-APARIENCIA: aspecto superficial de una cosa que se capta por los sentidos. En la metafísica tradicional se utiliza como opuesto a la realidad lo que según Nietzsche es un engaño motivado por el miedo a perpetuo devenir. -CAUSA SUI: proviene del latín y significa –por causa de sí mismo-. En filosofía se llama así a las realidades de primer hombre, valores supremos; como el ser, lo absoluto, el bien, la verdad… -CUERPO: Para Nietzsche el cuerpo es el ser del hombre; cuerpo soy yo íntegramente, y ninguna otra causa; y alma es solo una palabra para designar algo en el cuerpo. -DECADENCE: proviene del francés y significa decadencia. Expresa la vida en descenso, es decir, cuando el instinto vital se bate en retirada. -DEVENIR: la realidad concebida como proceso o cambio. La metafísica tradicional lo trata como pura apariencia, como humo y real, frente al ser que se caracteriza por su permanencia e inmutabilidad. -EGEPTICISMO: Egipto se caracteriza por su amor a lo eterno, a lo inmutable y lo estático. Y lo estático para Nietzsche lo compara con los filósofos tradicionales que estaban obsesionados con lo inmortal. -FILÓSOFOS: Nietzsche lo utiliza de modo despectivo para referirse a una tradición que con Parménides (el primero que desdobla la realidad verdadera y aparente y que alcanza con Platón su máxima inestabilidad. -GRAMÁTICA: mediante el verbo ser intenta convencernos que hay entidades dotadas de rasgos permanentes. -IDOLATRÍA: amor excesivo hacia una persona o cosa. Nietzsche llama a los filósofos idólatras de los consejos. -METAFÍSICO: para Nietzsche es lo esencial de la tradición cultural de occidente. La invención de un m: pretende constituir una realidad estática, por lo que falsea un testimonio de los sentidos.-VIDA: su filosofía se llama vitalista porque todos los valores y las verdades son inventados, pero solo aquellos que afirman la vida son aceptables. La vida es voluntad de poder afirmativa, mientras que la cultura occidental apoya la moral del resentimiento.
CONCEPTO DE AUTONOMÍA: Immanuel Kant propone que las personas podemos elegir no solo los medios, sino también los fines; somos autónomas. La libertad no podemos explicarla científicamente, es decir, por causas, pero sí afirmar que existe. Por eso al contemplar el universo conviene asumir la perspectiva: de los acontecimientos externos a la voluntad de las personas, que la ciencia puede evitar explicar como efectos, causados por fenómenos que les preceden en el tiempo. Desde aquí podemos hablar de leyes naturales a las que estamos sometidos como seres físicos que somos. Así, por ejemplo, caemos al tropezar.
EL DETERMINISMO COSMOLÓGICO: EL DESTINO: Los estoicos, en el siglo IV a.C., consideraron indispensable el orden del cosmos y recurrieron a la doctrina de Heráclito, que según este, todo se explica por alguna razón, y como la serie de razones no puede ser infinita, ha de haber una razón primera, que es la ley que rige el universo. EL DETERMINISMO TEOLÓGICO: LA PREDESTINACIÓN: El problema de compaginar el orden casual del mundo con la libertad aflora en versión teológica, con la Reforma protestante y con la réplica de la Contrarreforma católico, posterior al Concilio de Trento. Dos nuevos factores venían a agudizar el problema: si Dios los sabe todo, será porque el mismo ha determinado todas las cosas según su criterio y, si es la causa de todo, también lo será de las acciones humanas. Los reformadores protestantes insistieron en que el ser humano carece de libre arbitrio y está predestinado. Los teólogos católicos intentaron contrarrestar el determinismo, manteniendo que Dios y hombre son conjuntamente los autores de los actos humanos. DETERMINISMO CIENTÍFICO: Este modo de pensar constituye un reduccionismo, porque reduce la complejidad y riqueza de las dimensiones humanas a una sola: –
el monismo fisicalista, que reduce los movimientos de los cuerpos a movimientos mecánicos. –
el determinismo fisiológico, fisiólogos como Pavlov, quien decía que los actos que llamamos libres son en realidad reflejos condicionados muy elaborados. –
el determinismo psicoanalítico de Sigmund Freud, cuando entiende el obrar humano como movido por el incosciente. –
el determinismo económico del marxismo, que explica las distintas etapas históricas, los diferentes modos de producción, como determinadas por la infraestructura económica. –
el determinismo genético, que ven en la dotación genética cada uno de nosotros las causas de todas nuestras acciones.
LA MADUREZ MORAL: DE LA HETERONOMÍA A LA AUTONOMÍA: La teoría de Kohlberg se basa en la idea kantiana de que la madurez moral es un proceso que comienza con la heteronomía moral y culmina con la autonomía moral y diferencia tres niveles que expresan tres situaciones posibles en la adquisición de la autonomía moral. -en el nivel preconvencional, la persona tiene por justo lo que satisface sus intereses. Se respetan las normas solo por las consecuencias que pueda llevar a cabo vulnerarlas (castigo o ausencia de premio). -en el nivel convencional, la persona considera justo lo que concuerda con las leyes propias de su sociedad -en el nivel postconvencional, las personas distinguen entre las normas de su sociedad y los principios morales universales. Son personas autónomas y su comportamiento se rige por los principios que su propia conciencia reconoce como vinculantes.