Contexto del Discurso del Método de Descartes
Descartes (1596-1650) publica en Leiden (Holanda), el país más tolerante de aquella Europa, el Discurso del método. El contexto de la primera mitad del siglo XVII nos ayudará a profundizar en las razones por las que este pensador francés cree necesaria una obra que establezca un nuevo método que conduzca a la verdad.
Contexto Histórico: La Crisis del Siglo XVII
El Discurso del método se presenta como un instrumento que proporcione certeza que permita sobrevivir a la crisis del momento. Esta crisis estaba suponiendo la caída definitiva de los fundamentos de la Europa medieval, ya iniciada con el Renacimiento, y el establecimiento de los nuevos pilares sobre los que se construirá la Europa moderna.
Crisis Política y Religiosa
La crisis del siglo XVII fue, en primer lugar, política. La Guerra de los Treinta Años era una contienda de raíz religiosa: católicos frente a reformados. Este conflicto, en el que Descartes participó, trajo consigo una profunda crisis económica y demográfica. El carácter ilusorio de la vida y la amenaza de la muerte serán recogidos por el Barroco. Esta visión de la vida, que influirá en la duda cartesiana, aparece en La vida es sueño de Calderón de la Barca.
La crisis fue también religiosa. Como consecuencia del conflicto bélico, uno de los cimientos medievales, la autoridad del Papa y, por tanto, de la unidad religiosa, se deteriora. No obstante, tal unidad estaba siendo amenazada desde siglos atrás por un proceso ya iniciado con el nominalismo, y que continuó con el humanismo y la revolución científica.
El Nominalismo de Ockham y el Humanismo
El nominalismo de Ockham supone desde el primer paso en este proceso que lleva a la autonomía de la razón respecto a la de la fe. Defendió una absoluta separación de ambas. Negó la existencia de verdades divinas cognoscibles mediante la razón y la fe porque la razón no puede llegar al conocimiento de Dios. Rompía así con la subordinación Tomista de la razón a la fe.
La afirmación de la dignidad del hombre, durante el humanismo y el Renacimiento, provocó esta crisis del teocentrismo medieval para dar lugar a un enfoque antropocéntrico. Sin esta influencia, el proyecto cartesiano de un método que guíe al ser humano en su búsqueda de certezas partiendo exclusivamente de sí mismo, carece de sentido.
La Revolución Científica
La física y la astronomía habían estado dominadas por Aristóteles y Ptolomeo. Copérnico, Kepler y Galileo gestaron una revolución científica que provocó la caída del modelo geocéntrico y la consolidación del heliocentrismo. El desarrollo científico, junto con los descubrimientos geográficos, náuticos, etc., fueron posibles gracias a la matematización de las ciencias. Solo las matemáticas proponían demostraciones indudables. De hecho, cuando lo matemático se aplicaba a otras ciencias, se producía de inmediato un desarrollo. Por ello, el método cartesiano será deudor de lo «matemático». Descartes esperó obtener así con la metafísica éxitos semejantes.
Contexto Filosófico: La Búsqueda de la Certeza
La pérdida de autoridad tanto de Aristóteles como de la Biblia, y la situación de esta crisis llevaron a la filosofía a centrar su interés por el conocimiento. ¿Cómo puedo estar seguro de que mis conocimientos son verdaderos? El problema del método pasa al primer plano. Se proponen soluciones que dieron lugar a dos líneas de pensamiento enfrentadas: el racionalismo y el empirismo. Descartes es considerado el padre del racionalismo.
El Escepticismo y la Duda Metódica
Una tercera línea de pensamiento, también provocada por la crisis, fue el escepticismo, que sostuvo la imposibilidad de nuevos referentes sólidos para alcanzar la verdad. En la Francia de la época, tenía representantes como Michel de Montaigne, del que en la «segunda parte del discurso» aparecen expresiones literales. Por eso, la estrategia cartesiana empezará por vencer al escepticismo por sus propias armas, transformando la duda escéptica en duda metódica.
El Método de Bacon y el de Galileo
Con lo matemático como modelo y frente al escepticismo, Descartes afronta un proyecto metodológico que Bacon pretende conseguir: una introducción para establecer una afirmación universal. Al científico le interesa conocer las propiedades físicas de los cuerpos. El método para hallar dichas leyes es la realización de tablas en las que se nota la presencia, ausencia y el grado de frecuencia de un fenómeno. Sin embargo, este método se aleja del cartesiano, pues desconoce el papel de las matemáticas y el papel de las hipótesis.
El método resolutivo-compositivo de Galileo permite expresar los fenómenos en lenguaje matemático. Galileo defiende que la naturaleza está escrita en lenguaje matemático, por lo que su conocimiento solo será posible descifrando sus relaciones y expresándolas en fórmulas. Para ello propone tres pasos: resolución (análisis de datos), composición (formulación de una hipótesis) y resolución experimental (verificación de la hipótesis mediante experimentos u observaciones). El mundo físico de Descartes también será un mundo matematizado. Asimismo, resolución y composición estarán presentes en el análisis y síntesis del método cartesiano.