal importante que dejará de lado toda concepción del universo en términos cualitativos, para pasar a una concepción cuantitativa.
La Reforma Protestante: Martín Lutero
Las 95 tesis de Martín Lutero resumían su sentir. Lutero renegaba de los intermediarios entre Dios y la humanidad, predicando una relación directa con Dios a través del ejercicio de nuestra propia fe. El teólogo apostaba por la igualdad de todos los hombres frente a Dios, quien era el único que tenía el poder de dar la salvación, en lugar del pontífice romano o su Iglesia. Básicamente, criticaba las acciones de León X y abogaba por practicar un “cristianismo puro”, dictado por los evangelios y apartado de los mandatos de Roma. Entre otras cosas, las tesis combatían la venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica y realzaban la verdad bíblica de la salvación por la fe en Jesucristo. Es el documento más importante de la Reforma Protestante.
La Ilustración: El Siglo de las Luces
La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo, especialmente en Francia e Inglaterra, que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución Francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se denominará Neoclasicismo.
La Ilustración según Immanuel Kant
Para Immanuel Kant, la Ilustración no es simplemente un periodo de la historia, sino un proceso por el cual pueden pasar el ser humano y la humanidad: es el proceso de abandonar la “minoría de edad” en la cual estamos y nos mantenemos por culpa nuestra.
¿Y qué es la minoría de edad? Es no atrevernos a pensar por nuestra propia cuenta, no tener el valor de usar el entendimiento sin estar sometidos a otro. Es por cobardía, por falta de atrevimiento, por indecisión, que caemos en ese estado de someternos a otro y no atrevernos a pensar por nosotros mismos. La mayoría de edad, llamada Ilustración, consiste en tener el valor, la valentía, el atrevimiento de pensar por nosotros mismos. “Atrévete a saber” (sapere aude) es, según Kant, la consigna de la Ilustración.
Erasmo de Rotterdam y la «Philosophia Christi»
Erasmo de Rotterdam, hijo ilegítimo de un cura, fue educado en una congregación religiosa, los Hermanos de la Vida Común, un movimiento de la “devotio moderna”. Esta corriente espiritual buscaba una elevación en la práctica religiosa, ya que era preciso superar las limitaciones de la escolástica y también las meras normas litúrgicas para acomodarse a las nuevas corrientes teológicas.
La devotio moderna se relaciona con el humanismo cristiano, una mezcla de humanismo y cristianismo. Recomendaba una actitud mucho más individual hacia las creencias y la religión, y fue especialmente prominente en las ciudades holandesas durante los siglos XIV y XV.
En su obra «Elogio de la locura», Erasmo realiza una sátira para ridiculizar el pensamiento escolástico medieval. A través del libro, aparece la noción de la vida como teatro. Erasmo critica la filosofía escolástica, la ciencia medieval y la jerarquía eclesiástica, realizando un examen satírico de las supersticiones y de las prácticas piadosas y corruptas de la Iglesia Católica.
La «Philosophia Christi» de Erasmo se centra en el Nuevo Testamento y en la figura de Cristo, más cercana al ser humano. La figura del Padre queda evacuada, ya que corresponde al Antiguo Testamento. Esta filosofía se presenta como una ética, con el cristianismo como una praxis y Cristo como un modelo de conducta moral que sigue su camino.
Ideas importantes de Erasmo:
- La religiosidad ha de ser interna y no externa.
- Fomento de la lectura de la Biblia.