Contextualización de Descartes: Obra y Pensamiento
1. Contexto de la Obra y el Autor
El texto propuesto para comentario pertenece al Discurso del Método (DM), una obra en la que, con rodeos y cautelas, Descartes narra su biografía intelectual. En ella, expone su método de forma breve, así como sus reflexiones metafísicas, que él mismo considera poco elaboradas. Lo hace, además, con cierto temor, por si su obra perjudica a los espíritus menos formados.
En realidad, el Discurso del Método es el prólogo de una obra mayor: La Dióptrica, los Meteoros y la Geometría (OMG), publicada en 1637, donde recoge sus investigaciones científicas hasta ese momento. Había pensado publicar esta obra en 1633, con el título de El Mundo, pero desistió al enterarse de la condena del Santo Oficio de Los dos Máximos Sistemas del Mundo de Galileo.
El Discurso del Método es su primera obra filosófica publicada, pero no la primera que escribe. El mismo año de su partida a Holanda, en 1628, Descartes ya tiene casi redactada su obra fundamental, las Reglas para la dirección del espíritu (RDE). Nunca fue terminada, y la parte escrita no se publicó hasta cincuenta años después de su muerte, aunque circularon copias manuscritas.
En 1641, publicó en latín las Meditaciones metafísicas (MM), donde desarrolla las cuestiones metafísicas planteadas en el Discurso del Método. La obra fue atacada por sectores eclesiásticos. Descartes se defiende, convencido de que su pensamiento puede y debe ser admitido por el mundo intelectual de la época, e incluso llegar a ser materia de enseñanza en las escuelas. No lo conseguirá.
Como si estuviera destinada a la enseñanza, escribe Principios de filosofía (PF), publicada en 1644 y dedicada a su amiga y discípula, la princesa Isabel de Bohemia.
En 1649, la reina Cristina de Suecia, con quien Descartes mantenía un interesante intercambio epistolar, lo lleva a Estocolmo. Al partir, Descartes deja en la imprenta Las pasiones del alma (en francés), obra escrita inicialmente también para la princesa Isabel.
Catorce años después de su muerte, en 1664, se publicaron el Tratado del mundo y su continuación, el Tratado del hombre.
La vida de Descartes puede dividirse en tres etapas:
- Primera etapa (Formación): Años de formación (1606-1614) en el colegio de La Flèche, regentado por jesuitas, donde recibe una educación filosófica escolástica, y en la Universidad de Poitiers (1615-1616), donde se gradúa en Derecho. Desarrolla el hábito de meditar a solas y un carácter reservado.
- Segunda etapa (Milicia y Viajes): Se dedica a la milicia (guerra entre católicos y protestantes) y a viajar por Europa (1617-1627). En el invierno de 1619-1620, en un cuartel de Alemania, concibe el principio «pienso, luego existo». Inicia su labor filosófica y científica: redacta las Reglas para la dirección del espíritu y su álgebra (geometría analítica), y concibe el proyecto de la «gran mecánica».
- Tercera etapa (Obra Científica y Filosófica): Se traslada a Holanda en 1628, buscando tranquilidad, y crea el resto de su obra científica y filosófica. Termina con su muerte en Suecia, donde había ido para enseñar su filosofía a la reina Cristina.
2. Contexto Histórico y Filosófico de Descartes
En el siglo XVII, el siglo de Descartes, la guerra era la norma y la paz, la excepción, tanto dentro de los Estados como entre ellos. Europa era un continente fragmentado y en guerra permanente. Este siglo está marcado por tres hechos fundamentales:
- El afianzamiento de las monarquías absolutas en toda Europa, excepto en Inglaterra y Holanda (este último, un lugar de tolerancia para filósofos y librepensadores, a pesar de las tensiones internas).
- Las guerras religiosas entre protestantes y católicos (Guerra de los Treinta Años, 1618-1648).
- El triunfo de la nueva ciencia.
Durante los siglos XVI y XVII, triunfa la nueva ciencia gracias a la Revolución Científica. El modelo científico aristotélico-ptolemaico (esencialista, finalista y deductivo), válido durante catorce siglos, es sustituido por el de la ciencia moderna. Esta revolución fue posible gracias a las investigaciones de Copérnico (1473-1543), Kepler (1571-1630), Descartes, Galileo (1564-1642) y Newton (1642-1727), que trajeron consigo:
- Una nueva imagen del mundo: heliocentrismo, universo homogéneo, infinito y con existencia del vacío.
- Una nueva concepción de la ciencia: reduce la realidad a elementos cuantificables, permitiendo la matematización de los fenómenos observados.
- Una nueva metodología científica: el método hipotético-deductivo.
La Nueva Concepción de la Ciencia
La transformación de la imagen del universo se debe a la transformación de la concepción aristotélica de la ciencia. Esta tomaba como modelo el organismo vivo; ahora, el modelo es la máquina (el reloj), ya que en ella «la mayoría de los movimientos múltiples se realizan gracias a una única fuerza magnética muy sencilla, como en el caso de una maquinaria de relojería».
La experiencia es el punto de partida, pero no la experiencia vulgar, sino la analizada por la razón, reducida a sus elementos fundamentales e interpretada matemáticamente. Los experimentos se construyen bajo la dirección de la razón, utilizando instrumentos y aparatos de medición. Son verdaderos experimentos de laboratorio. La razón, entendida como razón matemática, es la que realiza la demostración y hace inteligible la experiencia. La exigencia matemática es el rasgo característico de la ciencia moderna, pues gracias a ella la experiencia se convierte en experimento.