PLATÓN (427-347)
La teoría de las Ideas constituye el centro de todo el pensamiento platónico. De ella no ofrece una exposición sistemática y definitiva, sino que la va tratando evolutivamente en los diálogos.
Junto al Mundo Sensible (físico) constituido por los cuerpos materiales, múltiples, aparentes, sensibles, particulares, mutables, compuestos, perecederas, participados, copias, generables, corruptibles. Existe un Mundo Inteligible (de Ideas o eidos)
Constituido por formas inmateriales, únicas, reales, inteligibles, universales, inmutables, indivisibles, eternas, existen por sí, modelos, jerarquizadas. Esto es, junto a las cosas buenas, bellas y justas, existiría la Bondad, la Belleza y La Justicia.
Las Ideas son la esencia y la causa de todas las cosas. Están organizadas jerárquicamente, la Idea de Bien aparece como la suprema.
El mundo sensible ha sido hecho por el Demiurgo, no se trata de que haya creado el mundo de la nada (el concepto de creación no existe en la cultura griega), lo que hecho es actuar sobre una materia informe y caótica, que existía desde siempre, y sacarla de su estado de confusión para llevarla a un estado de orden (“cosmos”), para ello se ha servido como modelo de las Ideas, que también existían desde siempre. El mundo sensible es imperfecto porque la materia es esencialmente limitada y cambiante y no tiene capacidad para recibir perfecciones más que en grado limitado.
¿Qué relación se da entre el Mundo inteligible y el Mundo Sensible?
Existen diferencias a lo largo de su obra: en sus diálogos de juventud recalca la inmanencia de las Ideas con respecto a la realidady en los diálogosde madurez insiste enla trascendencia de las Ideas, afirma que son modelos y arquetipos de las cosas sensibles que son copias, sombras, imágenes.
El conocimiento, para el autor de la República, es recuerdo, anámnesis, o reminiscencia:
Si las Ideas están en otro mundo diferente a aquel en el que vive el hombre, ¿cómo es posible que éste la conozca? el alma ha vivido en el mundo de las Ideas antes de su unión con el cuerpo, al producirse esta unión el alma olvida todo lo conocido. Para llegar a “recordar lo olvidado” hay que seguir un método, un camino, que el fundador de la Academia, denomina dialéctica, tiene una doble dirección:
- Ascendente: desde la visión de las sombras en el interior de la caverna a la contemplación de la luz del sol. Consiste en la indagación del principio del que dependen todas las demás realidades y que no necesita de ninguna otra realidad para existir. (Idea de Bien)
- Descendente: una vez que ha contemplado el sol el camino que ha de seguir para señalar a los demás hombres (encadenados) cómo es la auténtica realidad. Sólo los que han contemplado la Idea de Bien son capaces, después, de organizar correctamente y justamente su vida y la de los demás.
Este conocimiento como recuerdo tiene que ser dirigido por el método socrático y la dialéctica platónica, formas de educación que permiten el recuerdo de lo que el alma conoció. Uno de los textos más claros sobre la reminiscencia aparece en el diálogo Fedón.
La dialéctica platónica tiene su mejor expresión el diálogo La República donde Platón expone los grados de conocimiento, relacionándolos con los grados del ser. Distingue dos formas de conocimiento: la opinión (doxa
)
y la episteme.La doxa es el conocimiento sensible de las cosas. La episteme es el conocimiento inteligible de las Ideas, es decir, del ser eterno e inmutable. Dentro de la doxa hay dos niveles de conocimiento: la imaginación (grado inferior referido) y la creencia (segundo grado); pero ninguno de los dos proporciona la verdad, ya que se ocupan de lo cambiante, imágenes y cosas respectivamente. La episteme se compone de:
dianoía y noésis.
La primera es la razón discursiva, donde se parte de una hipótesis y se llega a conclusiones, ayudándose de imágenes sensibles, permitiendo el conocimiento de las Ideas matemáticas. La noésis es la inteligencia o razón propia del dialéctico, donde se emplea un método racional consistente en echar abajo las hipótesis para llegar al conocimiento intuitivo de la realidad misma: de la Idea de Bien. El recorrido de este proceso se ejemplifica en el Mito de la Caverna y en el pasaje de la Línea Segmentada, y sólo puede ser llevado a cabo mediante la educación adecuada del filósofo. El filósofo recorrerá esta línea de conocimiento de manera ascendente, hasta llegar a la Idea de Bien, teniendo los demás niveles un carácter propedeútico. Este ascenso tiene un aspecto emocional, puesto que sólo puede realizarse si el alma esta conducida por el eros o amor platónico hacia la verdad.
La teoría del alma explica la psicología platónica, que tiene intenciones gnoseológicas y éticas. El alma, según Platón, tiene tres partes: una parte racional (nous) inmortal, inteligente y situada en el cabeza, cuya virtud es la prudencia y su función dirigir; una parte irascible (thymos) fuente de pasiones nobles y agresivas, situada en el torax e inseparable del cuerpo, cuya virtud es la fortaleza; y una parte concupiscible (epithymía) fuente de pasiones innobles, situada en el abdomen y también mortal, cuya virtud es la templanza.
El fundador de la Academia mantiene un dualismo antropológico:
El ser humano es un compuesto de cuerpo y alma, siendo dos realidades heterogéneas, ya que pertenecen a distintas esferas. Siguiendo la tradición pitagórica
Platón defiende que el alma espiritual y eterna está encerrada, encarcelada en un cuerpo. Entre el cuerpo y el alma no existe más que una unión accidental, es decir, las dos realidades plenamente constituidas y de naturaleza totalmente distinta. La imagen más frecuente con las que ilustra esta unión es la del jinete y el caballo. Recurre a varios símiles el más importante es aquél en el que compara al alma humana con un carro alado, en el que el auriga (racional), dirige a un corcel noble y disciplinado (irascible) y otro indómito y rebelde (concupiscible).
El alma no es sólo la parte más importante del hombre, sino que además es inmortal.
El alma racional, al ser inmortal, tiene su destino en el Mundo de las Ideas. El autor del Banquete admite la teoría de la transmigración de las almas. Las sucesivas reencarnaciones del alma son fruto de la elección libre del hombre, según se expone el Mito de Er.
El alma superior, la racional, debe someter y dirigir a las otras dos almas. El principio socrático continúa en el pensamiento platónico: la razón es el elemento fundamental en el hombre. La virtud necesaria para alcanzar la sabiduría consiste en que la parte racional domine a las otras dos.
Junto a lo anterior, el proyecto filosófico platónico es, fundamentalmente, político. Platón ambiciona crear una sociedad justa, en el que la muerte de Sócrates “el hombre más justo de su época”, no hubiera sido posible.
El fundador de la Academia establece un primer modelo político en su diálogo La República, cuyas características principales son
- La correlación estructural entre el alma y la ciudad-estado.
- Especialización funcional.
3- Sistema educativo
1- La naturaleza humana nos empuja a vivir en sociedad. La organización de la sociedad tiene su fundamento en la naturaleza del alma humana, se da un paralelismo entre las partes del alma y las partes de la sociedad:
Se dan tres almas en el hombre por ello en la sociedad hay tres estamentos distintos: aquel en el que domina el alma racional, su tarea es gobernar ya que están guiados por la prudencia, es el estamento de los Filósofos;
Aquel en el que domina el alma irascible, su tarea es la defensa de la ciudad y su virtud la fortaleza, es el de los Guerreros;
Y aquel en el que domina el alma concupiscible, cuya tarea es el trabajo agrícola y artesanal y su virtud es la templanza, es el de los Trabajadores.
De la armonía entre Filósofos, Guardianes y Productores surge la justicia en la ciudad.
2- La ciudad nace porque ningún hombre es autosuficiente. Cada uno tiene más necesidades básicas de las que puede satisfacer por sí solo. Además, cada persona está mejor dotada para realizar un trabajo que otro, por tanto, las distintas habilidades de las personas contribuyen a la satisfacción de las necesidades de los demás. Cada parte de la sociedad ha de desarrollar una función, aquélla para la cual esté más capacitado.
Así solamente cuando estos tres grupos vivan en armonía, es decir, cuando cada uno cumpla con sus funciones se dará el equilibrio social y la Justicia.
3-Con el fin de que esta situación ideal de armonía y equilibrio se pueda realizar se desarrolla minuciosamente un sistema educativo:
En el que distingue dos etapas:
- Una educación obligatoria, común a todos que alcanzaría más o menos hasta los 20 años. Esta comprendería la música (para permitir el control del hombre sobre las partes inferiores del alma) y la gimnasia (para el control del cuerpo).
- Una segunda etapa destinada sólo a los futuros gobernantes (de los 20 a los 35 años) con dos subetapas: una primera de aprendizaje de las matemáticas y la segundo, la dialéctica de las Ideas superiores.
El autor del Banquete plantea la igualdad absoluta entre hombres y mujeres para acceder a cualquier posición social. Afirma además que la clase de los gobernantes y de los guardianes auxiliares no podían tener propiedad privada, ni familia, para evitar que el egoísmo y la ambición los convirtiera en tiranos.Aunque Platón defiende el gobierno de una monarquía de la virtud y el saber, afirma en la Carta VII que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son filósofos ocupen los cargos públicos aunque se da cuenta que la historia de Grecia es la historia de la degeneración progresiva desde la forma política perfecta aquel en el que gobierna el mejor o los mejores, los sabios, (la monarquía o la aristocracia)
Degenera en timocracia que es el gobierno en que están guardianes no aptos, quienes ansían honores y riquezas. Este afán de riqueza hace que la timocracia se transforme en oligarquía, es decir en el gobierno de los más ricos, quienes poseídos por la ambición y la envidia acaban reduciendo a sus conciudadanos a situaciones de extrema pobreza. Cuando los pobres expulsan a los ricos la oligarquía se transforma en democracia, el pueblo asume el poder, se impone una libertad inmoderada y se desprecian las leyes, todos mandan y legislan a la vez generando el caos. Esta situación conduce al peor de todos los regímenes posibles:
La tiranía
La tiranía es el gobierno de un individuo preocupado sólo por sus intereses que acaba sometiendo a la más salvaje esclavitud a los demás.Después de haber fracasado en el intento de poner en práctica La República en tres ocasiones en sus diálogos de vejez se replantea su modelo político en El Político y Las Leyes
.
Platónno se retracta de la República, sino que plantea un segundo modelo basado en la forma de “ser” de los hombres en vez de cómo “deberían ser” (República). Se dan parecidos entre su pensamiento político de madurez y de vejez, en ambos defiende quea larazón correspondería gobernar, quedebe darse unacorrespondencia entre el alma del hombre y la sociedad, y que la justicia genera felicidad.Pero también aparecen significativas diferencias en esta última propuesta aparece el principio de legalidad:
el sometimiento a las leyes y el considerado como mejor sistema político es uno mixto entre monarquía y democracia.
ARISTÓTELES (384-322 a C.)
La vida de Aristóteles se desarrolla entre la etapa final de la polis y el imperio de Alejandro Magno. La filosofía esta dominada por la Academia platónica y por el último presocrático, Demócrito. De su maestro critica la existencia de las ideas y con ello la unidad entre ontología, psicología y política, rompiendo también con la reminiscencia, que se sustituye por la abstracción. De Demócrito rechaza la existencia del vacío y el azar como explicación de la fisis, y defiende el hilemorfismo y la teleología.
Al igual que en Sócrates y Platón, en Aristóteles la filosofía se ocupa del saber sobre lo general. Pero a diferencia de ellos considera que el saber filosófico es un conjunto de ciencias estructuradas. La ciencia introductoria a todas las demás es la Lógica, propedeútica o vestíbulo del saber donde aprendemos el razonamiento correcto para cualquier tema que se investigue. Los saberes propiamente dichos se dividen en saberes teóricos, saberes prácticos y saberes técnicos o productivos. A los primeros pertenece la física, matemáticas y metafísica y en ellos se busca el saber de forma desinteresada. A los segundos, la ética, economía y política, y en ellos el saber mejora la vida del hombre. A los terceros, la medicina, la gastronomía o el arte de la zapatería y se caracterizan porque tienen un resultado o producto.
El estudio de la Física parte de una crítica a la Teoría de las Ideas platónica, ya que considera que es una duplicación innecesaria del problema de la fisis y que no tenemos prueba ninguna de la existencia de tales ideas. La física atiende a las cosas materiales que tienen el principio de cambio y movimiento en sí mismas. Las cosas materiales son substancias, es decir seres que poseen existencia por sí mismos. Estas substancias se componen de dos principios: la materia y la forma.
La materia (hilé) es principio de indeterminación del ser; la forma (morfé) es el principio de determinación de los seres, aquello que les hace ser lo que son, lo que les da esencia o definición. A esta teoría se le llama teoría hilemórfica
.
Por otra parte, los seres físicos cambian. El movimiento consiste en el paso de lo que es un ser a lo que todavía no es, pero llegará a ser. Se define como” el paso de la potencia al acto”. La potencia es el conjunto de posibilidades que tiene un ser; como tales posibilidades están por realizar. El acto consiste en la realización de alguna de dichas posibilidades. Existen dos tipos de cambio: sustancial y accidental. Todo ser se define como una sustancia, entidad, en la que se dan unos accidentes o características no definitorias de su entidad (cualidad, cantidad, relación, lugar, tiempo, posición, hábito, acción, pasión). El cambio sustancial es el que genera o corrompe una sustancia y es el más radical, ya que consiste en la determinación de la materia bajo la forma; el cambio accidental explica sólo el cambio de alguna característica de la sustancia y en él no cambia la forma sustancial o definitoria (esencia), sino el accidente del que se trate y puede ser cualitativo, cuantitativo o de lugar.
Todo cambio se produce por la intervención de alguna o algunas de cuatro causas:
Causa material, causa formal, eficiente y final
Las dos primeras constituyen a los seres y explican algunos de sus cambios, la causa eficiente o agente produce exteriormente el cambio o movimiento, la causa final explica la dirección o sentido del proceso. Esta última causa es para Aristóteles la más explicativa de la fisis, pues para él en la naturaleza nada ocurre en vano, sino que todo tiene un fin (telos), por lo que su explicación de la fisis es teleológica.A diferencia de Platón, para Aristóteles el alma se define por ser el principio de vida. Todo ser vivo la posee y le capacita para realizar determinadas funciones. Existe un alma vegetativa, propia de las plantas y común a los demás seres vivos, que les hace alimentarse y crecer; un alma sensitiva, propia de los animales, que les hace moverse y reproducirse; y un alma racional, propia del hombre que nos capacita para pensar. El alma esta unida sustancialmente al cuerpo, y, por ello, cuando el cuerpo muere, el alma muere también. Sin embargo, como en el mundo griego era común afirmar la inmortalidad del alma, Aristóteles defiende la inmortalidad del alma racional, que constituye la presencia participada en el hombre del Entendimiento Agente Universal o Razón Superior.
El alma racional permite el conocimiento, pero para nuestro autor “nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos”, separándose con ello de la reminiscencia platónica. El conocimiento comienza en los sentidos que captan las características esenciales y accidentales de cada cosa o sustancia. Sobre lo proporcionado por los sentidos actúa la imaginación, creando una imagen o modelo más general del objeto conocido. Sobre ella el entendimiento realiza una labor de abstracción:
toma lo común y desprecia lo particular y en base a las características comunes a varios objetos crea el concepto. El concepto proporciona el saber sobre las cosas, de aquí que toda ciencia se base en lo común a varios objetos particulares.
El conocimiento dirige también la acción del hombre, como ya afirmó Sócrates con el Intelectualismo moral. Toda acción humana, igual que todo acto físico, tiene un fin. Los fines humanos se subordinan unos a otros, estando todos ellos subordinados a un fin que consideramos el mayor bien de todos: la felicidad. Aunque la felicidad puede ser entendida de diferentes maneras (riqueza, poder…) Aristóteles considera que sólo hay felicidad cuando el hombre es autónomo, es decir cuando se realiza sin depender de nada, y por ello la felicidad está en la sabiduría. Sin embargo para alcanzarla es necesario guiar nuestra vida de manera buena, a través del ejercicio de la virtud.
Para analizar qué es la virtud se parte de que en el alma del hombre se dan tres tipos de aconteceres: las pasiones, las capacidades y los hábitos. Las pasiones se sienten sin intervención voluntaria del hombre. Las capacidades son naturales en nosotros. Los hábitos son adquiridos y elegidos, de aquí que sólo los hábitos puedan ser virtudes. Estos hábitos conducen nuestras acciones según el término medio entre dos extremos viciosos, haciendo de nuestra vida una vida buena. Sin embargo, para poder elegir el término medioes necesario que las virtudes éticas (templanza, valor…) estén subordinadas a las virtudes teóricas o dianoéticas (prudencia y sabiduría), ya que sin ellas sería imposible la autarquía del hombre, en la consiste la felicidad.
A pesar de que Aristóteles vive desde los treinta y siete años bajo el Imperio Alejandrino sigue pensando que la mejor forma de organización social es la polis. Para él el hombre necesita de la convivencia con los demás, ya que por naturaleza es un ser social, zoon politikon.
Esta convivencia no se reduce a estar juntos o intercambiar productos, sino que consiste en establecer que es lo justo y lo injusto para todos, en formar parte activa de la polis. La prueba de que esto es así está en nuestra capacidad para hablar, en el lenguaje.
A diferencia de Platón considera que las formas adecuadas de organizar el Estado son la monarquía, la aristocracia y la democracia.
Todas ellas son justas si los que gobiernan buscan el bien común de los gobernados, y degeneradas o corruptas si buscan el beneficio propio. La monarquía se basa en la autoridad de una sola persona y su forma degenerada es la tiranía. La aristocracia se basa en el mérito de algunos, los mejores, y su forma degenerada es la oligarquía; la democracia se basa en la igualdad y su forma degenerada es la demagogia.
Aristóteles defiende la propiedad privada a la que considera algo natural en el ser humano, justifica la esclavitud y se inclina por una forma de gobierno intermedia entre aristocracia y democracia.