El Estado de las Autonomías y sus Desafíos Demográficos y Económicos
Actualmente hay 16 comunidades autónomas en nuestro país, además de una comunidad foral (Navarra) y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla). En la Constitución de 1978 quedó establecido el sistema de división administrativa, estructurado en 3 niveles: el municipio, la provincia y la comunidad autónoma. Este sistema de organización, el Estado de las Autonomías, propone un sistema uniforme que reconoce la diversidad regional y la existencia de varias nacionalidades, con características culturales diferentes.
Pese a ello, existen otras diferencias autonómicas, tanto a nivel demográfico como económico, y que van estrechamente relacionadas: en aquellas áreas con mayor desarrollo económico es donde se sitúa la mayor parte de población. Mientras algunas comunidades están muy pobladas, otras apenas cuentan con los habitantes suficientes para asegurar su supervivencia. Las comunidades del interior peninsular, a excepción de Madrid, tienen un poblamiento débil que contrasta con las comunidades de la periferia peninsular y Madrid (área metropolitana importante) que cuentan con una gran concentración demográfica.
Existen también otros desequilibrios demográficos entre las CCAA, tanto en densidad de población, crecimiento natural y estructura por edad; unos desequilibrios acrecentados en los años sesenta y setenta del siglo XX por el éxodo rural (generado por la crisis agrícola y la concentración industrial). En cuanto al crecimiento vegetativo, las CCAA del norte (salvo País Vasco y Cataluña) tienen un crecimiento negativo, con una tasa de natalidad inferior a la nacional y una tasa de mortalidad superior al resto, por el envejecimiento poblacional. En cambio, las CCAA con crecimiento positivo se localizan en el sur peninsular, los archipiélagos y Madrid y Barcelona, porque mantienen una población joven, en parte, gracias a la inmigración.
Por su parte, los desequilibrios económicos configuran un modelo territorial con un área interior poco desarrollada industrialmente y regresiva demográficamente -salvo Madrid y algunas otras capitales de provincia, que han desarrollado los servicios y el consumo- y una periferia más desarrollada -salvo Murcia y el interior de Andalucía y Galicia-. Estos desequilibrios económicos se habían iniciado en el siglo XIX con la industrialización, concentrando el desarrollo en Cataluña, Asturias, País Vasco y Madrid pero se agudizaron en el siglo XX con el segundo proceso industrializador y el auge del turismo, localizado principalmente en las zonas del litoral español.
Uno de los indicadores más significativos es la aportación al PIB porque casi el 60% lo proporcionan solo 4 CCAA: Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Son aquellas con mayor número de población pero cabe destacar que en cuanto a renta per cápita (que relaciona el PIB con su número de habitantes) son las CCAA de Madrid y Cataluña (seguidas de Navarra, Baleares, País Vasco y La Rioja) las de mayor renta per cápita mientras las ciudades autónomas, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha las que menos. Así, se agudizan las diferencias entre el norte (con regiones con un desarrollo superior a la media nacional y europea) y el sur, donde ocurre lo contrario.
Pero aún así, existen diferencias entre las provincias de una misma autonomía que aportan al PIB mucho más que al resto de provincias y cuentan con un mayor volumen de población. Por ejemplo, Valladolid y Burgos en Castilla y León, o Sevilla y Málaga en Andalucía.
Ortega y Gasset: Perspectivismo y Raciovitalismo
La formación filosófica de Ortega se nutre de dos fuentes: la filosofía griega y la filosofía europea continental iniciada con Descartes. Destacando la influencia que recibe de autores como Nietzsche, Husserl, Dilthey y Scheler. Se viene a acentuar la importancia de la filosofía alemana en la configuración de su pensamiento. Además, se señala la influencia del krausismo español.
En los inicios de su pensamiento, Ortega plantea el tema de la regeneración intelectual de España. Los primeros pasos de Ortega en la filosofía están dominados por esta preocupación, lo que le llevará a un planteamiento “objetivista” de su pensamiento. Los intelectuales españoles adoptan dos actitudes: el desdén o la admiración, la vuelta a las raíces de lo “español” o la búsqueda en Europa de las claves de la regeneración española; Ortega pertenece a este segundo grupo y su análisis le conduce a ver el desfase de España en la ausencia de método, sistema, rigor científico en su pensamiento. Por tanto, para Ortega, lo subjetivo es el error. Este planteamiento será radicalmente modificado en su etapa posterior, a partir de 1914. En las “Meditaciones del Quijote” se abre la fase perspectiva de su pensamiento con el descubrimiento de la circunstancialidad. Ortega se niega a considerar el yo separado de su entorno. Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. Suelen referirse a ella como el núcleo de su pensamiento, una frase en la que Ortega nos ofrece el descubrimiento de que la vida del hombre está inmersa en un conjunto de elementos que constituyen su «circunstancia». El circunstancialismo de Ortega supone la acción del sujeto para dar «sentido» a esas circunstancias. El método filosófico de Ortega se basa en las cosas más próximas, que nos rodean, para alcanzar las más lejanas, que encontramos tratadas bajo la forma de los problemas filosóficos tradicionales. La realidad es captada desde las circunstancias del yo, y la verdad consistirá en saber dar cuenta de esa realidad desde esas circunstancias en las que se halla inmerso el yo.
El perspectivismo admite el carácter múltiple y cambiante de la realidad de la que es posible tener distintas perspectivas. La verdad será el resultado progresivo de la unificación de las perspectivas. Por tanto, criticará el racionalismo y el escepticismo, afirmando que la realidad no puede ser objetiva, atemporal y extrahistórica, sino que es captada desde una perspectiva concreta (“donde está mi pupila, no hay otra”). El sujeto no deforma la verdad, sino que es el único punto de vista legítimo y posible a través del cual la podemos captar.
El raciovitalismo es el periodo de madurez del filósofo a partir de 1923. El raciovitalismo consiste en el intento de conjugar la vida con la razón, superando las contradicciones que se den entre ambas, de los excesos “irracionalistas” del vitalismo y los excesos “antivitales” del racionalismo. La crítica de ambas perspectivas filosóficas será una de las necesidades prioritarias de Ortega. El tema consiste en someter la razón a la vitalidad, dentro de lo biológico, supeditarla a lo espontáneo. Se pretende convertir la relación y mostrar que es la cultura, la razón, el arte y la ética quiénes han de servir a la vida. El raciovitalismo tratará de conjugar los elementos positivos del vitalismo y del racionalismo, dando lugar a la configuración de un nuevo pensamiento, articulado en torno a la noción de razón vital:
- Primacía ontológica de lo vital, la vida es el aspecto más significativo de la realidad.
- La vida de la que habla Ortega es realidad radical, ha de cumplir condiciones que la distingan de una consideración biológica.
- Vivir es necesariamente proyectar, decidir lo que queremos ser y hacer. Hay una cierta limitación y una cierta libertad en las posibilidades de acción del hombre en sus circunstancias
Todo ello se da en el tiempo, por lo que la dimensión histórica del hombre es inseparable del circunstancialismo, la relación entre la vida y la historia, plasmada en el concepto de razón histórica en el que se concretiza la noción orteguiana de razón vital.
La Ética del Discurso de Habermas y la Democracia Deliberativa
Habermas propone una ética del discurso basada en su Teoría de la acción comunicativa, que defiende un modelo de razón discursiva, comunicativa o dialógica. Este modelo de racionalidad se opone a la razón instrumental propia del capitalismo (siempre orientada por un interés técnico) y a la razón subjetiva propia de la Modernidad. Para Habermas, la razón se da siempre en la comunicación entre dos sujetos. La razón comunicativa se basa en el uso del lenguaje para buscar el entendimiento y el acuerdo intersubjetivo, y consiste en dar argumentos racionales y en entender y cuestionar los del otro. Esta forma de comunicación se llama discurso, que se caracteriza por la argumentación racional con el objetivo de alcanzar acuerdos intersubjetivos. En el discurso, los hablantes deben dar y exigir razones de cualquier pretensión de validez de sus afirmaciones. El discurso es la base de la teoría ética y política habermasiana.
La ética del discurso de Habermas es una reelaboración de la ética formal de Kant con algunas similitudes como: ambas son éticas de la razón; la ética discursiva remite a un procedimiento para su identificación; ambas éticas se ocupan del deber. Al igual que también se diferencian en: Kant sostiene que el imperativo categórico puede y debe ser asumido por cualquiera, mientras que la ética del discurso sostiene que la razón es dialógica y se remite a un discurso interpersonal; Kant excluye cualquier tipo de consideraciones sobre una acción, mientras que Habermas toma en consideración las consecuencias previsibles. Tiene como objetivo encontrar normas universalmente válidas. Los imperativos éticos no son individuales, sino que son el fruto de un diálogo racional que debe producirse en determinadas condiciones. El sujeto no puede encontrar en soledad las normas éticas a las que debe atenerse, sino que estas son el resultado del ejercicio de la razón comunicativa. Un imperativo ético será aquel que todos los seres humanos, de común acuerdo y mediante la argumentación racional, acepten como norma universal. El objetivo de la ética comunicativa es alcanzar un consenso, un acuerdo racional entre todos los participantes en la conversación. Habermas defiende una teoría consensual del bien. Para que este diálogo ético se produzca deben respetarse dos condiciones universales: la primera es la libertad de expresión de los hablantes, que no renuncian a sus intereses y deben poder expresarlos en libertad. La segunda es la igualdad de todos los participantes en la conversación. Cuando estas dos condiciones se cumplen se da lo que Habermas considera que es una comunidad de diálogo ideal. Es importante tener en cuenta que estas son condiciones ideales, y en ningún caso una situación empírica que se produzca de hecho. Estas condiciones funcionan como un horizonte normativo (deseable) aunque pocas veces se cumplan efectivamente. La comunidad de diálogo ideal es el modelo del proyecto de una democracia deliberativa.
La democracia deliberativa es el proyecto político de Habermas, desarrollado a partir de su ética del discurso. Se trata de un proyecto democrático que toma como modelo la comunidad de diálogo ideal de su ética del discurso, que es la situación en la que se cumplen las dos condiciones ideales para que se produzca un diálogo ético: la libertad de expresión y la igualdad de todos los hablantes. Siguiendo este modelo, la democracia deliberativa sería el sistema en que todos los ciudadanos, sin coacción y en igualdad de condiciones, puedan participar en el diálogo para alcanzar un consenso racional acerca de los intereses de la comunidad. Para caracterizar su propuesta de una democracia deliberativa, Habermas, en su texto “Tres modelos normativos de democracia”, la distingue de los dos modelos teóricos existentes hasta la fecha: la democracia liberal y la republicana.
La democracia liberal entiende la sociedad en términos individualistas y económicos y concibe al ciudadano como un sujeto de derechos subjetivos o privados. El ciudadano posee una libertad negativa, entendida como ausencia de coacción externa para perseguir sus intereses privados. El derecho en una democracia liberal debe estar orientado a proteger estos derechos individuales, que pertenecen al individuo al margen de la comunidad política. Por último, el proceso político debe limitarse a la gestión de los conflictos de intereses de los ciudadanos y al control de las administraciones públicas. La visión liberal de la democracia se acerca al modelo del mercado, pues la política es vista como negociación entre intereses privados.
La visión republicana concibe la sociedad como una comunidad con fines colectivos en la que el ciudadano es un sujeto que participa en los asuntos del Estado y que tiene un compromiso ético con el bien común. Su concepción de la libertad no es negativa sino positiva: el ciudadano debe ser libre para participar en la búsqueda del bien común. En esta democracia, el derecho es indisociable de la comunidad política a la que se pertenece. Por último, la acción política es una acción comunicativa que tiene el objetivo de construir una comunidad política que mire por el interés común.
Con su propuesta de una democracia deliberativa, Habermas pretende sintetizar ambas perspectivas, superando sus carencias. Por un lado, reprocha al modelo liberal el poco peso otorgado al espacio de lo común y a la participación ciudadana en los asuntos públicos. Su modelo político es un modelo de gestión cercano a la razón instrumental, que toma como modelo el mercado y despolitiza a la sociedad civil. Por otro, reprocha a la visión republicana su idealismo, su excesiva carga normativa (aproxima la política a la ética) y el escaso peso otorgado a la administración. Habermas propone un modelo de democracia que defienda los intereses del individuo y la importancia de la sociedad como una comunidad de convivencia. Del modelo liberal destaca su realismo, por el hecho de diferenciar el Estado de la sociedad civil. Así, para Habermas en una democracia moderna son importantes las instituciones formales que se ocupan de llevar a cabo una política instrumental. No obstante, toma de la visión republicana la importancia otorgada al diálogo y a la esfera pública. La democracia deliberativa se caracteriza por una esfera pública en la que se crea la opinión pública, que es la que va a definir la voluntad común. En esta política dialógica van a ser muy importantes los espacios informales de deliberación. En definitiva, para Habermas la esfera pública está tanto en las instituciones y la administración, como en la sociedad civil. Ambos deben estar en permanente diálogo con el fin de encontrar consensos que permitan dirimir los conflictos de intereses entre los distintos grupos sociales, debiendo siempre respetarse los derechos humanos.
Contexto Filosófico de Ortega y Gasset y Habermas
Ortega y Gasset, filósofo español más importante del siglo XX. Vivió en un contexto social y político convulso y destacó por su participación en la vida política española y por su intensa actividad periodística con la publicación de numerosos artículos de prensa culturales y políticos. Su filosofía se divide en tres etapas: objetivismo, perspectivismo y raciovitalismo.
Habermas es considerado por muchos el filósofo actual más importante. Su propuesta filosófica busca la construcción de una sociedad más libre e igualitaria y considera que para ello es necesario conocer en profundidad la sociedad actual y sus mecanismos de funcionamiento. Su pensamiento se desarrolla a lo largo del siglo XX en el contexto histórico de las democracias europeas de entreguerras, el nazismo alemán, la II Guerra Mundial. Se inscribe en la Escuela de Frankfurt, fundada en 1923 por un grupo de filósofos alemanes, se ocupó de reflexionar críticamente sobre el funcionamiento de las sociedades capitalistas.
El texto pertenece a la obra “El tema de nuestro tiempo” escrita por Ortega y Gasset, filósofo español más importante del siglo XX. Vivió en un contexto social y político convulso. Obra publicada en 1923. A partir de este año, Ortega comienza su etapa raciovitalista, sin embargo este texto, trata sobre la doctrina del punto de vista, una postura ya iniciada en su obra “meditaciones del quijote” en 1914.
Fragmento del artículo «Tres modelos normativos de democracia», de su libro La Inclusión de Otro, en el que critica tanto la forma de entender la democracia en el modelo liberal como el republicano, ya que no permiten con claridad la participación de los ciudadanos en la acción de gobierno. Además, propone una concepción deliberativa de la política, en la que ciudadanos tengan capacidad de hacer valer unos derechos públicos mediante el diálogo en espacios forjados para la participación.
Glosario de Términos Clave
-municipio: es la unidad administrativa más pequeña del Estado español. Engloba a un conjunto de habitantes de un mismo término jurisdiccional y está regido por un ayuntamiento, compuesto por un alcalde y unos concejales, que lo dirigen.
-provincia: entidad territorial con personalidad jurídica, compuesta por una agrupación de municipios, dentro de unos límites administrativos surgidos de la división provincial realizada en España.
-Comunidades autónomas: regiones administrativas surgidas en España a raíz de los diferentes estatutos de autonomía contemplados en la Constitución española de 1978. En la actualidad son 16, más Navarra y Ceuta y Melilla.
-renta per cápita: resultado de dividir el PIB de una zona concreta entre la población total de dicha zona.
-coordenadas geográficas: líneas imaginarias que se cortan en ángulo recto, formando una cuadrícula sobre un mapa. Sirven para determinar la situación de cualquier punto de la superficie terrestre.
-anticiclón siberiano: centro de acción anticiclónico de origen térmico, formado por el enfriamiento del suelo en el nordeste de Europa.
-Tratado de Adhesión: tratado por el cual se adhieren a la Unión Europea los países que lo solicitan y que cumplen con los requisitos establecidos.
-globalización: procede de la palabra inglesa globalization y hace referencia a un intento de entender el proceso de funcionamiento del sistema-mundo.
-NAFTA (North American Free Trade Agreement): tratado de libre comercio, firmado por EE. UU., Canadá y México, para fomentar el intercambio de capitales, bienes y servicios, pero no incluye la libre circulación de personas.
-Mercosur (Mercado Común del Sur): Es un acuerdo comercial entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para eliminar barreras aduaneras y promover la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.
-ASEAN (Association of Southeast Asian Nations): es una organización compuesta por 10 Estados miembros.
-división internacional del trabajo: Es la división del proceso productivo de bienes a nivel mundial entre países, mediante la especialización en la fabricación de un tipo producto.
-deslocalización: fenómeno económico que consiste en el traslado de empresas productoras de bienes y servicios de un país a otro para reducir los costes de producción.
-oligopolio: es la situación que se produce cuando un mercado es atendido por un reducido número de productores. Puede ser un oligopolio de demanda si hay pocos compradores, de oferta si hay pocos productores, o bilateral cuando se dan las dos circunstancias.
-monopolio: es una situación de privilegio real por el que una empresa o varias tiene una posición de dominio absoluto en la producción o comercialización de un bien o servicio. No hay un bien sustitutivo y se tiene la capacidad de imponer los precios.
IDH: índice que toma en consideración la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización y los niveles de educación en enseñanza primaria, secundaria y universitaria de los Estados. Permite el análisis y la comparación de las sociedades de manera más compleja y justa.
-Fondo de Compensación Interterritorial (FCI): fondo previsto en la Constitución española para corregir los desequilibrios económicos entre regiones y hacer efectivo el principio constitucional de solidaridad entre las CC.AA.
-Fondos Estructurales: instrumentos financieros de la Comisión Europea destinados a estimular el desarrollo de las regiones más pobres de los países de la UE, a la reconversión de las zonas agrarias, pesqueras, industriales o urbanas en crisis y al desarrollo de los recursos humanos de aquellas.
-FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional): es uno de los fondos estructurales más importantes de la UE. Es una ayuda económica destinada a corregir los desequilibrios regionales dentro de la UE.
-FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria): sus objetivos se centran en mejorar las estructuras agrarias y la conservación del medio ambiente. Garantiza los precios mínimos de los productos agrarios y financia en gran parte actividades comunitarias relativas a la adaptación y mejora de la producción agraria.
-IFOP (Instrumento Financiero de Orientación Pesquera): fondo estructural de la UE que financia las acciones estructurales en el sector pesquero.
-FSE (Fondo Social Europeo): fondo estructural de la UE destinado a financiar la Política Social Común de la UE, que pretende reducir las diferencias sociales entre las regiones y los ciudadanos europeos.
-Fondos de Cohesión: fondos creados para favorecer la convergencia económica y monetaria de los países más atrasados.
-INTERREG: iniciativa comunitaria que pretende incrementar la cohesión económica y social de la UE, fomentando la cooperación transfronteriza entre países vecinos, la cooperación transnacional entre las regiones europeas y la cooperación interregional entre las regiones de un mismo país.
-LEADER: iniciativa comunitaria que fomenta la reconversión agraria, mediante la ayuda a las regiones donde la PAC ha afectado de manera más negativa, impulsando el desarrollo rural y la cooperación entre territorios rurales.
-URBAN: iniciativa comunitaria que pretende la regeneración económica y social de los barrios urbanos en crisis, con nuevas actividades, la renovación de infraestructuras y equipamientos, el fomento del empleo y la mejora del medio ambiente.
Platón: Metafísica, Epistemología, Antropología, Sociedad, Política y Ética
Metafísica/Epistemología
Frente al relativismo de los sofistas, Platón defiende la posibilidad de alcanzar verdades objetivas, universales y absolutas acerca de la realidad. Pero, ¿qué entendemos por realidad?
En su teoría de las ideas, nos va a afirmar que las realidades que se encuentran en el mundo visible, también conocido como mundo sensible al ser estas captadas por los sentidos, no son totalmente verdaderas y no debemos fiarnos de ellas, ya que están en constante cambio, y si la verdad cambiará a cada instante, no sería verdad. Si ha de existir la verdad (y Platón está convencido de que existe) deben existir ciertas realidades que no cambien y que permanezcan eternamente estables.
El mundo de las ideas, consta de estas mismas, que serán eternas, absolutas, inmutables, NO ACCESIBLES MEDIANTE LOS SENTIDOS, SINO MEDIANTE LA INTELIGENCIA. Podemos poner de ejemplo la belleza, de la cual no tenemos una definición exacta, ya que la vemos puesta en determinados objetos o personas, pero, ¿cómo sabemos que son bellas? Según Platón, lo sabríamos por la idea que reside de lo que es la belleza en el mundo de las ideas.
De todas estas ideas, Platón destacará la del bien, que iluminará a las demás, y que es aquella que nos muestra la perfección, la armonía y lo máximamente real.
Como ya hemos dicho, Platón va a ver dos formas de realidad, la inteligible y la sensible, defendiendo con ello un dualismo ontológico.
La primera realidad es la inteligible, aquella que es la realidad superior, “la estable”, a la que accedemos mediante la inteligencia. Las realidades serán inmateriales, eternas, inmutables. Aquí no va a haber solo ideas, sino también entes matemáticos, objetos… pero todos ellos inferiores a las ideas.
La segunda y última, también conocida como la sensible, pertenece al mundo visible, y es el mundo de lo impermanente, del devenir, de lo cambiante, de lo que nace y muere. Son cosas de nivel inferior a las realidades inteligibles, sobre todo por el su falta de estabilidad.
Estos dos mundos, Platón los relaciona con la figura del Demiurgo. El Demiurgo es esa inteligencia suprema que para Platón, sería el creador del mundo sensible, tomando como modelo el mundo de las Ideas. Por tanto, la realidad sensible, es una copia imperfecta de la realidad inteligible y gracias a los objetos que percibimos por los sentidos, el alma puede recordar, lo que ya conocía en el mundo de las ideas.
No solo habrá dos grados de realidad, sino también de conocimiento, la episteme y la opinión. (DUALISMO EPISTEMOLÓGICO). La episteme (conocimiento propiamente dicho o conocimiento científico) será aquel conocimiento superior, obviamente el relacionado con el mundo inteligible, siendo logrado solamente con la inteligencia. Va a ser un conocimiento objetivo, necesario y universal (no se presenta solo en individuos particulares). La opinión o doxa, tal como indica su nombre, será algo subjetivo, el grado inferior del saber, perteneciente al mundo sensible, poco fiable y superficial. De las cosas sensibles jamás puede obtenerse conocimiento verdadero, tan solo simples opiniones.
Si las ideas pertenecen a un mundo distinto del nuestro, ¿cómo puede el alma conocerlas? Mediante la reminiscencia o anamnesis nos postula la teoría que el alma, antes de encarnarse en el cuerpo, ha preexistido en el mundo de las Ideas, y las ha contemplado allí, dándonos a entender, que conocer no es otra cosa que recordar. Como hemos explicado antes, las cosas sensibles no son más que una copia de las Ideas, y estas, ya han existido antes y se hallan de forma borrosa en el alma, apareciendo según adquirimos experiencia y conocimiento.
Antropología
La concepción del hombre de Platón, también está inspirada en la teoría de las Ideas. El hombre es el resultado de una unión “accidental” entre el alma, inmortal, y el cuerpo, material y corruptible, dos realidades distintas que se encuentran unidas en un solo ser de modo provisional (dualismo Antropológico). Lo más humano que hay en el hombre es su alma, que gobierna y dirige la vida humana.
-El cuerpo: es material y mortal. El cuerpo es la cárcel del alma, de la cual esta tiene que liberarse. Además es una fuente constante de apetitos y deseos. El cuerpo además, arrastra al alma hacia lo sensible, inclina a la posesión de lo material, al mundo de las cosas sensibles y las guerras.
-El alma: inmortal y tiene prioridad sobre el cuerpo. Es lo que constituye nuestro “yo”, nuestro verdadero ser. “El ser humano es su alma”. El alma humana es el principio del conocimiento, es decir, la función propia y específica del alma es el conocimiento y su rasgo más característico es la racionalidad. El alma es una realidad intermedia entre los dos mundos, tendiendo más hacia el de las ideas, ya que allí ha preexistido.
Platón distingue tres partes en el alma:
-el alma racional: en la cabeza, virtud de la prudencia.
-el alma irascible: en el pecho, su virtud es la fortaleza (fuente de las pasiones y emociones).
-el alma concupiscible: en el vientre y su virtud es la templanza (fuente de los deseos)
La parte irascible y concupiscible son irracionales y se hallan también en los animales.
Teoría explicada en el mito del carro alado:
El carro alado (alma) tirado por dos caballos (parte irascible y concupiscible) y guiado por un auriga (parte racional). En un determinado momento, uno de los caballos, (parte concupiscible), no es controlado por el auriga y el carro cae al mundo sensible, donde es aprisionado en el cuerpo y en el que permanecerá durante un tiempo. El alma al quedar encerrada olvida todas las ideas, y solo mediante el esfuerzo, logrará recordar todas las ideas, lo que le permitirá regresar al mundo al que pertenece.
Por tanto, la parte racional del alma debe dirigir y gobernar la parte irascible y la parte concupiscible. La virtud de la justicia en el alma, consistirá en respetar esta jerarquía natural: que la razón gobierne las pasiones y los deseos.
¿Por qué el verdadero filósofo no teme a la muerte? Debido a que esta le libera del cuerpo. Para que el filósofo pueda alcanzar la verdad únicamente con su alma, esta debe ser inmortal.
Sociedad/Política
Para Platón, la sociedad es el medio de vida “natural” del ser humano, ya que el ser humano no es autosuficiente. Las tendencias que inclinan al ser humano al amor, a la amistad, son tendencias naturales, por lo que no tendría sentido pensar que el medio, necesariamente social en el que desarrollan fuera algo no natural. Esta teoría de la sociabilidad natural, también la tendrá Aristóteles. La vida del hombre se identifica, con su vida social. ¿Cómo tendría que ser una sociedad ideal? Los hombres no son independientes ni autosuficientes, asi que el primer fin que debe garantizar toda sociedad es un fin económico. Los hombres tienen capacidades u habilidades, siendo preferible que cada uno desarrolle las que posee por naturaleza, con la división del trabajo. En una ciudad idea, deberán existir todo tipo de trabajadores. A medida que la sociedad aumenta en número de ciudadanos, los recursos deben ser ampliados, dando lugar a la conquista de territorios vecinos para satisfacer las necesidades de todos, conduciendo a la guerra. Con la división del trabajo deberá haber especialistas en la guerra, encargados exclusivamente de las actividades bélicas, a los que Sócrates llamará guardianes de la ciudad. En esta ciudad ideal, falta algo: determinar quiénes serán los encargados de gobernarla, que según Platón, serán los filósofos. En la sociedad ideal, es necesaria la existencia de tres clases sociales: Artesanos: son los poseedores de la riqueza. Única clase con derecho a propiedad privada y familia./Guerreros: esta no puede tener acceso a la riqueza, (para evitar la tentación de defender sus propios bienes y no los colectivos), y vivirán de forma comunitaria, compartiendo todo hombres y mujeres./Gobernantes: tampoco tendrán acceso a la propiedad privada ni a la familia. Deberán centrarse en el estudio a fin de conocer lo bueno para gobernar adecuadamente la ciudad.
Para determinar quién ha de formar parte de una u otra clase, será necesario establecer un proceso educativo en el curso del cual se podrá determinar qué tipo de naturaleza tiene cada ser humano. En el individuo encontramos tres partes del alma:
Virtud de los artesanos: la templanza./Virtud de los guerreros: valentía o fortaleza./Virtud de los guardianes gobernantes: la sabiduría o prudencia.
Cada una de estas, pertenece a una parte del alma: la sabiduría al alma racional, la fortaleza al alma irascible y la templanza al alma concupiscible.
La justicia por tanto, consistirá en que cada clase social (y cada ciudadano) se ocupe de la tarea que le corresponde. La injusticia consistirá en la injerencia de una clase social en las funciones de otra: que los guerreros o los artesanos pretendan gobernar, por ejemplo.
La pertenencia a una clase social viene determinada por la naturaleza del alma y no por el origen familiar. La sociedad debe dar importancia primordial a la educación, y que tipo de educación ha de recibir cada individuo en función de la clase social a la que deba pertenecer.
FORMAS DE GOBIERNO… Platón realiza un análisis de las formas de gobierno, que ira graduando de mejor a peor. En primer lugar sitúa la aristocracia, es decir, el gobierno de los mejores. En ella los mejores son los que conocen las ideas, los filósofos y su gobierno está dominado por la sabiduría. La segunda mejor forma de gobierno la representaría la timocracia, es decir, el gobierno de la clase los guardianes, que no estaría ya dirigida por la sabiduría, sino por la virtud propia de la parte irascible del alma, abriendo puertas al desarrollo de la ambición, que predomina en la siguiente forma de gobierno, la oligarquía, el gobierno de los ricos y cuyo único deseo está en la acumulación de riquezas. Posteriormente, la democracia cuyo lema seria libertad e igualdad entre todos los individuos, y entonces, esto para Platón es la pérdida total del sentido de los valores y de la estabilidad social. Por último, tenemos la tiranía, que representaría el gobierno del despotismo y de la ignorancia, dominado por el tirano por las pasiones de la parte más baja del alma, dando lugar al dominio de la crueldad y la brutalidad.
La Ética
Platón heredó de su maestro Sócrates la preocupación por las cuestiones ética y morales. Se deslizará hacia la política, pues entiende que solo en la ciudad justa será posible formar individuos virtuosos y felices. Para Platón, el objetivo de su política es el mismo que el de su ética: lograr la justicia, que consiste en una especie de armonía y orden en el funcionamiento del todo.
Cada parte del alma puede y debe desarrollar una determinada virtud:
-La sabiduría o prudencia es la virtud propia del alma racional.
-La valentía es la virtud propia de la parte irascible.
-La moderación o templanza es la virtud de la parte concupiscible.
-La justicia, que es la virtud más importante, ya que es la virtud del alma entera, del todo.
Platón define la justicia como la armonía del alma, alcanzada cuando hay acuerdo entre las tres partes del alma y todas caminan en la misma dirección. Para ello, la parte racional del alma debe dirigir y ejercer un gobierno efectivo sobre las pasiones. Cuando esto ocurre, cada parte desarrolla la virtud que le corresponde.
El único camino para alcanzar la perfecta armonía es el conocimiento. Por ello, solo el hombre sabio (que conoce las ideas del bien, justicia, belleza…), podrá conducirse recta y sabiamente en la vida.
Despreciará a la mayoría de las personas que ambicionan y confunden con el bien la riqueza, los bienes materiales…
Descartes: Dios, Moral Provisional y Antropología
Dios
René Descartes, filósofo del siglo XVII y padre del racionalismo moderno, asentó el origen y fundamento del conocimiento verdadero en la razón. Para ello, establece dos modos de conocimiento: la intuición, “luz natural” por la que captamos de forma inmediata las ideas simples y absolutamente verdaderas, ya que son evidentes de por sí; y la deducción, toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.
Tras haber descubierto una verdad indudable, clara y distinta, “cogito, ergo sum”, Descartes encuentra un criterio general de certeza: Concluye que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas (Regla de evidencia). La hipótesis del genio maligno sigue siendo eficaz, por lo que todos los contenidos de mi pensamiento pueden ser erróneos. En consecuencia, hay que probar la existencia de un Dios que no sea engañador.
Si Descartes está dispuesto a albergar una duda hiperbólica acerca de la verdad de proposiciones que se conciben clara y distintamente, puede parecer a primera vista que dicha duda debería extenderse incluso a la proposición “pienso, luego soy”.
La hipótesis del genio maligno dice que mi mente podría engañarme al aceptar como verdadera una idea clara y distinta, pero no puedo engañarme al pensar que existo. Es decir, la duda hiperbólica no afecta al “Cogito, ergo sum” puesto que es una condición necesaria de todo pensamiento, duda y engaño. Descartes tendrá que demostrar la existencia de Dios desde dentro del propio yo, sin referencia al mundo exterior.
Descartes procede a continuación al examen del pensamiento, el cual recae directamente sobre las ideas. Entre estas, hay algunas que parecen provenir de nuestra experiencia externa, otras inventadas y construidas por la mente (facticias) y las connaturales a la razón (innatas). Estas últimas son las más importantes, pues preceden a la experiencia y brotan de manera espontánea e inmediata. Todas estas ideas, incluidas las innatas están en mi mente debido a una causa. Es preciso averiguar de algún modo si entre las cosas cuyas ideas están en el yo, hay algunas que existan fuera del yo. Si esto fuera así, podrá salir del solipsismo, demostrando las realidades extramentales a través de Dios.
Descartes afirma que la causa de una idea tiene que tener proporción con la idea que está en mi mente. La causa de la idea de infinitud y perfección no puede ser el propio yo, pues éste es finito e imperfecto, por tanto, debe haber una REALIDAD EXTRAMENTAL que sea la causa de nuestra idea de infinito o perfección, la causa debe ser un SER infinito y
perfecto, Dios. Por otra parte, Descartes se pregunta si él, que posee la idea de un ser perfecto e infinito, puede existir si ese ser no existe. Si él se hubiera creado a sí mismo, se habría dotado de todas las perfecciones de las que poseyese alguna idea, y sería Dios. No es posible que, habiéndose creado a sí mismo, hubiera encontrado imposible darse a sí mismo esas perfecciones, de las que carece. También utiliza el argumento ontológico de Anselmo Canterbury quien definió a Dios como «aquel del que nada más grande puede ser pensado». Un ser tal debe existir tanto en la mente como en la realidad, pues en caso contrario podríamos pensar en un ser mayor que él y entonces caeríamos en contradicción.
Una vez demostrada la existencia de un Dios bondadoso, podemos rechazar la hipótesis del genio maligno.
MORAL PROVISIONAL
René Descartes, filósofo del siglo XVII y padre del racionalismo moderno, asentó el origen y fundamento del conocimiento verdadero en la razón. Para ello, establece dos modos de conocimiento: la intuición, “luz natural” por la que captamos de forma inmediata las ideas simples y absolutamente verdaderas, ya que son evidentes de por sí; y la deducción, toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.
El objetivo último para Descartes es alcanzar la certeza absoluta a través de la duda. Cuando somete todo a la duda, la mayor preocupación de Descartes es saber qué principios morales van a guiarle en la vida diaria mientras encuentra principios ciertos. Porque nosotros podemos suspender nuestros juicios: no podemos suspender nuestros actos, no podemos dejar de actuar diariamente y tomar decisiones en nuestra vida cotidiana.Elabora una moral provisional en la tercera parte del Discurso del método hasta que la razón predomine. Pero Descartes nunca elaboró una moral racional que se considerase definitiva.
Establece 4 reglas morales cuyo cumplimiento contribuirá a alcanzar la felicidad:
1Hay que someterse a las costumbres y normas del país. A causa de esta regla se ha acusado a Descartes de mostrar «conformismo» pero más bien se trata de prudencia. Descartes nos recomienda que nos guiemos por las opiniones de los hombres más sensatos porque son los más prudentes. En caso de incertidumbre y duda es mejor continuar la tradición siguiendo el ejemplo de los más sensatos que dejarnos llevar por el amoralismo.
2. Ser firme y resuelto en las acciones. Actuar aunque cometamos un error es preferible a la indecisión paralizante. Debemos realizar resueltamente lo que hemos decidido aunque no estemos totalmente seguros.
3. Los deseos personales tienen que ceder ante el orden del mundo. Hay que desear lo que se pueda alcanzar y olvidarse de lo imposible. De este modo
podremos mantenernos contentos y felices. En esta moral se distingue
entre aquello que depende de nosotros, que podemos controlar y modificar y lo que no depende.Si conseguimos hacernos dueños de nuestros pensamientos y nuestros juicios podremos alcanzar la felicidad.
4. Elegir la mejor ocupación posible que no consiste sino en «dedicar mi vida entera a cultivar mi razón y a progresar en el conocimiento de la verdad»
Descartes escribe las Pasiones del alma donde nos habla de la relación del alma y el cuerpo. Dice que las pasiones del ser humano son percepciones, sentimientos o emociones que afectan al alma pero tienen su origen en el cuerpo. Al ser generadas por el cuerpo, las pasiones se caracterizan por ser: involuntarias e irracionales. La fuerza del alma consistirá en tratar de controlar y dirigir las pasiones
ANTROPOLOGÍA
René Descartes, filósofo del siglo XVII y padre del racionalismo moderno, asentó el origen y fundamento del conocimiento verdadero en la razón. Para ello, establece dos modos de conocimiento: la intuición, “luz natural” por la que captamos de forma inmediata las ideas simples y absolutamente verdaderas, ya que son evidentes de por sí; y la deducción, toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.
La teoría de las dos sustancias es primordial puesto que le permitirá salvar la libertad del ser humano dentro de su universo mecanicista. Descartes elabora una teoría antropológica dualista, una concepción del ser humano como compuesto de las dos sustancias: el pensamiento y la materia extensa, sustancias independientes. (recuerda a Platón)
Estas dos sustancias aun siendo independientes, están unidas y pese a esa unión, el alma puede existir sin el cuerpo. Descartes considera que el cuerpo y el alma son dos sustancias diferentes. El cuerpo pertenece a la res extensa (Mundo) y el alma a la res cogitans (Yo).
Si Descartes insiste en afirmar la distinta naturaleza del cuerpo y alma y su total independencia, es para sustraer el alma del cumplimiento de las leyes necesarias del universo mecanicista. El ser humano es libre.
El problema que tendrá que afrontar Descartes, como consecuencia de su afirmación dualista, es la relación entre ambas sustancias. Recurre a una explicación de tipo fisiológico: en la parte más baja del cerebro se encuentra la glándula pineal que es donde residía el alma, además del punto de contacto donde tendría lugar la interacción cuerpo-alma. Esta explicación es insatisfactoria y es el punto más débil de la filosofía cartesiana.
Descartes escribe las Pasiones del alma donde nos habla de la relación del alma y el cuerpo. Dice que las pasiones del ser humano son percepciones, sentimientos o emociones que afectan al alma pero tienen su origen en el cuerpo. Al ser generadas por el cuerpo, las pasiones se caracterizan por ser: involuntarias e irracionales. La fuerza del alma consistirá en tratar de controlar y dirigir las pasiones