1.1. La universidad medieval y el aristotelismo :
La disputatio o cuestión disputada es un género literario de carácter argumentativo propio del pensamiento medieval.
La categoría histórica de “Edad Media” no es neutral, sino que comporta las connotaciones negativas de la crítica moderna e ilustrada. Este término no fue utilizado solamente para referirse al largo período de tiempo sino que también significó una época de oscurantismo, ignorancia y superstición que se identificaba con las cruzadas, con la teocracia y el feudalismo. En contraposición a esto se encontraría la “luz” de la razón y la libertad propias del mundo clásico y de la Europa Moderna. Pero el hecho de que las Universidades nacieran y se desarrollaran a lo largo de toda la Edad Media y frecuentemente bajo la autoridad eclesiástica, demuestra que las afirmaciones negativas hacia está época son infundadas. Las Universidades eran corporaciones cerradas de maestros y aprendices que acudían de diversas partes de Europa. Los miembros de estas universidades recibían privilegios de la Iglesia y del Estado. Habían 4 clases de facultades: la de medicina y derecho la de filosofía y la de teología.
Las dos primeras (medicina y derecho) eran de carácter práctico y estaban sometidas a la de la filosofía que, a su vez, estaba sometida a la teología. La filosofía se estudiaba en la facultad de Artes ya que estaba constituida por las siete “artes liberales” que son 4 disciplinas matemáticas: (aritmética, geometría, astronomía y armónía); y 3 disciplinas filosóficas centradas en el dominio del lenguaje: (gramática, dialéctica y retórica.) Normalmente el estudiante de teología debía graduarse en artes antes de proceder al estudio de la Biblia y aprender a discutir sobre las cuestiones graves de la «teología dogmática». A medida que se conocían las obras de Aristóteles se planteó que facultad debía asumirlas y acabó por imponerse en las facultades de Artes o Filosofía, particularmente en París. Pero también las facultades de teología se tuvieron que situar a favor o en contra de las obras del filósofo, cuya recepción estuvo expuesta a: problemas con la localización de textos, problemas de la autoría, problemas de traducción y de interpretación; ya que en ese ambiente neoplatónico, algunos percibieron el pensamiento aristotélico como una oleada peligrosa de paganismo. Según los historiadores Tomás de Aquino fue el que más intentó unir a Aristóteles con el cristianismo. Había otras posiciones como el Fideísmo que declaraba la fe por encima de la razón, el Averroísmo que defendía la existencia de dos verdades; la verdad de la fe y la de la razón y por último el tomismo que defendía la fusión entre fe y razón.
1.2. Los métodos docentes: lectio y disputatio:
Llamamos «Escolástica» a la teología y filosofía que se enseñaba en las escuelas y universidades medievales. El sistema educativo se centraba en la figura del Scholasticus y en dos prácticas docentes: a) lectio: consistía en la lectura y comentario por un maestro y b) disputatio: consistía en un debate en los que se enfrentaban dos ideas contrapuestas en torno a la misma pregunta, que el maestro había de dirimir. La “escolástica” tenía como objetivo: conservar el saber, formar nuevos maestros pero no se pretendía el descubrimiento de hechos o hipótesis nuevas. Los métodos escolásticos en conjunto se servían del trívium, que estimulaba la participación de los estudiantes y la exposición de doctrinas y argumentos. Frecuentemente se recurría a «distinciones» que favorecían el rigor analítico y conceptual, y proporcionaban vías de escape a aquellos que no sabían que pensar. Las «disputas» se realizaban en lugares públicos con el riesgo de que el perdedor fuera humillado, la intención de estas era normalmente aumentar la comprensión del estudiante sobre un tema particular y su poder de argumentación y de respuesta. El maestro podía elaborar un texto organizado con un criterio, como en el caso de Tomás de Aquino con la Suma contra gentiles y la Suma Teológica. Estructura de los artículos de la Suma teológica: Enunciado de la cuestión: Tomás propone las preguntas que se deben hacer sobre ella, y constituye los diferentes artículos. Cada artículo se introduce con una pregunta a la que se trata de dar una respuesta. 1.- Argumentos en contra: presenta la apertura del proceso disputativo; es decir, el análisis de las razones a favor de una tesis. 2.- Sed contra: aporta un argumento a favor de la tesis alternativa (antítesis). Este desplazamiento de una posición a otra para el examen del problema es carácterístico del método de la disputa. 3.- Corpus: posición que adopta Tomás, expone su doctrina y clarifica los términos. La respuesta siempre está soportada por un razonamiento que resuelve la pregunta a favor de una de las posiciones. 4.- Ad primum: una vez dada la solución en el Corpus, se analizan la serie de argumentos en contra. No se trata de negar rotundamente la posición adversa, sino que normalmente presentan errores en la forma que impiden su buena interpretación.
1.3. La razón y la pluralidad de tradiciones:
Si determináramos una carácterística que diferencie la cultura moderna de las tradicionales sería que en la modernidad la razón se enfrenta a la tradición, como polos incompatibles. Mientras que en las culturas tradicionales, es la tradición de los antepasados lo que da sentido a la comunidad y a los individuos que la forman. Los filósofos recientes dicen que la escuchar la voz de la tradición no es irracional, ni impide introducir innovaciones. La cultura medieval era tradicional, ya que integra un conjunto de tradiciones en la que conviven tesis contrapuestas. Esta pluralidad de tradiciones queda recogida en la discusión tomista de la ley natural por la que desfilan: filósofos griegos, padres de la iglesia, juristas y sabios medievales, textos bíblicos… Por todo esto es un error considerar la filosofía medieval simplemente como teología. La filosofía medieval representa una discusión sobre la racionalidad de estas diversa tradiciones. Esto echa por tierra el prejuicio de la Edad Media como un período en el que no ocurre nada relevante e interesante. La pluralidad de tradiciones es lo que se refleja en la estructura de las cuestiones disputadas, cuyo punto de partida es la existencia de diversas posiciones ante una cuestión. Al redescubrir a Aristóteles la teología consideró las posiciones filosóficas en 2 sentidos, discutir los problemas filosóficos y fundamentar las posiciones que alumnos y maestros tomaban más allá del recurso a la tradición. La posición de Tomás de Aquino era que la filosofía está subordinada a la teología y la razón natural debe ponerse al servicio de la Biblia. Algunas otras posiciones erróneas fueron los Fideístas que decían que la fe puede prescindir de la razón natural y la filosofía. Los averroístas que defendían que solamente la razón puede alcanzar la verdad. La posición de los teólogos más aristotélicos como Aquino fue muy distinta, para ellos la razón se subordina a la fe, pero la filosofía (discurso racional) es capaz de ayudar a la teología a encontrar la verdad. La Suma teológica de Tomás de Aquino contiene 20.000 razonamientos.