¡Escribe tu texto Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía moderna, es quien encabeza una nueva corriente denominada Racionalismo. Ello significa que el principio fundamental del que parte es dar total preponderancia a la razón frente a los sentidos. Como los sentidos nos engañan hay que apostar por la razón como única fuente del conocimiento verdadero. Descartes comienza observando que las ciencias, incluida la filosofía están mal construidas. Desde su punto de vista, ningún filósofo da con la auténtica verdad porque están más pendientes de sus propias disputas que de buscar la verdad objetiva. Descartes, atribuye este hecho a la falta de un método apropiado y prefiere empezar de cero, prescindir de la filosofía construida hasta él y comenzar de nuevo, para lo cual debe establecer un nuevo método para buscar la verdad.
Descartes elabora una teoría antropológica dualista y se divide: el pensamiento y la materia extensa, como sustancias independientes e irreductibles entre sí.
Afirma rotundamente que el alma y el cuerpo están estrechamente unidos.
afirma el alma como un ser pensante, una sustancia completamente diferente e independiente del cuerpo, materia extensa, y que, pese a su estrecha uníón, puede existir sin él. Incluso llega a decir que la existencia del alma es mucho más evidente que la del cuerpo. El alma queda clara en el cogito y en cambio, el cuerpo extenso habrá que demostrar su existencia como el resto de las cosas materiales,(afirma la distinción para sustraer el alma del cumplimiento de las leyes del universo mecanicista).
Nuestro cuerpo, como una cosa material más, está sujeto a las mismas leyes de la materia, por lo que carece de libertad.
Para explicar la relación, Descartes recurre a una explicación de tipo fisiológico, el Alma residirá en la glándula pineal y allí se encuentra el punto de contacto Donde tendrá lugar la interacción Cuerpo-alma.La relación entre Alma y cuerpo se asemeja a un combate entre apetitos naturales o pasiones Y la razón.
Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen es el cuerpo y son causadas por las tendencias del cuerpo. Las pasiones se caracterizan por ser:
A) Involuntarias, pues no dependen del alma racional, sino que se le imponen a ella
b) Irracionales, pues no son acorde con los dictados de la razón, obligando a la voluntad a establecer una lucha para someterlas a su control. La fuerza del alma consistirá en tratar de controlar y dirigir las pasiones. Para Descartes las pasiones no son siempre malas, pero exige que sean satisfechas de forma inmediata. En realidad, las pasiones no son en sí ni buenas ni malas, lo bueno o malo es el uso que se haga de ellas, por lo que se ha de aprender a gobernarlas. La razón es la encargada de proporcionar el conocimiento y los juicios para que la voluntad pueda conducir adecuadamente las acciones de la vida. En esto Descartes sigue las enseñanzas de los estoicos, según los cuales había que estar por encima de la violencia de las pasiones para alcanzar el equilibrio interior y la paz del espíritu. En esta lucha por controlar y encauzar las pasiones es donde interviene la libertad.
Para Descartes,a libertad es la capacidad de elegir entre diversas opciones que se nos presentan. Ahora bien, la libertad no consiste en la indiferencia. La indiferencia se debe a la ignorancia del entendimiento.
Sólo cuando el entendimiento tiene ideas claras y distintas sobre lo bueno, lo verdadero y lo falso, la voluntad puede elegir con plena libertad. Porque la libertad consiste precisamente en que la voluntad elija aquello que el entendimiento le presenta con claridad y distinción como lo bueno y lo verdadero. La libertad, pues, consiste en el sometimiento de la voluntad al entendimiento.
Para Descartes la libertad sólo puede residir en el alma, porque al no ser sustancia extensa no está sometida al dictado de las leyes necesarias de la mecánica.
El alma tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad. El entendimiento es la facultad de pensar, de tener intuiciones de las verdades claras y distintas. La voluntad es la facultad de afirmar o negar, y Descartes la identifica con la libertad.
La voluntad, al ser la facultad de afirmar o negar, a veces afirma con precipitación la realidad y verdad de alguna idea del entendimiento cuando ésta es confusa, mientras que otras veces, por prevención, niega una idea clara y distinta. El tema central respecto a la voluntad es la libertad, porque incluso la posibilidad de erro es derivada de la libertad.
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