Introducción
El Discurso del Método es una obra fundamental en la historia de la filosofía, escrita por René Descartes en 1637. En un estilo llano y coloquial, Descartes relata los procedimientos que lleva a cabo en la búsqueda de la verdad. Esta obra, considerada la primera de la filosofía moderna, contiene las bases del pensamiento cartesiano. Escrita en francés y dividida en seis partes, su tema central es el nuevo método ideado por Descartes para la investigación científica y filosófica, aplicable a toda forma del saber por fundarse en la estructura de la razón.
Estructura del Discurso del Método
En la primera parte, Descartes realiza una crítica del saber de la época. En la segunda, propone las principales reglas de su método, tomando lo mejor de la lógica y las matemáticas. En la tercera, elabora una moral provisional. La cuarta parte se centra en establecer la existencia del alma y probar la existencia de Dios. En la quinta, trata ciertas cuestiones de física y medicina, y en la sexta, expone cómo avanzar en la investigación de la naturaleza y las razones que lo llevaron a escribir la obra.
Contexto Histórico y Filosófico
Descartes y su Época
René Descartes (1596-1650) fue un filósofo francés de la primera mitad del siglo XVII. De su vida, destaca su estancia en el colegio jesuita de “la Flèche”, su decepción con la educación recibida, su alistamiento en varios ejércitos, sus viajes por Europa, y tres sueños en 1619 que lo incitaron a dedicarse a la búsqueda de la verdad mediante la razón. En 1628, se instala en Holanda, donde comienza su producción filosófica, hasta 1649. Murió en Estocolmo en 1650.
Influencias en el Pensamiento de Descartes
- Escepticismo: Corriente filosófica que dudaba de la posibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero. Autores como Montaigne y Charron influyeron en Descartes, quien buscó combatir el escepticismo elaborando una filosofía totalmente cierta.
- Revolución Científica: Los avances en astronomía (Copérnico, Kepler, Galileo) y física (Galileo) impulsaron una nueva mentalidad y un nuevo método para entender la naturaleza. Principios como el racionalismo, el matematicismo y el fisicismo influyeron en el pensamiento cartesiano.
El Racionalismo
El racionalismo es una corriente filosófica que se desarrolla durante los siglos XVII y XVIII en la Europa continental, con Descartes como su fundador. Otros representantes importantes son Malebranche, Spinoza y Leibniz. El racionalismo considera la razón como origen y fundamento de todo conocimiento válido. Las ideas innatas, como la idea de unidad o la idea de infinitud, son principios que están en la mente de forma virtual. Para los racionalistas, un conocimiento es verdadero si ha sido claramente intuido o correctamente deducido, no si se basa en la experiencia. El modelo de saber para el racionalismo son las matemáticas, que parten de axiomas evidentes y proceden deductivamente.
El Problema del Conocimiento
Con Descartes, la filosofía moderna se centra en la teoría del conocimiento. El problema del conocimiento se convierte en el problema central de la filosofía, y los pensadores de este siglo se concentran en los principios del ser o en el estudio del hombre y de la naturaleza, sólo después de ocuparse de los principios del pensar. Descartes inaugura el subjetivismo, en contraposición al realismo de la filosofía antigua y medieval.
La Duda Metódica
La duda metódica es un método que consiste en dudar de todo lo que se pueda, tratando provisionalmente como falso todo aquello de lo que se duda. De esta manera, si hay algo de lo que no se puede dudar, es indudable y puede ser considerado como cierto.
Características de la Duda Cartesiana
- Universal: Se aplica a todo aquello que pueda ser dudado.
- Metódica: No es una duda real, sino un instrumento para encontrar la verdad.
- Provisional: Una proposición puede ser objeto de duda y posteriormente probada como cierta.
- Teórica: No se extiende a la conducta.
Niveles de la Duda
- Falacias de los sentidos: Es posible dudar de que las cosas que percibimos por los sentidos sean como las percibimos, pero no de que existan.
- Imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño: Nos hace dudar de la existencia del mundo externo (cosas materiales y propio cuerpo). No afecta a las proposiciones matemáticas.
- Hipótesis del genio maligno: Plantea la posibilidad de un genio maligno que nos engaña, incluso en aquello que creemos conocer con evidencia. Permite dudar de todo.
La Certeza y la Intuición
La certeza es un estado subjetivo de plenitud en la posesión de la verdad, basado en la evidencia, es decir, la claridad y distinción con la que una verdad es percibida. La claridad se refiere al contenido intrínseco de la verdad, mientras que la distinción se refiere a las otras ideas o verdades que la rodean. Para Descartes, la certeza surge de la duda, pues lo cierto es aquello indubitable. Las proposiciones evidentes son captadas por intuición, que consiste en una operación del entendimiento caracterizada por la claridad, distinción y simultaneidad. La proposición “cogito, ergo sum” (pienso, luego existo) permite descubrir los rasgos que ha de tener cualquier proposición para ser considerada cierta.
El Pensamiento Cartesiano
La noción de pensamiento es fundamental en la filosofía de Descartes. El pensamiento puede ser tanto un acto como un contenido. Para que un acto sea pensamiento, se necesita que recaiga sobre él la conciencia inmediata. Los actos de pensamiento se dividen en dos grupos: cognoscitivos (sentir, imaginar, entender…) y volitivos (afirmar, rechazar, querer, negar…). El pensamiento es el atributo principal del alma, y es lo que permite constatar la propia existencia.
Tipos de Pensamiento
- Ideas: Proceden de los actos cognoscitivos.
- Juicios: Proceden de los actos de voluntad.
- Voliciones: Proceden de los actos de voluntad.
Tipos de Ideas
- Adventicias: Parecen provenir de la experiencia externa (ej. idea de sol).
- Facticias: Constituidas a partir de otras ideas (ej. idea de sirena).
- Innatas: Proceden de la propia naturaleza (ej. idea de pensamiento).
La Metafísica Cartesiana
El “Cogito, Ergo Sum”
Descartes buscaba construir un sistema filosófico deductivo, como un árbol con raíces metafísicas, tronco físico y ramas de ciencias aplicadas. En la cuarta parte del Discurso, construye su metafísica, partiendo de la primera verdad: “pienso, luego existo”. Esta verdad no se ve afectada por la hipótesis del genio maligno, ya que para dudar, es necesario existir. El “cogito” se convierte en el principio de la filosofía cartesiana, la base para fundamentar su sistema. Descartes obtiene su criterio de verdad analizando las características del “cogito”.
El Criterio de Verdad
Descartes concluye que las cosas que concebimos clara y distintamente son verdaderas. Sin embargo, la hipótesis del genio maligno aún plantea la posibilidad del engaño. Para avanzar, Descartes necesita probar la existencia de Dios, un ser perfecto que no puede ser engañador. Para ello, analiza las ideas, en particular la idea de Dios.
Las Pruebas de la Existencia de Dios
Descartes entiende por Dios un ser infinito y perfecto. Aplica un argumento de causalidad, donde la causa debe ser tan perfecta como el efecto.
Primera Prueba
- Yo no soy perfecto, puesto que dudo.
- Pienso en algo o tengo idea de algo más perfecto que yo.
- Las ideas de las cosas exteriores, no siendo más perfectas que yo, pueden tener su causa en mí o en la nada.
- La idea de un ser perfecto no puede proceder de la nada ni de mí mismo.
- Conclusión: La idea de un ser perfecto ha de haberla puesto en mí Dios, una naturaleza más perfecta que yo.
Segunda Prueba
- Yo no soy perfecto y tengo la idea de un ser más perfecto.
- Yo no soy el único ser que existe, pues si fuese solo e independiente, tendría todas las perfecciones.
- Conclusión: Es necesario que exista un ser más perfecto, Dios, de quien yo dependa y que me haya creado.
El Argumento Ontológico
Descartes también utiliza el argumento ontológico, formulado por primera vez por San Anselmo en el siglo XI, para demostrar la existencia de Dios a partir de su concepto.
- Dios es algo mayor que lo cual nada puede ser pensado.
- Hasta un insensato tiene el concepto de Dios.
- Algo mayor que lo cual nada puede ser pensado no puede existir sólo en el entendimiento.
- Dios ha de existir en el entendimiento y en la realidad.
Funciones de Dios en la Filosofía Cartesiana
- Gnoseológica: Fundamenta el criterio de verdad, la validez de las matemáticas y la existencia del mundo exterior.
- Física: Explica el origen del movimiento.
- Ontológica: Es causa creadora y conservadora de las sustancias finitas.
El Dualismo Cartesiano
Descartes define la sustancia como una cosa que existe de tal manera que no necesita ninguna otra cosa para existir. Establece dos tipos de sustancias finitas: el alma (res cogitans), cuyo atributo principal es el pensamiento, y el cuerpo (res extensa), cuyo atributo principal es la extensión. Esta distinción radical plantea el problema de la interacción entre el alma y el cuerpo. Descartes afirma que cuerpo y alma son sustancias distintas e independientes (dualismo cartesiano antropológico). Para explicar la interacción psicofísica, Descartes propone la glándula pineal como punto de conexión. El dualismo cartesiano permite a Descartes establecer la libertad del alma y su inmortalidad.
Conclusión
El Discurso del Método de Descartes marca un punto de inflexión en la historia de la filosofía. Su método, basado en la duda metódica y la búsqueda de la certeza, sentó las bases del racionalismo y de la filosofía moderna. La metafísica cartesiana, con sus pruebas de la existencia de Dios y su dualismo antropológico, ha tenido una profunda influencia en el desarrollo del pensamiento occidental.