Derecho, Estado y Democracia: Conceptos y Evolución

Derecho: Concepto y Fundamentos

El derecho es el conjunto de normas que emanan del Estado. Sirve para conservar el orden social: ordena y organiza las relaciones sociales. Pretende tanto evitar conflictos como solucionarlos en caso de que surjan, pero no aspira a regular todas las conductas de las personas, sino a establecer leyes que marquen unos límites claros que no se puedan transgredir.

Iusnaturalismo y Iuspositivismo

Iusnaturalismo: Según esta corriente, los derechos básicos provienen del propio orden de la naturaleza. Existe un derecho natural compuesto por los derechos que los seres humanos poseemos por el hecho de pertenecer a la especie humana. Estos derechos han surgido a partir del ser humano. Dado que son consustanciales a la naturaleza humana, son irrenunciables y universales.

Iuspositivismo: Esta corriente sostiene que las leyes y normas jurídicas creadas por el ser humano son las únicas verdaderas. Los iuspositivistas no aceptan la distinción entre derecho natural y positivo; para ellos, todo derecho es positivo. Afirma que el derecho no es una realidad natural, sino cultural.

Para el iusnaturalismo, las normas que no se ajustan al derecho natural no constituyen derecho, mientras que, para el iuspositivismo, todas las normas que emanan del Estado forman parte del derecho.

El Estado: Definición y Características

El Estado es el conjunto de órganos de gobierno de un país soberano. El Estado moderno, entendido como una institución impersonal, se remonta al siglo XVI, cuando el poder eclesiástico perdió terreno a favor del poder secular. Tiene las siguientes características:

  • Es un territorio delimitado por unas fronteras. Toda persona u organismo que se encuentre dentro de las mismas está sometido a sus leyes.
  • Tiene el monopolio de la violencia. Tal como señaló Weber, el Estado es el único organismo que puede ejercer la violencia legalmente para hacer cumplir las leyes.
  • Es soberano porque no hay ningún organismo superior a él que pueda someterlo a su voluntad. Hay organizaciones supraestatales que pretenden coordinar las políticas de diferentes Estados. Aun así, los Estados continúan siendo soberanos.

Clasificación del Estado

Clasificación en función del respeto a las leyes

Según se respeten o no las leyes y los derechos de los ciudadanos, los Estados se clasifican en Estados totalitarios y Estados de derecho.

El Estado totalitario: El totalitarismo es una noción que se aplica a regímenes políticos dictatoriales, como los de la Alemania nazi. Características:

  • Son Estados jurídicos, porque hay leyes; sin embargo, no se respetan los derechos de los ciudadanos.
  • La pluralidad de partidos de las democracias modernas se sustituye por un partido único con una ideología muy definida.
  • El control social es absoluto: se persigue de forma violenta a los disidentes y se politizan todos los aspectos de la vida social.

Su pretensión es transformar la forma de pensar y la conducta de los ciudadanos, utilizando todos los medios de control social que tienen a su disposición.

El Estado de derecho: El Estado de derecho es aquel que se rige por leyes y no por la voluntad del que manda. Se caracteriza por reconocer unos derechos y unas garantías a sus ciudadanos. Para evitar que nadie pueda ejercer un control despótico sobre la vida social, los Estados de derecho se configuran a partir de:

  • La división de poderes: Consiste en la distinción de tres ámbitos de poder: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Con ello, se pretende evitar que el poder se concentre en unas únicas manos.
  • La Constitución: Se entiende por Constitución la ley fundamental de un Estado que define el régimen básico de los derechos y libertades de los ciudadanos y los poderes e instituciones de la organización política.

Clasificación en función del número de gobernantes

Autocracia: El poder está en manos de una sola persona. Se caracterizan porque el monarca o dictador puede imponer las leyes en función de sus intereses. Oligarquía: El poder lo ejercen unos pocos que se presentan a sí mismos como los mejores. Son los que acostumbran a detentar el poder económico por estar en posesión de la tierra. Democracia: Significa «gobierno del pueblo». Es el sistema político más extendido: está implantado en más de la mitad de países del mundo.

La Democracia: Definición y Modelos

Democracia es el régimen en el cual el pueblo es soberano; nadie puede gobernar o legislar sin su aprobación. Existen diferentes definiciones de democracia, como:

  • Es el régimen en que los ciudadanos pueden gobernarse a sí mismos. Con el fin de que se cumpla este objetivo, se han creado unas instituciones y se defienden unos derechos.
  • Es el régimen en el que los gobernantes tienen una responsabilidad con los gobernados y estos pueden controlarlos de distintas maneras.
  • Es el régimen que permite apartar a los peores gobernantes del poder, con unos costes humanos y sociales mínimos.

Se pueden distinguir dos modelos de democracia:

Democracia directa: En este sistema político, los ciudadanos participan con su voz y voto en la vida política de la sociedad. Debido a que no existía división de poderes, la Asamblea de ciudadanos ejercía tanto el poder legislativo como el ejecutivo y el judicial.

Democracia representativa: Los ciudadanos no participan directamente en la actividad política, sino que escogen unos representantes, mediante un sistema electoral.

Democracia Representativa: Elementos Básicos y Tipos

Los dos elementos básicos de las democracias representativas son:

  • Sufragio universal: Todas las personas mayores de edad tienen derecho al voto, con independencia de la raza, la religión o la clase social a la que pertenezcan.
  • Sistema de partidos: Los partidos políticos son organizaciones que se encuentran entre los representantes y los representados, entre los distintos poderes del Estado y el pueblo.

Tipos de democracia representativa

Las democracias que incorporan los principios liberales de la división de poderes se clasifican en tres tipos, en función de la forma en que se distribuyen dichos poderes:

Democracia parlamentaria: En este modelo de democracia, las elecciones sirven para escoger la composición del Parlamento, que se encarga del poder legislativo.

El Parlamento tiene como funciones aprobar las leyes, aprobar los presupuestos del Estado y elegir al presidente del Gobierno. Como el presidente es escogido por el Parlamento, en este tipo de democracia se produce una fusión entre el poder ejecutivo y el legislativo.

El Gobierno lo constituyen el presidente y los ministros. Su función consiste en establecer las prioridades legislativas y ejecutar las leyes.

Los tribunales de justicia cumplen la función de juzgar las infracciones de la ley y constituyen el poder judicial, independiente de los otros dos poderes.

Gracias a este sistema, el Gobierno representa a la mayoría de la población, ya que el presidente es elegido por el Parlamento, que representa al pueblo.

España se define como monarquía parlamentaria, porque es una democracia parlamentaria cuyo jefe del Estado es el rey.

Democracia presidencialista: En este tipo de democracias hay una separación de poderes, ya que el poder ejecutivo y el poder legislativo se eligen en votaciones separadas e independientes. De este modo, a diferencia de lo que ocurre en las democracias parlamentarias, el presidente del Gobierno no depende del Parlamento. En estas no hay diferencia entre jefe del Gobierno y jefe del Estado.

Democracia semipresidencialista: A diferencia del sistema anterior, existe un jefe del Estado que es elegido directamente por la ciudadanía y también hay un jefe de Gobierno. El jefe del Estado, además de las funciones representativas, acostumbra a tener poderes ejecutivos.

Libertad, Igualdad y Justicia: Principios Fundamentales

Los principios de libertad, igualdad y justicia son fundamentales en la regulación de la vida política de los ciudadanos, ya que sirven de guía para organizar una sociedad que aspira a ser más libre.

Libertad y Relación Individuo-Estado

La libertad es la ausencia de impedimentos externos o la falta de obstáculos para ejecutar una acción. La libertad puede entenderse en un sentido positivo, cuando se hace referencia a la libertad para hacer algo, o en un sentido negativo, cuando significa liberarse de algo. El concepto de libertad puede aplicarse a diferentes ámbitos y, en cada caso, tanto su significado como su contrapuesto también son diferentes.

Libertad social y política

Los seres humanos somos seres sociales. Vivir en sociedad aporta al individuo numerosas ventajas. No se puede sobrevivir aislado del resto de nuestros congéneres. Sin embargo, para vivir en sociedad, parece necesario sacrificar en parte la libertad individual, dado que hay que seguir costumbres u obedecer órdenes que, por definición, no son elecciones propias. Por lo tanto, vivir en sociedad supone sacrificar parte de la libertad individual para garantizar el orden social, con el fin de aprovecharse de las ventajas de la convivencia.

Libertades individuales

Existen dos extremos en la relación entre el Estado y los ciudadanos que determinan el grado de libertad individual de una sociedad: el anarquismo y la tiranía. La anarquía significa vivir sin leyes. La ausencia de leyes da a los individuos una libertad ilimitada, lo que supone que muchos se aprovecharán de la ausencia de límites para explotar a otros. Aunque parezca que las leyes constriñen la libertad, en realidad la protegen, porque, de lo contrario, estaríamos sometidos a los otros. El Estado es necesario para hacer cumplir la ley. La tiranía supone suprimir todas las libertades de los individuos. El Estado puede inmiscuirse en todos los detalles de la vida de los ciudadanos sin ningún límite y someter la voluntad de todos. Ambos extremos son inaceptables. El Estado tiene que regular las relaciones entre los individuos, sin suprimir las libertades individuales.

Igualdad

La idea de igualdad es fundamental en la vida política democrática. Existen dos aspiraciones en la vida de las sociedades democráticas que son compartidas por la gran mayoría de sus miembros:

Igualdad ante la ley: Significa que a todos los ciudadanos se les tiene que aplicar la misma legislación, sin excepciones ni privilegios. E, igualmente, todos ellos tienen que sufrir las mismas penas en caso de quebrantar la ley. Igualdad de oportunidades: Ante las diferencias existentes debidas al estatus social, el nacimiento, el género y el poder económico de los individuos, la libertad de oportunidades aspira a garantizar que todos los miembros de una sociedad puedan aprovechar sus talentos sin que se vean limitados por obstáculos o barreras externos. La libertad de oportunidades se traduce en garantizar la educación formal a todas las personas.

Justicia

La justicia se define como el acto de dar a cada uno lo suyo. Una sociedad justa se caracteriza por «distribuir los bienes como es debido» y por dar a cada uno lo que le corresponde equitativamente, sin privilegios ni discriminaciones. Sin embargo, cabe distinguir maneras diversas de entender lo que le corresponde a cada uno y, por tanto, existen definiciones de justicia diferentes que conducen a organizaciones sociales igualmente dispares. Básicamente, se dan dos alternativas a la hora de entender la justicia en sociedad:

Justicia reparadora o conmutativa: Es cuando por justo se entiende el hecho de dar a cada uno lo que se merece. La injusticia se produce cuando dos personas reciben un trato diferente o desigual en las mismas circunstancias. Esta noción de justicia se aplica con independencia de los recursos de que disponga el individuo, ya que en ella no se contempla ningún trato a favor.

Justicia distributiva: En esta concepción, «ser justo» significa redistribuir los recursos con el objetivo de equilibrar las desigualdades. La justicia pretende reducir las diferencias materiales entre los miembros de la sociedad. Para conseguirlo, se trata de forma desigual a los individuos, privilegiando y beneficiando a aquellos que se considere que están desfavorecidos socialmente. Este trato desigual pretende dar una sociedad en la que haya igualdad.

Teorías Políticas: De la Antigüedad a la Época Contemporánea

Teorías Políticas de la Antigüedad

Convencionalismo de los sofistas: Los sofistas eran profesionales en el arte de la oratoria. Educaban a los ciudadanos de la democracia en el arte de la oratoria para hacerlos capaces de convencer a sus conciudadanos en la asamblea y en los tribunales. El convencionalismo hablaba de las leyes políticas, las instituciones y las normas morales como fruto de los acuerdos y decisiones de cada comunidad en cada momento. Protágoras es la representación destacada de los sofistas.

Justicia según Platón: Platón relaciona la justicia con la búsqueda de la armonía en la estructura social. Concluye que se debe dividir a los ciudadanos naturalmente en gobernantes, soldados y productores. Los soldados serán los más valientes, con el valor como principal virtud. Entre ellos se seleccionará a los gobernantes, que reciben educación filosófica para poder gobernar. Tienen la prudencia como principal virtud. Los que tengan una inclinación apetitiva tendrán que ser parte de los productores, que abastecen la ciudad de bienes materiales, y tendrán como virtud la templanza.

Según Platón, la armonía se identifica con la justicia y se logra cuando cada uno de los ciudadanos realiza la función que le corresponde por naturaleza.

La Política en el Renacimiento

El realismo de Maquiavelo: La vía realista de la política renacentista tiene como principal representante a Nicolás Maquiavelo, quien escribió el libro El príncipe. En su libro, habla de las características de un gobernante que logra alcanzar el poder y mantenerlo, para dar consejos útiles a los dirigentes. Es partidario de que el orden es esencial en un estado para el desarrollo de las obligaciones de la ciudadanía y evitar los excesos de los ciudadanos causados por la tendencia a la maldad del ser humano. También es partidario de que la unión del Estado es prioridad y que la desunión en feudos genera debilidad. Maquiavelo estaba de acuerdo con la contratación de un ejército profesional formado por los ciudadanos. Maquiavelo habla de un gobernante fuerte capaz de imponer su voluntad entre la población como la única manera de lograr un estado en orden y unión. Los medios que emplee están justificados si sirven para cumplir el objetivo propuesto. El gobernante, según la norma, debe caracterizarse por la bondad. Maquiavelo dice que si el gobernante obra virtuosamente estará condenado a la ruina, por lo que deberá mostrarse cruel. Maquiavelo no acepta que el gobernante se someta a las leyes, y es partidario del mal menor. El gobernante, según Maquiavelo, debe caracterizarse por la astucia y la fuerza, y debe saber alternar entre ambas cuando sea necesario.

Utopía de Thomas More: Thomas More se inspiró en Erasmo de Rotterdam para escribir su libro Utopía. Utopía es la isla donde se localiza la sociedad imaginada por More, que es radicalmente diferente a la de su tiempo. Es una ilusión irrealizable en la que todo está sujeto a un orden inexorable y se promueve la igualdad, la tolerancia, el bienestar de la comunidad y la coexistencia entre los ciudadanos y sus creencias. Esta sociedad es imposible y radicalmente diferente a las verdaderas sociedades. Se asemeja a la República, de Platón, ya que nunca va a suceder. Es también influenciada por Epicuro en el aspecto del placer, que es donde reside la verdadera felicidad de los ciudadanos. Utopía está hecha para criticar la sociedad de su tiempo y las injusticias sociales del siglo XVI.

La Política en la Época Moderna: El Contractualismo

Thomas Hobbes: Para él, el estado de naturaleza es un mundo sin Estado donde rige la ley del más fuerte; el hombre está poseído por sus pasiones, pero a la vez es racional. El hombre desea dejar atrás el estado de naturaleza y es capaz de adquirir un lenguaje. Para él, el Estado ideal es el Estado autoritario y absoluto; el mejor Estado es en el cual todo el poder se concentra en un monarca. Al ser absoluto, el monarca nos garantiza el orden y la paz sociales. El contrato social, para él, es el pacto por el que todos los individuos renuncian a su libertad en beneficio de un soberano que garantice la paz y la seguridad.

John Locke: Para él, en el estado de naturaleza los seres humanos poseen unos derechos y unas libertades básicas constitucionales a la naturaleza humana. Al ser previos a cualquier Estado, nadie puede quitárselos, permanecen intocables. Para él, el Estado ideal sería el democrático liberal, ya que el poder político está fragmentado para que no recaiga en una persona, para que puedan controlarse entre sí y para que garanticen y protejan los derechos de los ciudadanos. El contrato social es un contrato implícito en el que se justifica al poder político capaz de garantizar los derechos básicos del ser humano. El ciudadano tiene el deber de controlar al gobernante para que no abuse de su poder; el gobernante puede ser sustituido cuando los gobernados consideren necesario.

Montesquieu: Para Montesquieu, el Estado se debe fragmentar en sus funciones ejecutiva, judicial y legislativa con el fin de limitar el uso ilícito de poder y, de esta forma, proteger los derechos y las libertades de los ciudadanos. El principio general establece que la fuerza expansiva del poder político, concentrada en un individuo o grupo, produce relaciones de dominación; en cambio, si el poder se distribuye en partes que contienen y canalizan la fuerza expansiva, se evitarían abusos de poder y se protegerían los derechos de los individuos. Reconoce la importancia de las leyes como uno de los fundamentos del Estado.

Rousseau: El estado de naturaleza es una situación previa a cualquier civilización y lenguaje en la que el ser humano es igualitario, y el propio ser humano es capaz de proveerse a sí mismo sus necesidades básicas. Para él, el Estado ideal es el democrático social, ya que el poder político proviene de la voluntad general; las decisiones se toman atendiendo a todos los ciudadanos. Además de derechos y libertad, se mantiene la igualdad, la educación, la salud… El contrato social aparece porque el estado de naturaleza se acaba corrompiendo al aparecer la propiedad; existen desigualdades humanas y sociales, y empieza a corromperse la libertad. Para acabar con esto es necesario crear un Estado.

Kant: Tiene una concepción del ser humano individual, es decir, insociable, para comprender y explicar la guerra entre distintos colectivos humanos o entre países. En las relaciones humanas, la naturaleza humana es de por sí insociable, por lo que cada individuo aspira al egoísmo y a la satisfacción propia. En las relaciones entre Estados, están marcadas por el odio, la brutalidad y la tensión debido a las ansias de poder, de expansión y por el conflicto entre estos mismos. La guerra es un ejemplo de situación insostenible, ya que la vida de los individuos está en constante riesgo.

Política en Época Contemporánea

El capitalismo: El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de producción y la titularidad de los recursos productivos deben ser de propiedad privada, deben pertenecer a las personas y no a una organización como el Estado. Adam Smith propuso el sistema de libre mercado que consiste en que el precio de los bienes es acordado por el consentimiento entre los vendedores y los compradores, mediante las leyes de la oferta y la demanda.

Escuela de Fráncfort: La designación Escuela de Fráncfort reúne el conjunto de una serie de pensadores que iniciaron sus estudios en torno a la teoría marxista para, después, hacer una reflexión crítica sobre las sociedades industrializadas. Para estos pensadores, la razón instrumental que se aplicaba para definir lo que es la ciencia era la misma que se había aplicado en la programación de los horrores de los campos de exterminio nazi. La razón instrumental sigue siendo hoy, llevando a la explotación del ser humano.

Teoría crítica: Es la doctrina que se desarrolla en la Escuela de Fráncfort por un grupo de pensadores y filósofos y que tiene como fin no describir la realidad, sino transformarla, ya que el mundo no es como debería ser. Distingue entre la racionalidad y la razonabilidad. La racionalidad se aplica al trabajo por objetivos y tiende a buscar la eficacia, poniendo medios para lograr el fin propuesto y deseado, aunque se acaba usando a demás personas para poder lograr ese fin. La razonabilidad, en cambio, consiste en reflexionar críticamente sobre los fines que se quieren alcanzar, para poder observar si, para alcanzar esos determinados fines, existiría la posibilidad de tener que sacrificar o explotar a otros seres humanos o perjudicar al medioambiente.

Política: Definición y Poder Político

La política se define como la actividad en la que grupos, organizaciones o sociedades toman decisiones de manera colectiva.

El Poder Político

El poder se define como la capacidad para imponer la propia voluntad a otros. El sociólogo Max Weber lo definió: «Por poder se entiende cada oportunidad o posibilidad existente en una relación social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad». Se tiene poder cuando esta voluntad se impone a pesar de la resistencia de los demás. Según Weber, existen tres formas de poder:

  • Económico: consiste en conceder o quitar riquezas.
  • Ideológico: supone otorgar o quitar prestigio.
  • Político: es el poder que se atribuye el uso de la violencia legítima y consiste en: Una relación entre unas personas que mandan y otras que obedecen. El mandatario puede exigir obediencia mediante la violencia y bajo la amenaza. Un poder que usa la violencia e impone su autoridad de forma legítima, es decir, con el acuerdo tácito y el reconocimiento de la mayoría de la población.

Autoridad

La autoridad es la persona o grupo de personas que ejerce un poder institucionalizado. Al institucionalizarse, las decisiones tomadas no se pueden cuestionar porque forman parte del sistema democrático. La obediencia a la autoridad se debe a dos razones:

  • Unas creencias sociales que sirven para institucionalizar el poder. Cuando la autoridad está institucionalizada, la persona que ostenta el poder no tiene que aclarar ni explicar por qué puede ejercerlo. Las sociedades democráticas tienen mecanismos que protegen a los ciudadanos para que no sufran abusos de poder o para que, en caso de sufrirse, se castigue y penalice al infractor y se compense e indemnice a la víctima.
  • El miedo a recibir una sanción en caso de desobediencia a la autoridad. Aunque socialmente haya un acuerdo para que una persona ejerza como autoridad, un ciudadano puede decidir no obedecer. En ese caso, la autoridad tiene el poder de sancionar al infractor.

Legitimidad

El poder se institucionaliza cuando se considera que es legítimo. A lo largo de la historia, se pueden distinguir tres formas de legitimar el poder político:

  • Tradicional: Un grupo, clan o familia ha ejercido el poder en el pasado, y esta es la única razón para que siga haciéndolo en el futuro. El poder se transmite hereditariamente y se justifica por la rutina. Es propia de Estados autoritarios.
  • Carismática: El fundamento del poder y su legitimación está basado en las dotes para seducir y movilizar a los ciudadanos. Se trata de un solo individuo que tiene la capacidad movilizadora.
  • Legal: El único criterio de legitimación lo constituye la ley que ha surgido a partir de la voluntad popular. La autoridad no depende de una persona, sino que reside en la ley. Es propio del Estado de derecho.

Estas formas de legitimidad no son contradictorias, sino que en la mayoría de los casos coexisten. En la actualidad, es raro que se dé uno de estos tipos de legitimidad pura.

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