4. Analiza el papel que concede Descartes a la matematización y a la comprobación experimental a la hora de elaborar una ciencia de la naturaleza.
Existe una diversidad de ciencias que son, así mismo, distintas regiones ontológicas con principios propios. Para Descartes hay una unidad en todas ellas: la sabiduría humana, es decir, todas las ciencias son, en el fondo, una. El principio unificador de lo real ya no está en las cosas, sino en la subjetividad humana. Para los escolásticos subjectum designa a aquello que subyace después del cambio, en la modernidad subjectum designa al sustrato mental del conocimiento.
El ente ya no es lo que aparece tal y como aparece, sino que lo que aparece es el ente dado al entendimiento. Por lo tanto, hay que estudiar estas condiciones del entendimiento que posibilitan todo conocimiento humano (paso de la ontología a teoría del conocimiento).
En las Meditaciones, concretamente en la primera, pone en duda el sentido del mundo a través de la duda metódica. La duda aparece en nuestro trato cotidiano con las cosas, pero esta duda no pertenece a las cosas mismas, sino a la subjetividad del yo.
Poner en duda el sentido del mundo nos permite tomar conciencia del yo, que es independiente del sentido que tienen las cosas (tal sentido es contingente, la conciencia del yo es necesaria). El sentido del mundo pasa a depender del sujeto. El aparecer del ente no se debe al ente, sino a su imposición en la conciencia de un sujeto.
Para Descartes, podemos cambiar las cosas en relación a sus partes contingentes, pero hay esencias necesarias en la realidad que se imponen al pensamiento. Descartes llega así a la distinción entre: esencias necesarias y partes contingentes, cambiantes (apariencia ligada al conocimiento sensible). Para distinguirlas recurrimos a la evidencia dada en la intuición intelectual.
La certeza reside en el pensamiento, no en el mundo.
2ª regla-Descartes liga el conocimiento de la verdad a la certeza y evidencia intuidas en el pensamiento. Lo verdadero no se reduce ya al aparecer de la cosa misma, sino a su modo de aparecer en la conciencia (identificación moderna de la certeza y evidencia con la verdad).
Ya no hablamos de cosas sino de objetos. Objeto es lo que aparece enfrentado al sujeto y bajo las condiciones que impone el mismo sujeto (estudio de las condiciones del entendimiento bajo las cuales el ente se transforma en objeto)
. Pero aunque el objeto aparezca en el ámbito del yo, el sujeto no lo construye, el objeto aparece dado a nuestra subjetividad (imposición).
3ª regla- La certeza y la evidencia residen en el campo de la aritmética y la geometría. La geometría de Euclides es, para Descartes, una geometría intuida y abstraída de la
experiencia (constituye la estructura misma de la experiencia sensible). Esta geometria euclidea es, para Descartes, la única posible y cierta (la única existente).
Descartes pretende exportar el método matemático todas las disciplinas para convertirlas en ciencias, ya que este método es el que nos permite detectar las esencias necesarias a través de la intuición. El método cartesiano para alcanzar al evidencia es: intuición/ deducción.
La intuición actúa como una experiencia de la evidencia (no sensible, intelectual). Lo que experimentamos se impone a la intuición intelectual, igual que los datos empíricos se imponen a los sentidos. Los entes geométricos se imponen a la intuición: existen por sí mismos. Los entes sensibles siempre se imponen a los sentidos de manera que quedan partes ocultas, en la experiencia intuitiva los objetos aparecen sin perspectivas, se dan de una vez en todas partes. Supone una pasividad del conocer, imposición del objeto a la mente, absoluta pasividad lo que garantiza la verdad. Lo dado en la mente coincide con la realidad extramental. Sino todo sería meras ficciones de la mente. Tiene que haber una actividad para llegar a ejercer la intuición intelectual. Observación, experimentación no tiene que ver con la justificación de las leyes, situarnos en la posición cognitiva para ejercer la intuición intelectual.
De esta manera, los juicios que realizamos sobre estos objetos serán universales y necesarios, a diferencia de la contingencia de los juicios empíricos. Ademas los juicios que parten de la intuición intelectual pueden ser emitidos, los empíricos no.
La deducción, es también intuición, pero no de objetos, sino de relaciones (por ejemplo, en la intuición de un triángulo somos capaces de captar sus tres lados y mediante la deducción somos capaces de deducir que la suma de sus ángulos son 180 grados). Estas relaciones que se intuyen conforman las leyes de las ciencias (a las leyes de las ciencias se llega a través de la intu/deduc- regla 12) y proporcionan juicios absolutamente ciertos.
Para Descartes, es necesario que el método para alcanzar la verdad sea matemático, se apoya en la aritmética y la geometría dado que eran las únicas ciencias que no presentaban controversia (necesidad de un método efectivo para llegar a un conocimiento fiable). El proceder en la ciencia mediante la geometría y las matemáticas aspira al conocimiento en la medida en que es eterno. Descartes pretende convertir la física en ciencia a través de la intu/deduc. Una vez que ejercemos la intuición intelectual, la verdad queda garantizada por la pasividad. Para Descartes el Algebra y la geometría son conocimientos necesarios universales. Hay una unidad en todas esas esencias necesarias y esta unidad está en el método. El aparecer se da siempre en el ámbito de la razón, no bajo las condiciones de la conciencia (sino seria pasividad). La conciencia es el filtro que, a través de la claridad y distinción, capta las esencias necesarias. A través de la aplicación de este método a los objetos externos, podemos decir que su única característica fundamental, en tanto que esencia necesaria, es la extensión
(infinita- universo limitado e infinito). Lo que caracteriza al yo es el pensamiento y la evidencia del yo es el patrón de medida para identificar las evidencias válidas.
Existe una diversidad de ciencias que son, así mismo, distintas regiones ontológicas con principios propios. Para Descartes hay una unidad en todas ellas: la sabiduría humana, es decir, todas las ciencias son, en el fondo, una. El principio unificador de lo real ya no está en las cosas, sino en la subjetividad humana. Para los escolásticos subjectum designa a aquello que subyace después del cambio, en la modernidad subjectum designa al sustrato mental del conocimiento.
El ente ya no es lo que aparece tal y como aparece, sino que lo que aparece es el ente dado al entendimiento. Por lo tanto, hay que estudiar estas condiciones del entendimiento que posibilitan todo conocimiento humano (paso de la ontología a teoría del conocimiento).
En las Meditaciones, concretamente en la primera, pone en duda el sentido del mundo a través de la duda metódica. La duda aparece en nuestro trato cotidiano con las cosas, pero esta duda no pertenece a las cosas mismas, sino a la subjetividad del yo.
Poner en duda el sentido del mundo nos permite tomar conciencia del yo, que es independiente del sentido que tienen las cosas (tal sentido es contingente, la conciencia del yo es necesaria). El sentido del mundo pasa a depender del sujeto. El aparecer del ente no se debe al ente, sino a su imposición en la conciencia de un sujeto.
Para Descartes, podemos cambiar las cosas en relación a sus partes contingentes, pero hay esencias necesarias en la realidad que se imponen al pensamiento. Descartes llega así a la distinción entre: esencias necesarias y partes contingentes, cambiantes (apariencia ligada al conocimiento sensible). Para distinguirlas recurrimos a la evidencia dada en la intuición intelectual.
La certeza reside en el pensamiento, no en el mundo.
2ª regla-Descartes liga el conocimiento de la verdad a la certeza y evidencia intuidas en el pensamiento. Lo verdadero no se reduce ya al aparecer de la cosa misma, sino a su modo de aparecer en la conciencia (identificación moderna de la certeza y evidencia con la verdad).
Ya no hablamos de cosas sino de objetos. Objeto es lo que aparece enfrentado al sujeto y bajo las condiciones que impone el mismo sujeto (estudio de las condiciones del entendimiento bajo las cuales el ente se transforma en objeto)
. Pero aunque el objeto aparezca en el ámbito del yo, el sujeto no lo construye, el objeto aparece dado a nuestra subjetividad (imposición).
3ª regla- La certeza y la evidencia residen en el campo de la aritmética y la geometría. La geometría de Euclides es, para Descartes, una geometría intuida y abstraída de la
experiencia (constituye la estructura misma de la experiencia sensible). Esta geometria euclidea es, para Descartes, la única posible y cierta (la única existente).
Descartes pretende exportar el método matemático todas las disciplinas para convertirlas en ciencias, ya que este método es el que nos permite detectar las esencias necesarias a través de la intuición. El método cartesiano para alcanzar al evidencia es: intuición/ deducción.
La intuición actúa como una experiencia de la evidencia (no sensible, intelectual). Lo que experimentamos se impone a la intuición intelectual, igual que los datos empíricos se imponen a los sentidos. Los entes geométricos se imponen a la intuición: existen por sí mismos. Los entes sensibles siempre se imponen a los sentidos de manera que quedan partes ocultas, en la experiencia intuitiva los objetos aparecen sin perspectivas, se dan de una vez en todas partes. Supone una pasividad del conocer, imposición del objeto a la mente, absoluta pasividad lo que garantiza la verdad. Lo dado en la mente coincide con la realidad extramental. Sino todo sería meras ficciones de la mente. Tiene que haber una actividad para llegar a ejercer la intuición intelectual. Observación, experimentación no tiene que ver con la justificación de las leyes, situarnos en la posición cognitiva para ejercer la intuición intelectual.
De esta manera, los juicios que realizamos sobre estos objetos serán universales y necesarios, a diferencia de la contingencia de los juicios empíricos. Ademas los juicios que parten de la intuición intelectual pueden ser emitidos, los empíricos no.
La deducción, es también intuición, pero no de objetos, sino de relaciones (por ejemplo, en la intuición de un triángulo somos capaces de captar sus tres lados y mediante la deducción somos capaces de deducir que la suma de sus ángulos son 180 grados). Estas relaciones que se intuyen conforman las leyes de las ciencias (a las leyes de las ciencias se llega a través de la intu/deduc- regla 12) y proporcionan juicios absolutamente ciertos.
Para Descartes, es necesario que el método para alcanzar la verdad sea matemático, se apoya en la aritmética y la geometría dado que eran las únicas ciencias que no presentaban controversia (necesidad de un método efectivo para llegar a un conocimiento fiable). El proceder en la ciencia mediante la geometría y las matemáticas aspira al conocimiento en la medida en que es eterno. Descartes pretende convertir la física en ciencia a través de la intu/deduc. Una vez que ejercemos la intuición intelectual, la verdad queda garantizada por la pasividad. Para Descartes el Algebra y la geometría son conocimientos necesarios universales. Hay una unidad en todas esas esencias necesarias y esta unidad está en el método. El aparecer se da siempre en el ámbito de la razón, no bajo las condiciones de la conciencia (sino seria pasividad). La conciencia es el filtro que, a través de la claridad y distinción, capta las esencias necesarias. A través de la aplicación de este método a los objetos externos, podemos decir que su única característica fundamental, en tanto que esencia necesaria, es la extensión
(infinita- universo limitado e infinito). Lo que caracteriza al yo es el pensamiento y la evidencia del yo es el patrón de medida para identificar las evidencias válidas.