La Filosofía Moderna y el Giro Antropológico

La Filosofía Moderna se caracteriza por profundos cambios sociales, políticos, culturales y científicos que configuran una nueva concepción del mundo. Aunque se conservan muchos términos de la filosofía tradicional, estos adquieren un alcance distinto. La idea de Dios persiste, pero ya no como un sujeto personal, sino como un punto de vista sobre el mundo, que se manifiesta en las ciencias modernas al percibir el mundo según leyes necesarias. Este cambio de perspectiva se conoce como giro antropológico, donde el hombre se convierte en el centro de la realidad, adquiriendo un mayor peso ontológico debido a que la actividad humana puede determinar las leyes necesarias de la naturaleza. La ciencia moderna influye decisivamente en las distintas concepciones filosóficas, que se centran en el análisis y fundamentación de las ciencias. Esto da lugar a dos grandes escuelas: el racionalismo, que fundamenta la ciencia en la razón, y el empirismo, que la fundamenta en la experiencia.

El Método Cartesiano

El método de Descartes se basa en la aplicación sucesiva de cuatro reglas:

1. Regla de la evidencia: Establece un criterio de verdad basado en nociones claras y distintas, que se perciben en sí mismas sin necesidad de mayor indagación.
2. Regla del análisis: Divide una problemática en sus componentes más simples.
3. Regla de la síntesis: Ordena y sintetiza los componentes analizados para llegar a una solución. Estas dos reglas implican una concepción constructivista del conocimiento.
4. Regla de la enumeración: Revisa la actividad anterior para asegurar que no se ha omitido ningún paso.

Ejemplo de Aplicación del Método: La Reflexión de la Luz

Consideremos un rayo de luz que incide sobre una superficie y es reflejado. El rayo incidente (AB) puede descomponerse en componentes horizontal y vertical. Para conservar la magnitud del rayo incidente, el rayo reflejado debe llegar al punto X, manteniendo así las componentes A y B. El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.

En este ejemplo, se aplica el método cartesiano:

1. Se parte de nociones claras y evidentes (leyes de la óptica).
2. Se analiza el problema dividiendo el rayo incidente en sus componentes.
3. Se sintetizan los elementos para solucionar el problema (determinar la trayectoria del rayo reflejado).
4. Se revisa el proceso para asegurar su validez.

Fundamentación del Método Cartesiano

Descartes fundamenta su método a través de los siguientes pasos:

• Duda Metódica: Se debe dudar de toda realidad y saber, incluyendo la información de los sentidos y la existencia de los cuerpos. La duda se extiende a todos los ámbitos.
• Hipótesis del «Genio Maligno»: Se plantea la posibilidad de que una conciencia superior manipule nuestra mente para inducirnos al error. Esto permite extender la duda a cualquier tipo de realidad o conocimiento.
• Argumento del «Cogito»: A pesar de la duda y la posible influencia del genio maligno, mientras pensamos, existimos. «Pienso, luego existo» («Cogito, ergo sum») se convierte en la primera certeza indubitable. Somos una realidad que consiste en un conjunto de ideas.
• Idea de Dios: La idea de Dios, siguiendo el argumento ontológico de San Anselmo, implica una realidad fuera de nosotros. Esta idea es clara y distinta, por lo tanto, evidente y verdadera. La existencia de Dios garantiza la existencia del mundo exterior, que podemos conocer aplicando correctamente el método.

El Círculo Cartesiano y el Racionalismo

La argumentación de Descartes se considera un «círculo» porque busca un fundamento seguro para la razón en la propia razón. La certeza del sujeto pensante («Cogito») es el punto de partida de la filosofía moderna. Sin embargo, al intentar fundamentar el método, Descartes recurre a la idea de Dios, cuya existencia se deduce a partir de una idea clara y distinta (la primera regla del método). Esto implica un círculo vicioso, ya que utiliza el método para fundamentar el propio método. Esta circularidad es una consecuencia de la perspectiva racionalista, que busca los fundamentos de la razón en la propia razón. La posición de Descartes inaugura el racionalismo moderno, que establece la razón como el fundamento de todo saber y conocimiento.

Ontología Dualista Cartesiana: Extensión y Pensamiento

Descartes establece una ontología dualista, distinguiendo dos tipos de realidades:

• Sustancia extensa (res extensa): El mundo físico, caracterizado por la extensión en tres dimensiones.
• Sustancia pensante (res cogitans): El ámbito del pensamiento y la conciencia, cuyo atributo principal es el pensamiento.

Descartes otorga primacía ontológica al pensamiento, dando inicio a la corriente filosófica del idealismo. El conocimiento de la sustancia pensante se compone de ideas, que Descartes clasifica en:

• Innatas: Ideas que no provienen de la experiencia, sino que están presentes en la razón desde el nacimiento.
• Adventicias: Ideas que provienen de la relación con el mundo exterior a través de los sentidos.
• Facticias: Ideas que construimos a partir de otras ideas.

El dualismo ontológico cartesiano plantea el problema de la comunicación entre las sustancias, que se encuentran unidas en el ser humano. Descartes propone que la unión entre alma y cuerpo se produce en la glándula pineal, una solución considerada artificial y mecanicista, que no resuelve el problema y será objeto de debate entre otros filósofos racionalistas.

Vocabulario Cartesiano

• Evidencia: Rasgo distintivo de las nociones verdaderas, que se perciben de forma inmediata.
• Claridad y distinción: Características de las nociones que no son oscuras ni confusas.
• Extensión: Propiedad de las realidades corpóreas, que ocupan un lugar en el espacio tridimensional.
• Pensamiento: Atributo principal de la sustancia pensante (alma), cuyo contenido son las ideas.
• Idea: Contenido de la sustancia pensante. Pueden ser innatas, adventicias o facticias.
• Cuerpo: Sustancia de la extensión.
• Método de Descartes: Procedimiento de investigación ordenado, repetible y autocorregible, basado en la duda metódica para diferenciar lo verdadero de lo falso.