Derechos Naturales y Contrato Social en Locke: Fundamentos del Gobierno Civil

El Estado de Naturaleza y la Ley Natural según Locke

El estado de naturaleza tiene una ley de naturaleza que lo gobierna y que obliga a todos; y la razón, que es esa ley, enseña a toda la humanidad que quiera consultarla, que siendo todos los hombres iguales e independientes, ninguno debe dañar a otro en lo que atañe a su vida, salud, libertad o posesiones. Pues como los hombres son todos obra de un omnipotente e infinitamente sabio Hacedor, y todos siervos de un señor soberano enviado a este mundo por orden suya y para cumplir su encargo, todos son propiedad de quien los ha hecho, y han sido destinados a durar mientras a Él le plazca, y no a otro. Y así, habiendo sido todos los hombres dotados con las mismas facultades, y al participar todos de una naturaleza común, no puede suponerse que haya entre nosotros una subordinación que nos dé derecho a destruir al prójimo como si éste hubiese sido creado para nuestro uso, igual que ocurre con esas criaturas que son inferiores a nosotros.

Locke, Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil, cap. 2, sección 6.

1. Ideas Principales del Texto de Locke

Este texto de John Locke, filósofo y autor del siglo XVII, pertenece a su obra Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. La idea principal que se expone es la existencia de derechos naturales, inherentes a todos los seres humanos, que conforman la ley natural. A partir de esta idea central, se desarrollan tres ideas subordinadas:

  • En primer lugar, Locke afirma que todos los hombres son iguales y, por tanto, deben respetarse mutuamente en su vida, salud, posesiones y libertad. Estos son los derechos naturales que constituyen la ley natural.
  • En segundo lugar, el autor fundamenta la base de estos derechos naturales en la creación divina. Según Locke, el respeto a la vida de los demás es una forma de respetar la creación de Dios, ya que todos somos criaturas suyas y solo Él puede decidir sobre nuestras vidas.
  • Finalmente, Locke concluye que nadie tiene un derecho o poder natural sobre otras personas, reforzando la idea de igualdad y la ausencia de una jerarquía natural entre los seres humanos.

2. Definiciones Clave en el Texto

a) Estado de Naturaleza

En el contexto de Locke, el estado de naturaleza tiene dos significados que deben diferenciarse: (1) La condición que Dios le ha dado al hombre y (2) la situación de la humanidad cuando no hay un poder político establecido.

b) Ley de Naturaleza

La ley de naturaleza se refiere al conjunto de derechos y deberes intrínsecos al ser humano por el mero hecho de serlo.

3. Justificación del Paso del Estado de Naturaleza a la Sociedad Civil

Según Locke, al igual que en la teoría de Hobbes, el estado de naturaleza puede degenerar en un estado de violencia generalizada. Para evitar esta situación, Locke argumenta que es necesario que los seres humanos establezcan un juez imparcial que asegure el cumplimiento de la ley natural. Por lo tanto, se hace imprescindible abandonar el estado de naturaleza y establecer la sociedad civil y el gobierno.

Esta justificación se basa en la premisa de que, como criaturas racionales creadas por Dios, todos los seres humanos son iguales en derechos y deberes. Esta igualdad define lo que Locke denomina estado de naturaleza, el cual revela los derechos y deberes de los seres humanos como criaturas divinas. Estos derechos y deberes conforman la ley natural, que nos obliga a respetar la vida, la libertad y las posesiones de los demás. La razón de esto, según Locke, es que somos criaturas de Dios y solo Él tiene potestad sobre nuestras vidas.

En un segundo momento de su argumentación, Locke sostiene que la ley natural otorga el derecho de responsabilizar a los demás por sus infracciones y castigarlos en consecuencia, incluso con la muerte. Este es el poder ejecutivo de la ley de la naturaleza, considerado el principal derecho natural. Sin embargo, este derecho puede dar lugar a abusos y arbitrariedades, conduciendo a la humanidad a un estado de guerra similar al descrito por Hobbes (todos contra todos).

Finalmente, Locke propone que para escapar de esta situación de guerra es necesario establecer un contrato social. Los individuos acuerdan formar una comunidad, y esta comunidad decide una forma específica de gobierno. Solo en el primer estadio, cuando se forma la comunidad, existe un verdadero contrato social. Para Locke, el contrato se establece entre los individuos que deciden formar una comunidad, y no entre los ciudadanos y aquellos que detentan el poder en un momento determinado.

En conclusión, para Locke existen dos estados de naturaleza: el primero es la condición en la que Dios ha puesto a los hombres en el mundo; el segundo muestra cómo nos hemos vuelto y cómo somos cuando no hay un poder político que actúe como árbitro, lo que conduce a un estado de guerra. Dado que el estado de naturaleza puede degenerar en un estado de violencia generalizada, los individuos deciden abandonarlo para establecer la sociedad civil y el gobierno.

4. Comparación de la Justificación del Poder en Locke con Otra Teoría

Podemos comparar la justificación del poder político de Locke con la de Thomas Hobbes. Ambos son pensadores contractualistas del siglo XVII, siendo Hobbes el iniciador de esta corriente. Locke compartía con Hobbes la idea fundamental de que el poder político no es natural para los seres humanos y se basa en una especie de contrato.

Otra semejanza es que ambos recurren a un contrato social, aunque los términos de este difieren: en Hobbes, los ciudadanos aceptaban el poder absoluto a cambio de protección; en Locke, el contrato se establecía entre los individuos que formaban la comunidad.

Una primera diferencia entre ambos autores radica en que Locke rechazaba la forma de gobierno absoluto propuesta por Hobbes. Hobbes era absolutista, mientras que Locke era parlamentarista.

Una segunda diferencia es que, para Locke, el estado de naturaleza, aunque carece de una autoridad política, está regido por la ley natural y el derecho natural. Este derecho natural impone fuertes restricciones morales al poder que cualquier gobierno legítimamente instaurado pueda tener sobre sus ciudadanos. Hobbes, en cambio, negaba la existencia de una ley natural y sostenía que el poder político no debía tener límites.

El punto de partida de Hobbes se basaba en la concepción de los seres humanos como máquinas, partículas en movimiento, mientras que Locke los consideraba obra de un Ser superior omnipotente, quien les había otorgado igualdad en derechos y deberes.

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