Diferencia y semejanza entre el racionalismo y el empirismo/ Sócrates y los sofistas
4.1.- Relativismo. El relativismo rechaza la existencia de una verdad absoluta u objetiva, ya que no existe un criterio único para determinarla. Todo va a quedar sujeto al contexto personal, histórico, cultural… en el que se emita el juicio, que no es uno sino múltiple. Ej las tesis sofistas.
En función de la perspectiva desde la que se juzgue, una afirmación puede ser verdadera o falsa.
Defiende que existen múltiples versiones o enfoques para acercarse a la realidad y no hay unos mejores que otros. Ejemplos de relativismo sería el cultural y el científico. Respecto al relativismo cultural, si se acepta el relativismo aplicado a las sociedades o a la historia, se sigue que hay que respetar los puntos de vista de otras épocas y de otras culturas, favoreciendo la tolerancia. Ej distintas costumbres, alimentos, tradiciones, creencias…
El problema está cuando se dan algunas costumbres, valores o ritos que contravienen los principios de los derechos humanos. En ese caso no se puede transigir con la postura relativista, puesto que estaríamos conculcando un derecho universal que atenta contra la dignidad humana. Ej. Los matrimonios concertados entre padres, ya que van contra la libertad de la persona.
En cuanto al relativismo científico, siempre hay que respetar lo que dictamine la comunidad científica avalada por el análisis de datos y la contrastación empírica, rechazando toda manipulación. Ej. el movimiento contra la vacunación, totalmente reprobable.
El relativismo científico no explica ni la capacidad predictiva de la ciencia ni el éxito alcanzado por las aplicaciones tecnológicas.
4.2.- Escepticismo.
Es la postura que niega la posibilidad del conocimiento. Dice que no puede establecerse con total seguridad un conocimiento verdadero sobre el mundo. Su más antiguo representante será Pirrón de Elis, filósofo de la Antigüedad clásica, quien enarbola la duda como enseña.
Descartes en cambio, padre de la filosofía racionalista, supera la duda escéptica demostrando que el conocimiento es posible. Su duda va a ser metódica, es decir, provisional hasta encontrar una primera certeza que le permite construir todo el entramado de su teoría.
4.3.- Racionalismo.
Es la corriente filosófica que mantiene que el origen y la fuente del conocimiento se halla en la razón. Los filósofos racionalistas manifiestan una fe ilimitada en la razón, creen en la existencia de ideas innatas y su modelo ideal de ciencia es el de las matemáticas. Infravaloran el conocimiento sensible, pese a que no rechazan su utilidad, por juzgarlo poco fiable.
Sus principales representantes son Descartes, Spinoza y Leibniz.
4.4.- Empirismo.
Es la corriente filosófica que sostiene que el origen y el límite del conocimiento se encuentra en la experiencia, es decir en los datos recogidos por los sentidos. Solamente a partir de estos datos somos capaces de elaborar las ideas. La mente al nacer sería una “tábula rasa”, osea, como una pizarra en blanco, que posteriormente se irá rellenando con los datos sensibles como contenidos. Niegan la existencia de las ideas innatas. Afirman que sólo la observación y la experimentación posibilitan el auténtico conocimiento. Su modelo ideal de ciencia será el de las ciencias experimentales.
Sus principales representantes son Berkeley, Locke y Hume.
4.5.- Realismo.
El realismo sostiene que la realidad existe independientemente del sujeto que la contempla y por lo tanto presupone la existencia del mundo, manifestando una actitud espontánea y confiada en los órganos del conocimiento. Mantiene que el objeto inmediato del conocimiento son las cosas y que conocemos la realidad tal y como ésta es. En el proceso cognitivo el sujeto muestra una actitud meramente receptiva, descubre la realidad, no la inventa ni la manipula. Al realismo se le opone el idealismo.
4.6.- Idealismo.
El idealismo sostiene que la realidad no existe independientemente del sujeto que la conoce, ya que el hombre toma parte activa en el conocimiento y en cierta manera la construye. La inteligibilidad (comprensión) de lo real depende del sujeto cognoscente, quien será el polo privilegiado en la relación del conocimiento, manteniendo una actitud crítica ante el saber y los órganos del conocimiento. Para el idealismo el objeto de conocimiento son las ideas y no vamos a ser capaces de averiguar si estas poseen un correlato en la realidad extramental, puesto que no podemos ser juez y parte al mismo tiempo.
Descartes salvaba este contratiempo presentando la existencia de Dios como garantía de autenticidad del contenido de nuestras ideas, pero si eliminamos la figura de la divinidad nos quedamos sin nada a lo que agarrarnos. A Kant, como veremos más adelante, le va a pasar algo parecido.