Dualismo Epistemológico en Platón: *Doxa* y *Episteme*
Para empezar, debemos diferenciar el dualismo epistemológico de Platón, que se basaba en dos niveles de conocimiento: la doxa (que nos permite conocer el mundo sensible) y la episteme (que nos permite conocer el mundo inteligible). Con la doxa nos referimos a la opinión, que carece de validez porque no se sustenta en veracidades. Mientras que la episteme se refiere al auténtico conocimiento, el que se alcanza conociendo el mundo inteligible. Todo ser humano empieza desde abajo, y se trata de una dialéctica ascendente, donde tienes que ir subiendo, pasando primero por la doxa para poder alcanzar el conocimiento o episteme.
El Símil de la Línea y el Mito de la Caverna
El símil de la línea se compone de los cuatro niveles que hay que pasar para poder llegar a conocer las Ideas. Para explicar los distintos niveles, haremos referencia al mito de la caverna. En ella se explica que hay una serie de prisioneros que llevan dentro de una cueva mirando a la pared toda su vida. Solo ven las sombras proyectadas del exterior, y ellos asumen que esa es la realidad. En un momento dado, deciden soltar a un prisionero, y este se da la vuelta. Después, va hacia la salida y, al salir, se ve cegado por la luz del exterior. Cuando al fin es capaz de ver con claridad, se da cuenta de cuál es la auténtica realidad. Después, vuelve al interior de la cueva a explicarles al resto lo que ha visto. Este mito explica con claridad cada uno de los niveles por los que pasa el símil de la línea, que es una alegoría a la educación.
Los Cuatro Niveles del Conocimiento
- Eikasia (Imaginación): Esta se corresponde con las sombras que el prisionero toma como la realidad.
- Pistis (Creencia): Es el momento en el que se da la vuelta y contempla el exterior, los objetos sensibles.
Estos dos niveles pertenecen a la doxa, ya que el ser humano se basa en su opinión, en lo que él cree, en una realidad falsa.
- Dianoia (Matemáticas): Es el momento en el que se ve cegado por la luz. Esto es una alegoría de lo que las Matemáticas suponen para el ser humano, ya que Platón cree que son propedéuticas para las Ideas, ya que nos preparan para poder conocerlas.
- Noesis (Filosofía): Sucede cuando ve las cosas reales con claridad, y es en este donde se conocen las Ideas.
Estos dos niveles pertenecen a la episteme, ya que son parte del auténtico conocimiento. La última parte del mito es lo que cree Platón que debe hacer el filósofo gobernante al llegar a la Noesis, y eso es una dialéctica descendente. La persona que alcance el auténtico conocimiento debe bajar y educar a todos aquellos que no hayan llegado para que puedan hacerlo también.
La Teoría de la Reminiscencia
Pero, si somos parte del mundo sensible, ¿cómo podemos alcanzar el conocimiento, que es parte del inteligible? Para contestar a esta pregunta, Platón se basa en la teoría de la reminiscencia, donde cree que nuestra alma ya había estado en el mundo inteligible y que ha sido encadenada a un cuerpo, olvidando todo lo que sabía, y que la única forma de conocer es recordar todo aquello que previamente ya sabía. A eso se refiere la frase «conocer es recordar». Y la forma que tenemos de conocer es mediante la educación. Platón afirma que mediante esta, nuestra alma recordará todo aquello olvidado y, al acceder al auténtico conocimiento, podrá evitar la corrupción política que se sufría.
Dualismo Antropológico: Cuerpo y Alma
¿Qué relación hay entre cuerpo y alma? ¿Cómo le es posible al alma conocer las Ideas? Para empezar, debemos saber que Platón defiende un dualismo antropológico según el cual el ser humano es un compuesto por dos sustancias independientes: el cuerpo y el alma. Esto lo recoge de Pitágoras, que a su vez él lo recogió de los mitos órficos, y se basa en que el cuerpo (material y mortal) es la cárcel del alma. Esta es inmortal y forma parte del mundo inteligible, pero ha sido condenada a la Tierra, olvidándolo todo. La teoría de la reminiscencia explica que al llegar a la Tierra, lo que tiene que hacer el alma es recordar lo que ya sabe, y eso lo hace volviendo a conocer. Por lo tanto, conocer es recordar. Mientras somos educados, nuestra alma solo está rememorando lo ya sabido, porque ya conoce las Ideas. Si a lo largo de nuestra vida, llegamos a la Noesis (Filosofía), llegando a conocer las Ideas, al morir volvemos al mundo inteligible. Si, por lo contrario, no llegamos a ese nivel en el símil de la línea, nuestra alma se reencarnará en otros cuerpos hasta que lleguemos a ese nivel de conocimiento.
El Alma Tripartita y la Estructura Social
Para poder llegar a ese conocimiento debemos saber que el alma, según Platón, es tripartita. Se divide en la parte racional (la inteligencia, se encuentra en la cabeza), la irascible (la temperamental, se encuentra en el pecho) y la concupiscible (la pasional, se encuentra en el bajo vientre). La relación entre las tres se explica mediante el mito del carro alado: hay un auriga que tira de dos caballos, uno negro y uno blanco. El caballo negro es la parte concupiscible, el blanco la irascible y el auriga es la racional. Lo más adecuado es que el auriga (la parte racional) consiga controlar ambos caballos, es decir, ambas partes. Pero no siempre es así. Así que, dependiendo de la parte que predomine en cada persona, la sociedad se divide en tres clases sociales: los artesanos, los guardianes y el filósofo gobernante.
Las Tres Clases Sociales
- Artesanos: Si la parte que predomina es la concupiscible, te quedarás en el nivel más bajo, el artesano. Esto quiere decir que solo alcanzas a conocer la doxa (la opinión), por lo que, dentro del símil de la línea, solo llegan a la Eikasia (Imaginación) y al Pistis (Creencia). No llegan al nivel del conocimiento. Estos ganan dinero y pueden poseer propiedades y bienes.
- Guardianes: Por otro lado, si predomina la irascible, pertenecerás a la clase de los guardianes. Estos llegan a conocer el mundo inteligible, pero se quedan en el nivel de la Dianoia (las Matemáticas, que son propedéuticas para la Noesis, pese a no alcanzarla). Los guardianes no pueden poseer propiedades, ya que es la única forma de evitar la corrupción.
- Filósofo Gobernante: Por último, se encuentran aquellos donde predomina la parte racional, que pertenecen al nivel más alto, al del filósofo gobernante, que debe pasar a ser un educador. Estos llegan al nivel de la Noesis (Filosofía), por lo que conocen las Ideas y deben pasar a una dialéctica descendiente, educando a los que están en niveles más bajos. Tampoco pueden tener propiedades.
Reflexiones sobre la Epistemología
Epistemología: ¿Es la verdad objetiva o subjetiva? ¿Es lo mismo opinar que conocer? ¿Existen las verdades universales?