Diversidad Cultural, Etnocentrismo y Filosofía Política: Una Exploración de la Convivencia Humana

Diversidad Cultural y Etnocentrismo

Etnocentrismo: Es la actitud de quienes juzgan a las demás culturas desde la suya propia, considerándola superior. Esta actitud sustenta fenómenos como:

  • Xenofobia: Odio al extranjero.
  • Racismo: Rechazo a determinadas etnias.
  • Asimilación cultural: Imposición de la cultura dominante sobre las minoritarias.
  • Chovinismo: Preferencia fanática por el propio grupo étnico.

Marginación y exclusión: Es una actitud frecuente en la actualidad, que consiste en rechazar y no tener en cuenta las culturas consideradas inferiores o menos desarrolladas, apartándolas de la toma de decisiones y poniendo todo tipo de obstáculos para que puedan vivir a su modo.

Relativismo cultural: Esta postura pretende analizar las distintas culturas desde ellas mismas, es decir, aplicar los criterios, valores o normas procedentes de cada cultura en particular. Se trata de una actitud, en principio, positiva, porque manifiesta respeto por todas las formas de vida humana. Pero, por otra parte, considera las culturas como espacios cerrados, compartimentos estancos que no pueden ser valorados más que desde su interior.

Dimensiones del Ser Humano

Platón considera que el alma está encerrada en el cuerpo como en una cárcel. De esa forma, la muerte es, en realidad, la liberación del alma y el sentido de la vida consiste en procurar que el alma se contamine lo menos posible de las inclemencias del cuerpo (pasiones, instintos, impulsos).

En cambio, Aristóteles considera al ser humano como una unidad indisoluble entre cuerpo y alma; es decir, cuando muere el cuerpo, muere el alma.

  • La existencia humana es inmanente: No hay ninguna forma de existencia posterior, pues todo lo que es el ser humano desaparece con la muerte.
  • La existencia humana es trascendente: Por tener una dimensión anímica o espiritual, el ser humano no se agota en el cuerpo, y se cree en la existencia de otra vida tras la muerte.

Filosofía Política: Ética y Política

La Realidad Social y el Orden Político

La formación de nuestra identidad no puede producirse de manera aislada, es necesario que socialicemos con los demás. Necesitamos organizarnos y crear estructuras sociales que nos permitan solucionar nuestros problemas. Todo orden social tiene una estructura y podemos cambiarla en el futuro, transformándola y mejorándola. Toda realidad social tiene un carácter moral, pretende ser correcta o justa.

Los Retos de la Filosofía Política

La filosofía política se ocupa de reflexionar acerca de cuál es la mejor organización que podemos dar a la realidad social y trata de diseñar una comunidad donde todos puedan vivir de forma pacífica y justa. Según Aranguren, la tarea principal de la filosofía política es enseñarnos cómo debe ser y organizarse la sociedad y conforme a qué principios debe gobernarse para que esa sociedad y ese gobierno sean justos.

Legalidad y Legitimidad

La legalidad es todo lo que está permitido por la ley (validez jurídica) y la legitimidad se refiere a si eso que está dentro de la ley es moral o justo (validez moral).

Los Fundamentos del Estado

Rasgos Básicos del Estado Moderno

El Estado moderno es la institución social que tiene la autoridad para garantizar los derechos y obligaciones de los miembros de una comunidad política. Según Maquiavelo y Weber, el poder coactivo es el elemento central del Estado. El primero piensa que siempre se debe usar la fuerza física puesto que los seres humanos son egoístas y ambiciosos, y el segundo solo si es necesario.

El poder político solo funciona correctamente cuando es aceptado por la sociedad, es decir, cuando hay legitimidad. Weber cree que el reconocimiento público de un poder deriva o bien de un dictador (legitimidad carismática), como un rey (legitimidad tradicional) o una democracia (legitimidad racional).

La Legitimación del Poder Político

El objetivo de la legitimación del poder político es formar un Estado de Derecho en el que los individuos están protegidos por las leyes. Hay tres formas de conseguir esta legitimación:

  • La de Hobbes, que pone énfasis en la necesidad de que el Estado cuente con un poder soberano capaz de imponer ley y orden.
  • La de Locke, que coincide en que tiene que haber un poder soberano, pero insiste en la necesidad de limitar el poder de los gobernantes para que no vulneren los derechos individuales.
  • La de Rousseau, que pone énfasis en la necesidad de la participación democrática al servicio de una voluntad general o bien común como legitimación del poder soberano.

Kant, por su parte, en su obra La Paz Perpetua, formula tres principios como base del sistema jurídico que corresponde a un Estado moderno:

  • Principio de la libertad de cada miembro de la sociedad.
  • Que haya una legislación.
  • Principio de la igualdad de todos los ciudadanos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *