Demostración de la Existencia de Dios según Santo Tomás de Aquino: Cinco Vías

Tomás de Aquino sostiene que Dios es el ser supremo. Sin embargo, para comprenderlo, primero debemos estudiar las cosas materiales, ya que son las que nuestra mente puede comprender. Antes de hablar de Dios, primero tenemos que preguntarnos si realmente existe, y si la respuesta es sí, entonces pensar en qué tipo de ser es Dios. Tomás de Aquino dice que la idea de Dios es casi universal, pero su existencia no es algo obvio ni algo con lo que nacemos. Por eso, necesitamos demostrar su existencia mirando los efectos que podemos ver en el mundo y, a partir de esos efectos, llegar a la causa, que sería Dios.

Tomás de Aquino no está de acuerdo con el argumento de Anselmo de Canterbury, que dice que podemos probar que Dios existe solo pensando en Él. Según Aquino, no podemos demostrar la existencia de Dios solo con una definición. Las pruebas deben basarse en lo que vemos en el mundo. Al observar los efectos en el mundo, podemos deducir que hay una causa última, que es Dios. Para Aquino, podemos conocer a Dios reflexionando sobre las criaturas y su relación con Él, tal como dice la Biblia en Romanos 1, 20: «lo que no se ve de Dios se puede conocer por lo que ha hecho».

Las Cinco Vías de Tomás de Aquino

Las cinco vías de Tomás de Aquino son pruebas para demostrar la existencia de Dios. Estas vías siguen un patrón similar:

  1. Comienzan con un hecho que podemos observar en la naturaleza, el cual nos revela una forma de ser.
  2. Luego, se argumenta que la causa de esa forma de ser no puede encontrarse entre las cosas naturales.
  3. Se continúa con la necesidad de afirmar la existencia de una causa primera, que es la única que puede ser la causa de esas formas de ser.
  4. En las tres primeras vías, Tomás de Aquino dice que no podemos seguir retrocediendo sin fin en una cadena de causas, porque debe haber una causa inicial que lo empezó todo.
  5. Finalmente, se afirma la existencia de una primera causa, que todos llamamos Dios.

Primera Vía: El Movimiento

La primera vía se basa en el movimiento. Aquino dice que debe haber un primer motor que no se mueve, porque todo lo que se mueve es movido por algo más. No puede haber una cadena infinita de cosas que se muevan. Aquino usa la idea de movimiento de Aristóteles, que dice que el movimiento es el paso de lo que algo puede llegar a ser a lo que realmente es. Para Aquino, esta es la forma más clara y sencilla de probar que Dios existe.

Segunda Vía: La Causalidad Eficiente

La segunda vía se enfoca en la causalidad eficiente, que no solo se refiere al cambio o movimiento, sino a la causa del ser de algo. Aquí, Aquino sugiere que si existen causas eficientes, debe haber una causa primera que dé el ser a todas las cosas, ya que no es posible un proceso infinito de causas eficientes.

Tercera Vía: La Contingencia y el Ser Necesario

La tercera vía de Tomás de Aquino se basa en los seres contingentes, que son aquellos que podrían existir o no. Para explicar por qué existen, Aquino dice que debe haber un ser necesario, es decir, un ser que siempre ha existido y que hace posible que los demás seres existan. Sin ese ser necesario, nada existiría.

Cuarta Vía: Los Grados de Perfección

La cuarta vía se enfoca en los diferentes niveles de perfección que vemos en las cosas. Aquino dice que estas perfecciones nos hacen pensar en un ser máximo, el ser más perfecto, de quien vienen todas las demás perfecciones. Esta idea se basa en Platón, quien decía que las cosas participan en un ser perfecto.

Quinta Vía: El Orden y la Finalidad en el Mundo

La quinta vía se enfoca en el orden del mundo y cómo los seres sin inteligencia parecen actuar como si tuvieran un propósito. Aquino nota que los fenómenos naturales siguen un patrón regular, lo que significa que debe haber una causa inteligente que guíe ese orden. Según él, esa causa es Dios.

Tomás de Aquino pensó estas cinco vías como ideas para las personas que ya creían en Dios. Sin embargo, podemos pensar que su fe religiosa lo hizo ver más de lo que realmente había en sus conclusiones.

Contextualización Histórica y Filosófica de Tomás de Aquino

El Surgimiento de las Universidades en el Siglo XIII

Tomás de Aquino es una figura clave en la historia de la filosofía medieval y está muy relacionado con el desarrollo de las universidades en Europa durante el siglo XIII. Estas universidades nacieron para satisfacer la creciente necesidad de educación en áreas como la filosofía, el derecho, la medicina y, sobre todo, la teología. Universidades importantes como las de Bolonia, París, Oxford y Salamanca fueron centros educativos fundamentales en esa época, y la Universidad de París fue especialmente relevante para la formación de pensadores como Tomás de Aquino.

La Escolástica y la Influencia de Filósofos Antiguos y Árabes

Tomás de Aquino es conocido como el filósofo cristiano más importante y el principal representante de la escolástica, una corriente que trataba de combinar la fe cristiana con la razón. Aunque sus ideas eran originales, también se basó en las enseñanzas de filósofos antiguos como Platón y Aristóteles. Por ejemplo, adoptó la teoría de Platón sobre cómo se relacionan Dios y las criaturas, y usó la filosofía de Aristóteles para explicar cosas como las causas de los eventos y la diferencia entre lo que algo es y lo que realmente existe. Además, fue influenciado por filósofos árabes como Avicena y Averroes, que también discutían cómo entender la relación entre la fe y la razón.

Influencia de San Agustín y la Armonización con el Cristianismo

Tomás de Aquino también fue influenciado por pensadores cristianos importantes como San Agustín, especialmente en temas como los atributos de Dios, la creación del mundo y la libertad humana. En sus escritos, Tomás intentó combinar las ideas de Aristóteles con las enseñanzas cristianas, lo que causó algunas discusiones. Esto fue especialmente cierto con los seguidores de Averroes, un filósofo árabe, cuyas ideas sobre Aristóteles no coincidían con el cristianismo. Tomás defendió que era posible armonizar la filosofía de Aristóteles con la fe cristiana, tratando temas como la inmortalidad del alma y el origen del mundo.

Recepción y Legado de Tomás de Aquino

Después de la muerte de Tomás de Aquino, su pensamiento fue rechazado por algunos, especialmente por los franciscanos, que preferían la filosofía de San Agustín. En 1277, algunas de sus ideas fueron condenadas por la Iglesia. Sin embargo, después de ser canonizado en 1323, sus ideas fueron aceptadas, especialmente por los dominicos, la orden a la que pertenecía. Su teoría de la ley natural influyó mucho en filósofos del siglo XVI, como Francisco de Vitoria y Hugo Grocio, y ayudó en el desarrollo del derecho internacional.

El Neotomismo y su Impacto en la Filosofía Moderna

Aunque las nuevas corrientes filosóficas, como el racionalismo de Descartes y el empirismo, pusieron en segundo plano el pensamiento de Tomás de Aquino, su influencia siguió presente. En el siglo XIX, surgió un renacimiento del tomismo, conocido como neotomismo, con pensadores como J. Maréchal, J. Maritain y E. Gilson. Estos filósofos defendieron que la filosofía de Tomás era la mejor para unir la fe cristiana con la razón. Este resurgimiento tuvo un gran impacto en la filosofía moderna y en la enseñanza oficial de la Iglesia Católica.

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