Descartes: Método Cartesiano, Duda Metódica y su Impacto en la Filosofía Moderna

Descartes y el Inicio de la Filosofía Moderna

Descartes es considerado el iniciador de la filosofía moderna. Aunque fue educado en la tradición escolástica (aristotélica y medieval), la criticó por estar llena de prejuicios. Vio la necesidad de reconstruir el edificio del saber, elevarlo sobre una base firme, sin recurrir a ninguna autoridad distinta de la razón, lo que en el siglo XVII equivalía a reconocer como única fuente de conocimiento la razón, y no la revelación o la fe. Descartes nació en la Turena en 1596 y murió en Suecia en 1650.

El Método Cartesiano: Un Nuevo Enfoque para la Ciencia y la Filosofía

El método cartesiano de Descartes expone la importancia de tres autores destacados, centrándose en Descartes, en su método y su duda metódica. Surge el método de las matemáticas, pudiendo aplicarse a todas las ciencias. Luego surge la duda metódica, que es la que le permite a Descartes imponer sus ideas haciendo a los ciudadanos dudar de todo, porque puede que no sea verdad, e imponiendo las cosas que él afirma como verdaderas.

El desarrollo de la ciencia ha dado lugar a la reflexión sobre el método científico. Por eso se intenta aplicar a la filosofía el método que se aplica a la ciencia y las matemáticas. Este método científico tiene dos aspectos que destacar: empírico y racional. Los autores más destacados fueron Bacon, Galileo y Descartes, cuyas reflexiones son independientes pero tienen en común su seguridad en la ciencia, el progreso acumulativo y la demanda de una ciencia útil, y los tres están en contra de la lógica aristotélica.

Bacon y el Empirismo

Bacon destacó en el aspecto empírico, es decir, en la observación minuciosa de la naturaleza. Éste pensaba que el saber era poder, adquiriendo el dominio de la naturaleza, es decir, conociéndola. Bacon reclama un nuevo objeto de inducción que sustituya al silogismo. Éste desarrollará condiciones para que las inducciones fueran buenas. Para ello ordenó los datos en 3 tablas.

  • La tabla de presencia: era la lista en la que ponía los casos en que la sustancia u objeto de estudio está presente.
  • La tabla de ausencias: la misma lista, pero en los casos en que no está presente.
  • La tabla de grados: en la cual se ve la variación de intensidad o grado.

Una vez concluidas, comienza la inducción comparándolas. Bacon afirma no ser un empirista, este aparte de recoger datos los somete a la mente. El papel de Bacon fue nulo para el progreso científico.

Galileo y el Método Resolutivo-Compositivo

Por otra parte, tenemos a Galileo con su método «resolutivo-compositivo» en el cual distinguimos 3 pasos:

  1. Resolución: Analiza el fenómeno y deja fuera los aspectos no cuantificables.
  2. Composición (síntesis): Cuando se realiza la hipótesis, partiendo de las relaciones entre los elementos cuantificables. De estas hipótesis se deducen ciertas conclusiones.
  3. Verificación: Han de ser verificadas esas conclusiones. Si este hecho no lo hace la naturaleza, el científico lo provocará creando así las leyes.

Galileo basaba muchas teorías en «experimentos mentales» sin comprobación alguna, como el principio de la inercia.

Descartes y el Racionalismo

Descartes sigue más la línea de Galileo. La existencia de estos dos aspectos divide la filosofía en dos: la de Bacon extendida por toda Inglaterra (el empirismo) y por el continente europeo dominaban los sistemas filosóficos racionalistas, y Descartes fundó el racionalismo.

Según Descartes, los modos del conocer de la razón son la intuición y la deducción. Entendemos por intuición la «luz natural» que captamos de manera inmediata sin duda ni posibilidad de ella, evidente de por sí; las ideas simples o «naturalezas simples». A partir de ella llegamos al segundo modo, la deducción, el cual mediante la inteligencia descubre las conexiones entre instituciones y ve cómo de una naturaleza simple va reduciendo cosas verdaderas al igual que el punto de partida; así se forma la cadena deductiva.

La inspiración cartesiana son las matemáticas, de las cuales nos señala 3 puntos:

  • Primer lugar: que el método parte de la geometría y forma una cadena de razones simples y fáciles que cumplen las exigencias.
  • Segundo lugar: no acepta nada de lo que no esté absolutamente seguro, ya que podría poner en peligro la cadena.
  • Por último: se ha de respetar el orden de la deducción, es decir, de evidencia en evidencia hasta alcanzar la verdad. Por tanto, la deducción es un encadenamiento de evidencias.

Tras esto, Descartes procede a elaborar el método. En la primera parte critica lo aprendido en el colegio de la Fleche, ya que eran enseñanzas confusas y falsas (excepto matemáticas) y deja claro que la verdad no es una acumulación de ideas consideradas verdaderas ni por ser antiguo es verdad, solo se puede saber si es verdad mediante el método (segunda parte). Descartes afirma que si aplicásemos el método a todas las otras ciencias serían más verdaderas, pero este debería ser un único método.

Las Cuatro Reglas del Método Cartesiano

En esta segunda parte del discurso explica las 4 reglas:

  1. Evidencia: Trata de, en primer lugar, evitar la precipitación, siendo la que no llega a la verdad por aceptar como verdadero lo oscuro y confuso, y la prevención, la que no acepta lo evidente y claro como la verdad. Estos comportamientos pueden llevarte al error.
  2. Análisis: Análisis minucioso de problemas hasta la reducción a ideas simples. Estas ideas simples levantarán todo el edificio del conocimiento.
  3. Síntesis: Nos explica con claridad la vía de la deducción, la cadena de evidencias que nos llevan a una conclusión verdadera.
  4. Enumeración: Mediante el recuento se hace la prueba de análisis y mediante las revisiones la de la síntesis. La pretensión final es la intuición a la deducción.

El método también se puede aplicar a la filosofía, pero sin garantía. Los procesos de conocimiento son el análisis y la síntesis, y los modos de conocer el entendimiento, la intuición y la deducción. Este método es el único para alcanzar la razón.

La Duda Metódica: El Camino Hacia la Verdad Absoluta

Ya que para Descartes no pueden existir verdades absolutas sin dudar de ellas, plantea la duda metódica, es decir, dudar de todo hasta no demostrar su veracidad. Descartes afirma que para comenzar a construir los cimientos debe partir de una verdad sólida, por tanto, se dispone a buscarla. Para ello duda de todo lo que pueda pasar aunque sea improbable, en alguna ocasión podría ser, por eso duda de todo, de ahí la duda metódica, la cual divide en 3 puntos:

  • La duda sobre la fiabilidad de los sentidos: Descartes afirma que no todo lo que percibimos será verdadero, ya que los sentidos no son fiables porque se equivocan, por ello debemos dudar de los sentidos para no escoger una primera verdad con la que construimos los cimientos que no valiese, por tanto, dudamos de todo lo que percibimos, pero esto nos hace dudar de la existencia de lo que percibimos.
  • El segundo punto es la dificultad de distinguir la vigilia del sueño, y en este punto Descartes afirma que hay sueños reales que resulta saber que es un sueño hasta que te despiertas, por eso mismo Descartes piensa que puede que nos mantengamos en un sueño, pero aun así habría algo que en ese sueño seguro que sería verdadero y esto son las verdades matemáticas.
  • El tercer punto expone la hipótesis del genio maligno, en la cual cabe la posibilidad que un genio maligno nos controle las mentes a todos haciéndonos errar hasta en las matemáticas.

Pero todo esto Descartes lo toma como un camino para obtener la verdad absoluta, no para llegar al escepticismo. Después de esto Descartes llega a la duda radical, pero descubre la primera verdad: la existencia del sujeto que piensa, de ahí su frase «pienso, luego existo», que aunque el genio maligno manipulase su mente él pensaría que todo es falso y estaría dudando y al dudar pensaría, por tanto, descubre el «cogito ergo sum», la verdad inmediata conocida por la intuición. Esta primera verdad nos aporta además de la existencia del sujeto, el conocimiento sobre qué es ese yo. Sabemos que el ser es una cosa pensante, y para Descartes el pensamiento incluye el entender, el sentir, el imaginar…

Para terminar de garantizar la veracidad de esta «primera verdad», Descartes afirma que el genio maligno no existiría si en su lugar existe un Dios bondadoso, este jamás permitiría el engaño ni el error porque entonces dejaría de tener la perfección única de Dios.

Conclusión

Podemos concluir que Descartes trata de eliminar las bases de la filosofía que había antes e imponer sus creencias de filosofía basándose en el método cartesiano y después con la duda metódica desmonta todos los cimientos imponiendo los suyos propios.

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