El Contexto Histórico y Filosófico del Racionalismo
Transición de la Filosofía Medieval a la Moderna
Mientras que la filosofía antigua se había centrado en la realidad objetiva y la medieval en Dios, la filosofía moderna se asentaría en el terreno de la subjetividad. En el ámbito filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana y el desarrollo de la Nueva Ciencia, provocaron el derrumbe de una escolástica ya en crisis.
Ruptura con la Edad Media
Los europeos del siglo XVI tenían una clara conciencia de ruptura con respecto a la Edad Media. Entre los eventos más destacados se encuentran:
- La desintegración de la Iglesia.
- El desarrollo de la Reforma Luterana.
- La consolidación de la Iglesia Anglicana con Enrique VIII.
Estos cambios se produjeron en el marco de la consolidación de los Estados nacionales y de las monarquías absolutas, configurando un nuevo mapa político en Europa. A esto se suma el desarrollo de la burguesía y su papel predominante.
Avances Científicos y Tecnológicos
El desarrollo de la cartografía, el descubrimiento de la brújula y la utilización de la pólvora condujeron al descubrimiento y colonización de América, lo que aumentó la desconfianza respecto al saber medieval. Además, la invención de la imprenta facilitó la circulación de las nuevas ideas. Según muchos filósofos, se tiende a considerar a Descartes como el iniciador de la filosofía moderna.
Características de la Época y su Influencia en la Filosofía
Cambios Sociales y Políticos
Algunas características de la época son:
- La emergencia de una nueva clase social: la burguesía.
- El progresivo abandono del modo de producción feudal.
- La constitución de los Estados nacionales.
- La renovación de las relaciones entre dichos Estados y la Iglesia.
Cambios Culturales
A estos cambios sociales y políticos hay que añadir los culturales:
- El desarrollo del humanismo.
- El neoplatonismo.
- La aparición de una nueva ciencia que se ocupa del estudio de la naturaleza.
- La extensión del pirronismo.
Estos factores influirán en el desarrollo de la filosofía cartesiana.
Individualismo en la Filosofía
La filosofía comienza a hacerse de un modo distinto. Frente al comentario como forma de trabajo fundamental de la escolástica, ahora encontramos filósofos que realizan obras personales, mediante la actividad individual y no mediante una reflexión colectiva, como era el método propio de trabajo de la escolástica.
La Necesidad de un Nuevo Método
Separación entre Fe y Razón
Ya desde Santo Tomás se había considerado necesario distinguir la fe de la razón y atribuir a cada una de ellas un campo específico y limitado. Esta distinción inicial de Santo Tomás será convertida en una separación por Guillermo de Ockham y, dada la influencia que ejercerán los nominalistas en Europa, progresivamente aceptada como un presupuesto indiscutible.
Fracaso de la Escolástica y el Modelo Silogístico
La idea de que el método que utilizaba la escolástica había fracasado se extendió poco a poco por toda Europa. El modelo silogístico de conocimiento se consideraba una forma inadecuada para la investigación.
El Fracaso de la Física Aristotélica
El fracaso de la física aristotélica se hacía cada vez más patente. La naturaleza era interpretada como una realidad dinámica compuesta por cuerpos en movimiento y sometida a una estructura matemática, interpretación que quizás comenzara con Copérnico.
Bacon, Galileo y la Búsqueda de un Nuevo Método
Bacon y el «Novum Organum»
La idea de que es necesario un nuevo método para abordar el estudio de la naturaleza aparece ya de una manera más clara y decidida en Bacon, en el «Novum Organum».
Galileo y el Método Hipotético-Deductivo
Lo mismo ocurre en el caso de Galileo. Su búsqueda de la objetividad en el conocimiento de la naturaleza le llevó a rechazar los procedimientos escolásticos inspirados fundamentalmente en Aristóteles. Galileo estaba convencido de que el conocimiento de la naturaleza es posible pero, que al estar escrito en un lenguaje matemático, requiere del conocimiento de dicha ciencia para ser interpretado, así como de su aplicación correcta al ámbito del conocimiento. Sin embargo, es necesario recurrir a la experiencia para contrastar las hipótesis matemáticas que se formulan sobre la realidad, por lo que el carácter de su método es hipotético-deductivo. Además, la interpretación matemática de Galileo se orienta hacia la cuantificación.
Descartes y la Interpretación Racionalista del Método
El Método Deductivo de Descartes
Descartes optará por una interpretación distinta del método. Comparte la idea de que la naturaleza es una realidad dinámica con estructura matemática. Comparte también la necesidad de la existencia del método dado el fracaso de los métodos anteriores en el conocimiento de la verdad. Pero tiene una interpretación distinta del significado de las matemáticas. Para Descartes, el éxito de las matemáticas radica no en su estructura axiomática, sino en el método que utiliza. Y ese método es un método deductivo. Si el conocimiento de la naturaleza es posible gracias a las matemáticas, es pensable que utilizando el método que utilizan las matemáticas se pueda alcanzar la verdad y la certeza en el conocimiento de los otros aspectos de la realidad.
Racionalismo y la Certeza del Conocimiento
Descartes, por lo tanto, comparte con Bacon y con Galileo la necesidad del método para conocer la realidad. Descartes optará por la solución racionalista. El racionalismo se caracterizará por la afirmación de que la certeza del conocimiento procede de la razón, lo que va asociado a la afirmación de la existencia de ideas innatas. Ello supondrá la desvalorización del conocimiento sensible, en el que no se podrá fundamentar el saber, quedando la razón como única fuente de conocimiento. Paralelamente, los modelos matemáticos del conocimiento se ven revalorizados. Por el contrario, el racionalismo afirmará la intuición intelectual de ideas y principios evidentes, a partir de los cuales comenzará la deducción del saber, del mismo modo que todo el cuerpo de las matemáticas se deduce a partir de unos primeros principios evidentes e indemostrables.