Diferencias Ontológicas entre Leyes Naturales y Normas
Desde una perspectiva ontológica, la distinción fundamental entre leyes naturales y normas radica en su relación con la realidad. El mundo se puede entender desde tres perspectivas:
- Mundo natural: Universo de objetos perceptibles, medibles y manipulables.
- Mundo social: Esfera de relaciones interpersonales reguladas por normas.
- Mundo interior: Esfera de vivencias y experiencias subjetivas.
Las leyes naturales describen el mundo natural, mientras que las normas de conducta son elementos constitutivos del mundo social. El mundo social, a diferencia del natural, está estructurado por normas y no existe independientemente de la acción humana. El mundo natural se compone de cosas y acontecimientos, mientras que el mundo social es un mundo de actores que interactúan dentro de un marco normativo.
Las leyes naturales describen relaciones *dadas* en la naturaleza, son *encontradas* y formulan relaciones entre fenómenos. Describen lo que *es* y no puede ser de otra manera. Las normas, en cambio, son *construidas* o *artificiales*. Son convencionales, en el sentido de que podrían ser diferentes y, aunque no siempre sean fruto de un acuerdo explícito, podrían serlo.
Leyes Naturales: Causalidad y Necesidad
En su forma estándar, «si se da X, se dará Y», las leyes naturales establecen relaciones causales. La primera parte (prótasis) describe la causa, y la segunda (apódosis) el efecto. Se basan en el conocimiento empírico de correlaciones entre fenómenos y son, en esencia, pronósticos condicionados. Conectan fenómenos a través del nexo de *causalidad*.
Normas de Conducta: Imputación y Libertad
Las normas, por otro lado, no predicen lo que ocurrirá, sino que *imputan* consecuencias a ciertos hechos o acciones. No conectan fenómenos mediante la causalidad, sino mediante la *imputación*. Siguiendo a Kelsen, imputar una consecuencia no es predecir que algo sucederá, sino afirmar que algo *debe* suceder, que está justificado que ocurra.
Las leyes naturales son enunciados *asertivos* y *anankásticos* (correlacionan fenómenos bajo el supuesto de la necesidad), mientras que las normas son enunciados *deónticos* (correlacionan fenómenos bajo el supuesto de la libertad). El incumplimiento es inherente a la noción de norma. Una norma solo puede regular acciones *posibles*, es decir, acciones que dependen de la voluntad del actor. Las normas presuponen la libertad.
Distinción Teleológica o Funcional entre Leyes Naturales y Normas
Las leyes naturales tienen una función primordialmente *informativa* y *explicativa*. Proporcionan información sobre regularidades empíricas y relaciones causales. Su función es, en este sentido, principalmente *teórica*, resultado de procesos cognitivos y conocimiento empírico.
Las normas, en cambio, tienen una función *regulativa*. Indican cómo debemos comportarnos y cómo deben estructurarse nuestras relaciones. Su función es, por lo tanto, inmediatamente *práctica*.
Aunque la función principal de las leyes naturales sea informativa, también tienen una dimensión práctica. La investigación científica no se realiza solo por el conocimiento en sí mismo, sino también por intereses prácticos. Dado que nuestras acciones están influenciadas por nuestras creencias sobre la realidad, las leyes naturales tienen una relevancia indirecta para la acción. Permiten fundamentar recomendaciones, derivar reglas técnicas y desarrollar tecnologías para controlar procesos naturales.
La función práctica de las normas es directa: son directrices de conducta. Las utilizamos para justificar nuestras acciones, legitimar expectativas, formular reproches y, en general, para regular nuestras interacciones sociales.