Las preguntas fundamentales de la filosofía
1º.- ¿Qué puedo hacer?
2º.- ¿Qué debo hacer?
3º.- ¿Qué puedo esperar?
El método crítico trascendental
Todas las preguntas hacen referencia a los límites del ser humano a la hora de conocer el mundo y actuar en él. Para responderlas, Kant emplea el método crítico trascendental. Es un método intermedio entre el método racionalista y el método empírico.
Trascendental designa aquellas estructuras de la mente que hacen posible el conocimiento o la acción práctica del sujeto.
Conocimiento y realidad: el uso teórico de la razón (conocimiento del mundo)
a) Condiciones de posibilidad del conocimiento científico
Kant utiliza la Crítica de la razón pura para contestar a la pregunta ¿qué puedo hacer?
Hay que averiguar qué condiciones hacen posibles la matemática y la física como ciencias, y ver luego si la metafísica las cumple.
Por tanto, hay que averiguar qué condiciones debe cumplir en general un conocimiento para ser científico. La primera condición es que debe ser capaz de formular leyes científicas, las cuales se expresan a través de juicios. Un juicio, para que se considere científico, tiene que aumentar nuestros conocimientos sobre la experiencia y ser universal y verdadero. Los tipos de juicio son:
1º Analíticos (matemáticas): se corresponden a las verdades de razón. Son a priori y su contrario no es posible. Son explicativos.
2º Sintéticos (científicos): se corresponden con las verdades de hecho. Son a posteriori y son extensivos, ya que aumentan nuestro conocimiento.
3º Sintéticos a priori (propuestos por Kant): amplían nuestro conocimiento y son a priori.
b) Síntesis de empirismo y racionalismo
Según Kant, todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, pero no por eso procede todo él de la experiencia, sino que en él hay también un factor puramente racional, a priori, independiente de la experiencia, que es el que da al conocimiento científico universalidad y necesidad.
A nivel de sensibilidad, en el conocimiento hay una materia.
c) El giro copernicano en filosofía
Si admitimos que es el sujeto el que estructura los datos procedentes de los objetos mediante una serie de formas mentales a priori, será posible explicar fácilmente la universalidad y necesidad del conocimiento científico.
La teoría kantiana no es un psicologismo, sino que se trata de estructuras ideales, pertenecientes a cualquier sujeto cognoscente en general (sujeto trascendental).
d) Estética trascendental: crítica de la sensibilidad
La intuición sensible, que son los datos brutos aportados por la sensibilidad, se distingue de las intuiciones puras, que son formas a priori.
Gracias al espacio y al tiempo, se estructuran los datos de la intuición empírica, que junto con las formas a priori nos permiten conocer los fenómenos.
Es posible explicar los juicios sintéticos a priori de las matemáticas. Los enunciados matemáticos son científicos, es decir, universales y verdaderos.
e) Analítica trascendental: crítica del entendimiento
La siguiente facultad mental es el entendimiento.
Las categorías de entendimiento son las encargadas de organizar el caos fenoménico que muestra la experiencia sensible, introduciendo en ella universalidad y necesidad. Según Kant, habrá tantas categorías como juicios lógicos existen.
Solo la colaboración entre categorías e intuiciones sensibles permite alcanzar un verdadero conocimiento científico de los objetos.
Kant formula dos distinciones: entre conocer y pensar, y entre fenómenos (lo que podemos conocer) y noúmenos (lo que podemos pensar). Las cosas tal como son en sí mismas no podemos conocerlas jamás. Así pues, los noúmenos pueden ser pensados, pero nunca conocidos científicamente.
Las categorías estructuran los fenómenos de la Naturaleza llegando así a conocer sus leyes.
f) Dialéctica trascendental: crítica de la razón
La última parte de la Crítica de la Razón Pura plantea el problema de la metafísica como ciencia.
La razón es la facultad que permite unificar los conocimientos aportados por el entendimiento. La unificación se facilita por los principios o ideas trascendentales de la razón. Las ideas son:
1º La idea de MUNDO
2º La idea de ALMA
3º La idea de DIOS
La metafísica no puede ser en absoluto una ciencia. Su propósito es alcanzar un conocimiento racional del mundo.
La acción ética: el uso práctico de la razón
a) El problema de la fundamentación moral
Kant parte en el ámbito moral de dos hechos evidentes.
I) Para los seres humanos, el patrón que mide el valor moral de una acción es la buena voluntad que la impulsa.
II) Los hombres consideran que una voluntad buena es aquella que actúa por deber, con independencia de cualquier contingencia empírica.
b) La ética formal
Kant distingue dos tipos de principios prácticos: máximas y leyes. Una máxima es un principio práctico válido solo a título individual, y una ley es un principio universal.
La ética debe ser capaz de formular y explicar dicha ley del deber, poniéndola en conexión con la libertad del sujeto.
Las éticas tradicionales son materiales y heterónomas, porque en ellas el bien supremo es un objeto externo a la razón del sujeto.
Frente a ellas, Kant propone su ética formal. A dicha ley moral, Kant la denomina imperativo categórico.
Analizando el imperativo categórico, comprobamos:
1º Que es la ley moral la que determina a priori lo que es bueno.
2º Que el imperativo es un juicio sintético a priori.
3º Que se trata de una ley puramente formal.
4º Que el imperativo procede únicamente de la razón del sujeto que, a través de él, determina su voluntad a priori.
c) Autonomía moral y libertad
El imperativo categórico o ley moral permite deducir la libertad del sujeto. En la Crítica de la Razón Pura, la libertad era un noúmeno que no podemos conocer, solo pensar.
La libertad tiene un sentido trascendental. La existencia de la ley moral postula o exige la libertad del sujeto. Dicha libertad tiene dos sentidos: uno negativo y otro positivo.
d) La virtud y el reino de los fines
El único móvil de nuestras acciones ha de ser el respeto a la ley moral; la virtud es la voluntad de actuar siempre por deber, de conformidad con la ley moral. Las personas son sujetos racionales, autónomos (libres) y objeto de respeto.
Que las personas sean fines equivale a reconocer la igualdad de todos los seres humanos. Cabe considerar que cada persona es legislador y súbdito del reino de los fines.
En el ser humano se encierran dos principios: bueno, que le impulsa a cumplir la ley moral; malo, que es la facilidad de la voluntad humana. La dialéctica entre ambos principios marca el progreso moral.
e) Los postulados de la razón práctica
El ser humano aspira a alcanzar la felicidad como recompensa por la virtud.
La existencia de un principio malo en el hombre implica un perfecto cumplimiento de la ley moral.
Tres son los postulados de la razón práctica:
I) La libertad exigida por la ley moral.
II) La inmortalidad del alma, progreso de la virtud.
III) La existencia de Dios, garante de felicidad.
Libertad, inmortalidad y Dios son ahora ideas que alcanzan pleno sentido en la moral. No son objetos del conocimiento, sino de creencia que nos muestra qué podemos esperar tras esta vida mediante el estricto cumplimiento de la ley moral.