Conocimiento de Descartes
Descartes es un filósofo y matemático que persigue el racionalismo, el cual afirma que podemos deducir, a partir de principios innatos y evidentes, un sistema de verdades que nos proporcionen información veraz sobre el mundo. Para alcanzar este ideal del conocimiento, se parte de la validez universal de la razón, que se basa en que la certeza solo puede proporcionarla el propio sujeto racional. Para ello, solo se aceptarán como válidos los conocimientos de los cuales se tenga una certeza absoluta.
El Método Cartesiano
Descartes utiliza el método cartesiano como camino para llegar a una verdad de la que no se pueda dudar y parte del convencimiento de que la duda metódica puede conducir a la razón hasta los principios innatos y evidentes que busca. Este método consta de las siguientes fases:
- Punto de partida: Búsqueda de una verdad absoluta, siguiendo el método matemático.
- Eliminación de la duda: Eliminar todo aquello de lo que sea posible dudar. Según Descartes, debemos dudar de:
- Los sentidos, ya que son engañosos a la hora de establecer un conocimiento firme y seguro.
- La distinción entre sueño y vigilia: ¿Cómo saber que no estamos soñando? Podemos dudar de que existen las cosas que percibimos, entonces no tenemos criterio que nos permita alcanzar la certeza de que estamos despiertos.
- La posible existencia de un «algo» (espíritu maligno) que siempre nos induce a error.
- La posibilidad de que el entendimiento humano sea de tal naturaleza que necesariamente se equivoque cuando cree llegar a la verdad.
Descartes desmonta estos argumentos.
Otro de los métodos que utiliza Descartes es el escepticismo. Tras someter a duda todos los contenidos de su mente, cree que la empresa que se ha propuesto es inalcanzable.
La Primera Verdad Absoluta
A base de aplicar la duda metódica a todo, Descartes descubre la propia duda (verdad de la que es imposible dudar). Se basa en que puedo dudar de todo excepto de que estoy dudando. Lo único exento de duda es la existencia del propio sujeto que piensa y duda, de allí surge la primera verdad absoluta: Pienso, luego existo. Es mi propia existencia como sujeto pensante.
Criterio de Certeza
El criterio de certeza se deduce a partir de la primera verdad. Ya tenemos un criterio que nos permitirá llegar a establecer otras verdades. Ahora ya sabemos que todo lo que mi razón perciba con la misma claridad y distinción que esta primera verdad, podremos admitirlo como verdadero.
La Segunda Verdad Absoluta
Se refiere a la existencia del mundo externo, la cual se deduce a partir de la existencia del pensamiento. Yo, como sujeto racional, pienso en ideas cuyo origen puede ser:
- Adventicias: Proceden de la experiencia sensible y no son válidas para elaborar un conocimiento firme y seguro.
- Ficticias: Construidas por la imaginación.
- Innatas: Elaboradas por la mente a partir de las potencialidades de la razón, pueden ser el fundamento de las verdades absolutas. Estas ideas tratan sobre el mundo externo.
La Existencia de Dios
A partir de los tres tipos de ideas, Descartes afirma que la idea de Dios solo puede ser innata y lo demuestra mediante dos argumentos:
- Argumento ontológico: No se basa en la experiencia sino en la idea de Dios.
- Argumento basado en la causalidad: Aplica la noción de causa a la idea de infinito, que se identifica con la idea de Dios. El argumento de la causalidad lo justifica de la siguiente manera: la idea de infinito es una de las ideas innatas, la idea de ser infinito necesita una causa también infinita, que solo puede haberla causado en mí un ser también infinito (Dios), las ideas necesitan una causa (principio de causalidad).
Así, puesto que Dios existe y es bueno y veraz, se convierte en garantía de que a mis ideas sobre el mundo les corresponde un mundo, una realidad extramental, física, constituida verdaderamente por: res extensa (extensión y movimiento), a partir de la cual puede deducirse el estudio de la física, res cogitans (sujeto pensante) y res infinita que identificada con Dios, cuya existencia está fuera de toda duda.
De este modo, Descartes consigue establecer una verdad filosófica mediante el uso de la razón. La filosofía y las matemáticas tienen que basarse en evidencias, axiomas a partir de los cuales se puedan ir deduciendo las sucesivas verdades. Esta tarea debe llevarse a cabo mediante el funcionamiento interno de la razón, basado en la deducción y la intuición.
Marco Histórico y Sociocultural
Descartes pertenece al siglo XVII, época de grandes cambios en Europa que servirán para el establecimiento de la Modernidad, caracterizada por la autonomía de la Razón y de la Filosofía.
Históricamente, cabe mencionar:
- La formación de las grandes monarquías hereditarias (nuevo orden social que buscará la justificación racional).
- Una crisis religiosa iniciada con la reforma protestante que culminará en los siglos XVI y XVII con las guerras de religión.
- El desarrollo de la clase media irá adquiriendo un protagonismo económico determinante.
De los cambios socioculturales podemos destacar:
- El comienzo de la escritura en lenguas vernáculas (el latín se seguía utilizando en las universidades).
- La aparición de tratados en los que el autor expresa su pensamiento personal.
- El aumento del interés (de las clases cultas) por la filosofía.
- Los avances en la Física que influyen en la Filosofía (debe emplearse en el descubrimiento de nuevas verdades y añadir conocimiento acerca del mundo).
Marco Filosófico
En Europa, la Filosofía Moderna comienza con Descartes y con Hobbes. El racionalismo, junto con el empirismo, significó el triunfo y la independencia de la razón. Surgirán así dos filosofías muy diferentes, herederas del Renacimiento, pero con varios puntos en común: comparten el ideal de aplicar a la Filosofía el método matemático, pretenden elaborar sistemas que den explicación de todo de modo seguro y cierto, mediante cuestiones (¿de dónde «salen» las ideas?, ¿son innatas o aprendidas?), intentaron solucionar el problema del origen del conocimiento.
En Francia, a finales del siglo XVI y frente al escepticismo imperante, comienza la búsqueda de la Certeza basada únicamente en la razón. Por contraposición a la inestabilidad y la duda, surgirá la necesidad de una concepción del mundo basada en la seguridad que la razón proporciona. Es decir, un racionalista será aquel que confíe en el uso de su propia razón y no recurre a misticismos ni a sentimientos para explicar el mundo. Su ideal consiste en deducir (a partir de principios innatos y siguiendo el modelo de razonamiento matemático) un sistema de verdades acerca de la realidad, eliminando factores subjetivos y sentimientos. En términos generales, la razón aparece como la única facultad que puede proporcionar un conocimiento verdadero, lo que lleva a desestimar el valor de la experiencia al no considerarla segura.
Así, el racionalismo presenta las siguientes características:
- Las matemáticas se convierten en el saber matemático gracias a la claridad y sencillez de su método. Todo su contenido se deriva a partir de los axiomas (principios evidentes que no necesitan ser demostrados).
- Por deducción se establecen verdades derivadas de las anteriores, sin dar nada por cierto hasta ser demostrado.
- Por otra parte, la filosofía buscará verdades universales (válidas para todo entendimiento) y necesarias (su contenido no puede ser de otra manera).
- Otra característica es la defensa del innatismo, que se basa en que las ideas, universales y necesarias, no son innatas, es decir, que la razón las recibe ya hechas.
La razón también se aplica al funcionamiento social, buscando el establecimiento de leyes sociales y válidas para todos. Estos serán los cimientos de la Edad Moderna.