Cosmovisión
El filósofo Wilhelm Dilthey introdujo el concepto de cosmovisión con la intención de caracterizar a las diversas representaciones del mundo que producen las sociedades humanas. Así, lo que caracterizan a una cosmovisión es el hecho de ser una visión total o integral del mundo. De acuerdo con Dilthey, existen tres tipos de concepción del mundo. La primera se denominan naturalista o materialista y se caracteriza por ser un tipo de representación del mundo que se fundamenta en nuestras percepciones y sensaciones. La segunda se denomina voluntarista, ésta concibe al mundo como producto de una voluntad suprema y los conflictos que genera esta voluntad. Las del tercer tipo corresponden al idealismo objetivo y se caracterizan por sostener que el mundo de la percepción o de la experiencia sensorial es sólo aparente y por afirmar la existencia de una realidad profunda de carácter no material sino ideal, constituida por valores que se denominan trascendentales en la medida en que son comprensibles, aunque no perceptibles por nuestros órganos sensoriales.
El Mito
La Naturaleza del Mito
El mito, al ser una forma alegórica y mágica de concebir el mundo y el origen de los hombres y sociedades, permite, a quien cree en él, dar una explicación a su origen, saber cuál es su puesto en el mundo y cual será su destino.
Algunos filósofos, como Juan Bautista Vico, han destacado que en el mito es necesario diferenciarlo que hay en él de ficción o irrealidad y lo que él contiene de verdad histórica. Pues aunque los hechos no hayan ocurrido exactamente como narra el mito, éste puede tener un mensaje profundo sobre acontecimientos muy básicos, fundamentales y complejos, los cuales solo pudieron ser expresados por los hombres que lo atestiguaron o protagonizaron en momentos históricos primarios o iniciales a través de alegorías, llamadas también construcciones simbólicas.
De otro lado, con frecuencia resulta difícil establecer una frontera precisa entre el mito y la religión pues ocurre que ambas concepciones del mundo, a menudo, están profundamente relacionadas y todo intento de separarlas tajantemente las desnaturalizaría. No obstante, el mito no se agota en lo religioso, porque en muchos casos, está más orientado hacia lo heroico y mágico, que a lo sagrado.
Interpretaciones sobre la naturaleza del mito
La naturaleza del mito ha sido materia de diferentes interpretaciones.
La Tesis de Mircea Eliade (Mito y Realidad, 1991)
Considera que el mito es un elemento esencial en toda civilización humana, debido a que cumple la función de expresar, realzar y codificar creencias, además de salvaguardar los principios morales y de establecer procedimientos para garantizar su cumplimiento, es decir lo conceptualiza en términos de lo sagrado.
Eliade sostiene de que todo mito tiene una estructura que responde a las siguientes carácterísticas: a) es una historia sagrada que narra los actos de seres sobrenaturales; b) los creyentes en el mito consideran que los hechos y los acontecimientos narrados son reales; c) todo mito se refiere a alguna forma de creación; d) el conocimiento de un mito permite establecer el origen de las cosas y dominarlas a voluntad; y, e) el mito exalta acontecimientos que los creyentes tienden a memorizar y actualizar.
La Tesis de Kolakowski (La Presencia del Mito, 1990)
Sostiene que los mitos están profundamente ligados a las convicciones metafísicas de los seres humanos;.Consiguientemente, el mito es producto de una actividad de naturaleza muy distinta a la tradición racionalista que ha producido la ciencia y la tecnología y por tanto resulta incomprensible si se pretende sujetarlo a las reglas y principios que rigen a la lógica estándar, a la matemática y a las ciencias naturales. Esto es, no pertenecen al ámbito de los valores lógicos verdadero-falso, sino a la dimensión de la expresión de necesidades y aspiraciones enraizadas en la necesidad de la supervivencia de la especie humana; que a diferencia del pensamiento científico, el cotidiano y el lenguaje, no tienen una justificación representable en términos probatorios. Por lo que aparte de los mitos religiosos o cosmogónicos también existen los mitos profanos.
La Tesis de Willar O. Quine (Art. Sobre lo que hay, 1962)
W. O. Quine, destaca la necesidad que tienen los seres humanos de explicar los objetos de su experiencia en función de sus necesidades prácticas y teóricas. Para lograr ese objetivo construyen lenguajes y esquemas conceptuales que afirman la existencia de objetos físicos, en unos casos, y de objetos ideales en otros.
Según Quine no hay manera de conocer la realidad tal y como es independientemente de nuestra experiencia. Consecuentemente, todo lo que podemos hacer es construir mitos, los cuales vendrían a ser las entidades físicas y matemáticas que nos ayudan a conducirnos en el mundo que experimentamos de la manera más útil posible. Desde esta perspectiva la construcción de objetos míticos es una función inherente a la actividad racional difiriendo unas de otras construcciones en su sofisticación y utilidad.
La Tesis de Rollo May (La Necesidad del Mito, 1992)
Esta tesis se encuentra enmarcada dentro del contexto de la corriente psicoanalista creada por Sigmund Freud. May sostiene que el mundo en sí carece de sentido y sólo lo adquiere cuando una persona o un grupo humano lo relaciona con su existencia a través de una forma alegórica y simbólica (mito).
El mito, utilizando un medio de comunicación a través de los valores, cumple la función de facilitar la salud de las sociedades, aportando los siguientes elementos a nuestras vidas: a) nos confieren sentido de identidad personal; b) nos transfieren un sentido de pertenencia a una comunidad; c) producen y afianzan nuestros valores morales; y, d) nos resuelven, en alguna medida, el misterio inescrutable de nuestra creación.
Clasificación de los Mitos
Según Mircea Eliade; hay mitos de origen y mitos cosmogónicos. Los primeros narran y justifican una situación nueva que no existía desde el comienzo del cosmos o Universo; y los segundos cumplen la función de dar cuenta del origen del cosmos o mundo.
Kolakowsky hace una clasificación también dicotómica de los mitos pero siguiendo otro criterio. Se diferencia de Mircea Eliade en que, para este último, todos los mitos son necesariamente sagrados, mientras que, para él, existen religiosos que son sagrados, como los mitos de origen de un pueblo y los cosmogónicos, y además mitos profanos, los cuales nos relacionan con una entidad condicionada (que los hombres no podemos afectar o modificar) que no necesariamente es sagrada.
Cosmología
El mito cumple por un lado, una función explicativa del mundo; y, por otro cumple también una función representativa que produce imágenes y alegorías en un lenguaje metafórico.
Alternativamente, la filosofía es otro tipo de esfuerzo explicativo y representativo del mundo, que pretende fundarse en la razón lógica, en el argumento y en la prueba. De este modo el lenguaje de la filosofía tiene una intención descriptiva, lo que no impide que en algunos momentos recurra ala metáfora en el caso de los filósofos griegos presocráticos (Aristarco de Samos, Hiparco y Ptolomeo); y en Platón y Aristóteles, cuya tarea fundamental fue la de dar una explicación a lo que era el cosmos.
Durante el presente siglo la cosmología se ha constituido en una disciplina científica rigurosa y altamente matematizada y ligada estrechamente a la física teórica ya la astronomía. El objetivo de la cosmología moderna es la construcción de “modelos de universo” (Teoría general de la relatividad de Albert Einstein, el modelo de Friedmann y Lemaître) que permitan entender su origen y su proceso evolutivo en términos que admitan una contrastación empírica y experimental. Preocupa a los cosmólogos la composición material del Universo, la extensión y forma del espacio, la naturaleza y sentido del tiempo y la finitud e infinitud del universo en el tiempo y en el espacio.
El filósofo Wilhelm Dilthey introdujo el concepto de cosmovisión con la intención de caracterizar a las diversas representaciones del mundo que producen las sociedades humanas. Así, lo que caracterizan a una cosmovisión es el hecho de ser una visión total o integral del mundo. De acuerdo con Dilthey, existen tres tipos de concepción del mundo. La primera se denominan naturalista o materialista y se caracteriza por ser un tipo de representación del mundo que se fundamenta en nuestras percepciones y sensaciones. La segunda se denomina voluntarista, ésta concibe al mundo como producto de una voluntad suprema y los conflictos que genera esta voluntad. Las del tercer tipo corresponden al idealismo objetivo y se caracterizan por sostener que el mundo de la percepción o de la experiencia sensorial es sólo aparente y por afirmar la existencia de una realidad profunda de carácter no material sino ideal, constituida por valores que se denominan trascendentales en la medida en que son comprensibles, aunque no perceptibles por nuestros órganos sensoriales.
El Mito
La Naturaleza del Mito
El mito, al ser una forma alegórica y mágica de concebir el mundo y el origen de los hombres y sociedades, permite, a quien cree en él, dar una explicación a su origen, saber cuál es su puesto en el mundo y cual será su destino.
Algunos filósofos, como Juan Bautista Vico, han destacado que en el mito es necesario diferenciarlo que hay en él de ficción o irrealidad y lo que él contiene de verdad histórica. Pues aunque los hechos no hayan ocurrido exactamente como narra el mito, éste puede tener un mensaje profundo sobre acontecimientos muy básicos, fundamentales y complejos, los cuales solo pudieron ser expresados por los hombres que lo atestiguaron o protagonizaron en momentos históricos primarios o iniciales a través de alegorías, llamadas también construcciones simbólicas.
De otro lado, con frecuencia resulta difícil establecer una frontera precisa entre el mito y la religión pues ocurre que ambas concepciones del mundo, a menudo, están profundamente relacionadas y todo intento de separarlas tajantemente las desnaturalizaría. No obstante, el mito no se agota en lo religioso, porque en muchos casos, está más orientado hacia lo heroico y mágico, que a lo sagrado.
Interpretaciones sobre la naturaleza del mito
La naturaleza del mito ha sido materia de diferentes interpretaciones.
La Tesis de Mircea Eliade (Mito y Realidad, 1991)
Considera que el mito es un elemento esencial en toda civilización humana, debido a que cumple la función de expresar, realzar y codificar creencias, además de salvaguardar los principios morales y de establecer procedimientos para garantizar su cumplimiento, es decir lo conceptualiza en términos de lo sagrado.
Eliade sostiene de que todo mito tiene una estructura que responde a las siguientes carácterísticas: a) es una historia sagrada que narra los actos de seres sobrenaturales; b) los creyentes en el mito consideran que los hechos y los acontecimientos narrados son reales; c) todo mito se refiere a alguna forma de creación; d) el conocimiento de un mito permite establecer el origen de las cosas y dominarlas a voluntad; y, e) el mito exalta acontecimientos que los creyentes tienden a memorizar y actualizar.
La Tesis de Kolakowski (La Presencia del Mito, 1990)
Sostiene que los mitos están profundamente ligados a las convicciones metafísicas de los seres humanos;.Consiguientemente, el mito es producto de una actividad de naturaleza muy distinta a la tradición racionalista que ha producido la ciencia y la tecnología y por tanto resulta incomprensible si se pretende sujetarlo a las reglas y principios que rigen a la lógica estándar, a la matemática y a las ciencias naturales. Esto es, no pertenecen al ámbito de los valores lógicos verdadero-falso, sino a la dimensión de la expresión de necesidades y aspiraciones enraizadas en la necesidad de la supervivencia de la especie humana; que a diferencia del pensamiento científico, el cotidiano y el lenguaje, no tienen una justificación representable en términos probatorios. Por lo que aparte de los mitos religiosos o cosmogónicos también existen los mitos profanos.
La Tesis de Willar O. Quine (Art. Sobre lo que hay, 1962)
W. O. Quine, destaca la necesidad que tienen los seres humanos de explicar los objetos de su experiencia en función de sus necesidades prácticas y teóricas. Para lograr ese objetivo construyen lenguajes y esquemas conceptuales que afirman la existencia de objetos físicos, en unos casos, y de objetos ideales en otros.
Según Quine no hay manera de conocer la realidad tal y como es independientemente de nuestra experiencia. Consecuentemente, todo lo que podemos hacer es construir mitos, los cuales vendrían a ser las entidades físicas y matemáticas que nos ayudan a conducirnos en el mundo que experimentamos de la manera más útil posible. Desde esta perspectiva la construcción de objetos míticos es una función inherente a la actividad racional difiriendo unas de otras construcciones en su sofisticación y utilidad.
La Tesis de Rollo May (La Necesidad del Mito, 1992)
Esta tesis se encuentra enmarcada dentro del contexto de la corriente psicoanalista creada por Sigmund Freud. May sostiene que el mundo en sí carece de sentido y sólo lo adquiere cuando una persona o un grupo humano lo relaciona con su existencia a través de una forma alegórica y simbólica (mito).
El mito, utilizando un medio de comunicación a través de los valores, cumple la función de facilitar la salud de las sociedades, aportando los siguientes elementos a nuestras vidas: a) nos confieren sentido de identidad personal; b) nos transfieren un sentido de pertenencia a una comunidad; c) producen y afianzan nuestros valores morales; y, d) nos resuelven, en alguna medida, el misterio inescrutable de nuestra creación.
Clasificación de los Mitos
Según Mircea Eliade; hay mitos de origen y mitos cosmogónicos. Los primeros narran y justifican una situación nueva que no existía desde el comienzo del cosmos o Universo; y los segundos cumplen la función de dar cuenta del origen del cosmos o mundo.
Kolakowsky hace una clasificación también dicotómica de los mitos pero siguiendo otro criterio. Se diferencia de Mircea Eliade en que, para este último, todos los mitos son necesariamente sagrados, mientras que, para él, existen religiosos que son sagrados, como los mitos de origen de un pueblo y los cosmogónicos, y además mitos profanos, los cuales nos relacionan con una entidad condicionada (que los hombres no podemos afectar o modificar) que no necesariamente es sagrada.
Cosmología
El mito cumple por un lado, una función explicativa del mundo; y, por otro cumple también una función representativa que produce imágenes y alegorías en un lenguaje metafórico.
Alternativamente, la filosofía es otro tipo de esfuerzo explicativo y representativo del mundo, que pretende fundarse en la razón lógica, en el argumento y en la prueba. De este modo el lenguaje de la filosofía tiene una intención descriptiva, lo que no impide que en algunos momentos recurra ala metáfora en el caso de los filósofos griegos presocráticos (Aristarco de Samos, Hiparco y Ptolomeo); y en Platón y Aristóteles, cuya tarea fundamental fue la de dar una explicación a lo que era el cosmos.
Durante el presente siglo la cosmología se ha constituido en una disciplina científica rigurosa y altamente matematizada y ligada estrechamente a la física teórica ya la astronomía. El objetivo de la cosmología moderna es la construcción de “modelos de universo” (Teoría general de la relatividad de Albert Einstein, el modelo de Friedmann y Lemaître) que permitan entender su origen y su proceso evolutivo en términos que admitan una contrastación empírica y experimental. Preocupa a los cosmólogos la composición material del Universo, la extensión y forma del espacio, la naturaleza y sentido del tiempo y la finitud e infinitud del universo en el tiempo y en el espacio.